El proletario y los sectores populares mexicanos podemos hacer uso de esta consulta para decirle a los ex presidentes, así como a los actuales y futuros gobernantes, que no queremos nunca más crímenes de Estado.
Cristóbal León Campos / Para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.
Es tiempo ya de hace oír la voz de las mujeres y los hombres oprimidos, explotados, desaparecidos, asesinados, reprimidos y muchos más por la lógica del sistema capitalista y por las diversas administraciones gubernamentales, que con sus actos, han agravado año con año la crisis que ahora se agudizó con la pandemia de Covid-19.
El 19 de mayo del año en curso se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma a la Ley Federal de Consulta Popular que permitirá efectuar dicha Consulta Ciudadana; sin embargo, muchas instancias e instituciones públicas y de gobierno han manifestado su rechazo, desinterés e incluso su negativa para dotar de recursos a la Consulta dejándola sin la posibilidad de realizar la campaña mediática requerida (a diferencia de los despilfarros de recursos recientes en el proceso electoral pasado), y todavía en este contexto adverso dentro de la misma institucionalidad y ante la aberrante campaña de desprestigio a la Consulta realizada por los sectores ultraconservadores ligados justamente a los ex presidentes que se busca jugar, creo necesario llevar a cabo este ejercicio para que todos quienes a lo largo de las décadas pasadas de una u otra forma, luchamos y exigimos un mejor país y el fin de la impunidad, podamos alzar la voz e iniciar un proceso de justicia contra los genocidas ex presidentes.
No peco de ingenuidad ni oportunismo; como ya se ha dicho, creo que los ex presidentes mencionados, al igual que Luis Echeverría y muchos otros políticos del país, deberían ya estar enfrentando procesos jurídicos que los pongan tras las rejas y hagan pagar sus diversos crímenes como: el saqueo a la riqueza del país, la explotación, la corrupción, el genocidio, el narcotráfico, el paramilitarismo, la privatización y la desarticulación de los derechos sociales-laborales como el de la salud (tan urgente en estos tiempos), la represión, los fraudes electorales, la violencia sistémica de todo tipo, su complicidad criminal, su silencio culposo y tantos otros agravios contra el pueblo. No creo que, una vez enjuiciados, los ex presidentes el país dé un brinco al mundo de la justicia, ni que con ello se elimine por completo cada uno de esos crímenes mencionados, pues muchos de ellos se siguen cometiendo al momento mismo en que esto se escribe y se lee, sé que el inicio del fin verdadero de las laceraciones humanas llegará cuando al capitalismo lo despachemos para siempre. Pero sí creo que así como el pueblo chileno ha utilizado las urnas para determinar la necesidad de una Constituyente y la redacción de una nueva Constitución que ponga fin a los resabios legales de la dictadura de Augusto Pinochet, el proletario y los sectores populares mexicanos podemos hacer uso de esta consulta para decirle a los ex presidentes, así como a los actuales y futuros gobernantes, que no queremos nunca más crímenes de Estado, genocidio y actos de lesa humanidad de los que está plagada la historia de nuestra nación.
Se trata de dar un paso; júzguese y castíguese a los ex presidentes por sus crímenes y sea el pueblo quien imponga la justicia.
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