Qué se prepara en Bolivia es la pregunta que habría que hacerse. ¿Una posible alianza para intentar impedir que el MAS vuelva a la Presidencia? Y de fallar esa alianza o no ganar, ¿un posible fraude electoral para cumplir con la agenda encomendada?
José Luis Callaci / Para Con Nuestra América
El Gobierno golpista luego de extender la fecha inicial establecida para realizar las elecciones y de postular como candidata a la Presidenta de facto, las suspende debido a la Pandemia y se resiste a fijar una nueva a la par de tratar de impedir que la candidatura del MAS, fuerza política mayoritaria en Bolivia se presente en las elecciones. Se ve solo obligado a aceptarlo debido a un acuerdo logrado entre tres las fuerzas políticas que conforman una holgada mayoría del electorado boliviano, representada por Luis Arce, candidato del MAS, Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana y Jorge Quiroga, candidato por la alianza Libre 21. Como resultado de este acuerdo el Tribunal Nacional Electoral fija para el 6 de septiembre la fecha definitiva para la realización de elecciones. Qué pasará en adelante está por verse. Lo cierto es que las encuestas le dan al partido MAS, representado ahora por el candidato Arce, una diferencia a su favor muy abultada sobre sus inmediatos contendientes. El candidato Luis Arce goza de un gran prestigio tanto en Bolivia como en el ámbito internacional por su excelente desempeño como Ministro de Economía al haber logrado llevar a su país, durante el Gobierno de Evo Morales, a tales sorprendentes éxitos económicos que provocaron grandes reconocimientos y elogios, incluso por parte de organismos financieros internacionales. La última encuesta (CELAG 13 de junio y 3 de julio) arroja los siguientes resultados: Luis Arce 41,9 %, Carlos Mesa 26,8 % y Jeanine Añez 13,3 % .
De mantenerse estos porcentajes el candidato Arce, del MAS, sería el Próximo Presidente de Bolivia, tomando en cuenta que la ley electoral establece que si se supera al 40 % y la diferencia con el segundo es de más del 10 % se gana en primera vuelta. En caso de darse una segunda vuelta con posibles alianzas de las fuerzas contrarias al MAS eso no significa una automática suma aritmética, y porque además muchos analistas coinciden en que el candidato Mesa, persona de valores y muy ilustrada, muy probablemente no le prestaría su nombre a los que son responsables no solo de graves hechos de corrupción sino de matanzas de decenas de humildes campesinos y campesinas bolivianos que se manifestaban en contra del Golpe y a favor del Presidente Evo Morales. Qué se prepara en Bolivia es la pregunta que habría que hacerse. ¿Una posible alianza para intentar impedir que el MAS vuelva a la Presidencia? Y de fallar esa alianza o no ganar, ¿un posible fraude electoral para cumplir con la agenda encomendada? “Cosas veredes amigo Sancho…”
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