Contra el estereotipo que ve al Brasil actual como un imperio, el ex ministro de Lula y alto representante del Mercosur, Samuel Pinheiro Guimaraes, afirma que las cosas son al revés: su país piensa en asociarse y cooperar con sus diez vecinos y con otros países en desarrollo.
Martín Granovsky / Página12
Cuando Brasil y la Argentina empezaron a cooperar con fuerza, a comienzos de la democracia, Samuel Pinheiro Guimaraes ya figuraba entre los más activos. En noviembre pasado, los presidentes de los cuatro países de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) crearon el cargo de alto representante del bloque, le dieron funciones de construcción y negociación y lo designaron a él por unanimidad.
Pinheiro Guimaraes exhibió su perfecto español en el primer viaje a Buenos Aires como alto representante. Prometió visitar cada país muy seguido. Ocupado en ampliar el Mercosur más allá de lo que llamó, con ironía, “una burocracia cartesiana”, conversó con el canciller Héctor Timerman y hasta se hizo tiempo para reunirse con un tocayo castizo: Carlos Piñeiro Iñíguez, el ex embajador en Ecuador que acaba de hacerse cargo del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Por invitación de Piñeiro, Pinheiro incluso dio una clase de una hora para los futuros diplomáticos que cursan el Instituto. Lea la entrevista completa aquí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario