En su último comunicado, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha llamado a participar en la Consulta Popular que se efectuará el 1 de agosto para expresar la voluntad de enjuiciar a los ex presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Cristóbal León Campos / Para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.
Lejos de la lectura que hablará de oportunismo, el zapatismo es a diferencia de otras organizaciones políticas del país de izquierda o derecha, la que ha visto pasar el mandato de todos los ex presidentes en cuestión, y la que ha sufrido y resistido de manera directa cada uno de los delitos por los cuales deben ser juzgados y encarcelados los ex mandatarios, pues por si alguien ya lo olvido, en Chiapas se vive desde enero de 1994, una guerra de baja intensidad que se ha manifestado a través, de asesinatos, despojos, desplazamientos, paramilitarismo, violencia de Estado, agresiones militares, desapariciones y masacres como la de Acteal en 1997, y por si fuera poco, no olvidemos la traición por parte del Estado mexicano y todos sus políticos (incluidos los actuales gobernantes) tras el desconocimiento y tergiversación de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar en 2001. Además, es importante señalar que las decisiones del zapatismo son consultadas de manera profunda con las bases y comunidades, y justamente por ello, el EZLN sí puede afirmar que su mirada es desde y para abajo. Decidir participar en la Consulta y llamar a votar por el sí, no es otra cosa que la muestra de que no hay olvido ni perdón ante los crímenes y la impunidad de quienes por décadas han continuado con la exclusión de los pueblos originarios de México.
En el proceso de elección presidencial de 2018, cuando el Concejo Indígena de Gobierno y demás organismos representativos del zapatismo anunciaron que buscarían el registro de María de Jesús Patricio, conocida como Marichuy, para participar como candidata independiente en los comicios, la voz que habló no fue la de los altos mandos o la que podría haberse esperado según los preceptos históricos del propio movimiento, la voz convocante fue la suma de las voluntades, análisis, deseos y estrategias presentadas en las diversas asambleas comunitarias que se efectuaron hasta llegar a dicha decisión, es por eso, que el anuncio que nos ocupa, es también la voz de la democracia real de los y las de abajo, que ahora darán el sí para buscar establecer un poco de justicia sin renunciar a sus formas, modos y tácticas, que desde luego están de igual forma en marcha para vigilar y cuestionar el transcurso, mientras extienden la organización desde abajo como realizan en estas fechas durante su recorrido por Europa.
La participación en la Consulta podría ayudar a impulsar una Comisión por la Verdad y la Justicia para las Víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos por los ex presidentes, en entre los cuales debieran ser incluidos los cometidos por el genocida Luis Echeverría, así como por muchos gobernadores, alcaldes y demás funcionarios. La clave real de la convocatoria que realizan los zapatistas está al final del comunicado, en la parte en que se afirma “independiente de los de arriba, una movilización”, es claro que el objetivo como en otras iniciativas, es volver a conjuntar esfuerzos desde “abajo y a la izquierda”, para instaurar la verdad y la justicia directamente a través la demanda y la organización popular con una perspectiva anticapitalista.
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