Más allá si 186 países (95.2% de la población mundial) son o no capaces de doblegar el poder de la soberbia, la insensatez, la mentira y el terror, lo cierto es que el chaleco de la integridad moral y dignidad a prueba de bloqueos y embargos seguirá blindando a la Grande de las Antillas.
José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América
Desde Lima, Perú
Este martes 25 de Octubre el mundo celebró la vigésima victoria de la opinión de la Naciones Unidas en favor del desbloqueo económico, comercial y financiero de los EEUU en contra de Cuba. La votación fue apabullante: 186 a favor (17 países), 3 abstenciones (Islas Marshall, Micronesia y Palau) y 2 países en contra (USA e Israel). Impávidos escuchamos a la representación estadounidense (Ronald Godard) autoproclamarse como el principal benefactor de la Grande las Antillas en materia económica y de derechos humanos. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, no dudó en desmentir “flagrantes mentiras”.
La vergonzosa e intransigente postura norteamericana no puede ser atribuida a la voluntad general de su pueblo. El movimiento internacionalizado “Ocupa Wall Street” llegando a la ciudad china de Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, da fe que el mundo ya no tolera más intransigencia. No creemos que la política internacionalmente arbitraria sea el sentir mayoritario del pueblo norteamericano y mundial. Ni siquiera sus más cercanos aliados como Colombia, Francia, Italia, Inglaterra, entre otros, se han solidarizado con tamaña absurda postura.
Otrora el bloqueo económico, comercial y financiero pretendía asfixiar al “satélite” del principal enemigo de los EEUU, Rusia. El “enemigo” se encontraba solo a 90 millas de las costas norteamericanas. Más de 600 atentados contra Fidel Castro, un sinnúmero de ataques terroristas patrocinados por Washington y los países aliados, miles de millones de dólares invertidos en programas de conspiración dentro y fuera de Cuba, nos revelan el miedo crónico del país ética y moralmente más débil del planeta, los EEUU.
¿Cuál sigue siendo la amenaza real de Cuba para el mundo? ¿Cuál la amenaza para los EEUU? ¿Que el “el ser humano [siga] siendo lo primero…” y que la vida de la gente sea más importante que los datos macroeconómicos?
Es mundialmente ofensivo que se proteja “la igualdad de oportunidades de cada niño…”, que las políticas sociales de salud y educación “universales y gratuitas”, que contar con un derecho al trabajo sea parte de la seguridad nacional , que se cuente con la jubilación digna y seguridad social para toda la ciudadanía, que se proteja a la maternidad y discapacidad o como enfatizó el canciller Bruno Rodríguez, que la economía esté al servicio del hombre: “La vida de la gente es y será más importante que los datos macroeconómicos. ¿Qué da tanto miedo? ¿Qué las políticas económicas sigan siendo consultadas al pueblo? ¿Qué las consecuencias de la crisis económica global se compartan entre todos? ¿Qué se distribuya la riqueza para que no haya ricos ni pobres? ¿Qué no se admita la corrupción, la especulación y que no se quite el dinero a los trabajadores “para salvar bancos”?
¿Que amenaza representa para la paz mundial que exista un programa humanitario como la Misión Milagro u Operación Milagro que en la actualidad cuenta con presencia de profesionales de la salud oftálmica en 14 países de América Latina y el Caribe, así como en países africanos como Angola? ¿Qué amenaza existe para la paz mundial que en los últimos cinco años se hayan superado las 600.105 cirugías de ojos en Bolivia, 48.255 en Brasil, 32.245 en Argentina, 22.280 en el Perú y 312 en el Paraguay? (Fuente: CubaDebate, 05/09/11). Todo por el contrario es una violación de los más básicos Derechos Humanos que una población entera no cuente con seguridad social gratuita y tengan – los más pobres – que recurrir a la caridad de centros voluntarios de salud como si el bienestar del pueblo sea una limosna y no un derecho inalienable a todo ser humano.
No pudo menos que conmovernos el cierre del mensaje de Cuba el pasado 25 en la Naciones Unidas cuando el canciller Rodríguez solicitó , en nombre de personas símbolos de la consecuencia del decrepito bloqueo humanitario que sufre Cuba, el apoyo al proyecto de resolución L.4 titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”: “En nombre de Guillermo Domínguez Díaz (16 años), Ivis Palacio Terry (18), Randy Barroso Torres (17) y Adrián Izquierdo Cabrera (12), que han sufrido cirugías conservadoras y pasado meses enyesados en sus camas por no disponer de prótesis extensibles pediátricas (endoprótesis tumoral extensoras), las cuales se producen en los Estados Unidos o bajo sus patentes, y de María Amelia Alonso Valdés (2), Damián Hernández Valdés (4) y Dayán Romayena Lorente (12), quienes padecen de tumores del sistema nervioso central y necesitan tratamiento con Temodal que es norteamericano y está protegido por su patente”.
Sostenemos, como Noam Chomsky, que si existe una amenaza para la arrogancia y soberbia del poder es y seguirá siendo la “amenaza del buen ejemplo”. Ataques contra Laos (1960), Granada (1983), Nicaragua (1984), Cuba (2001), Afganistán (2001), Irak (2003), Libia (2011), confirman lo sostenido por Chomsky: “Mientras más débil y pobre sea el país, más peligroso es como ejemplo. Si un país pequeño, pobre… puede prosperar dando una vida mejor a su pueblo, algún otro lugar con mayores recursos se preguntará ‘por que nosotros no’?” Me quedo corto en la alusión a los múltiples ataques a las “fantasmagóricas amenazas” que justificaron el terror del débil “mal ejemplo” de los EEUU y sus aliados.
Fidel Castro – en su Reflexión “El papel genocida de la OTAN”, 27/10/11 – nos recuerda que la suma total de la población aliada a los EEUU – en la votación del martes 25 – como Israel (7,4 millones); Estados Unidos (313 millones); Suecia (9,1 millones); Libia (6,5 millones); Islas Marshall (67.1 mil) ; Micronesia (106.8 mil) ; Palau, (20.9 mil) ; “suman 336 millones 948 mil, equivalente al 4.8% de la población mundial, que ya se eleva este mes a 7 mil millones”.
Más allá si 186 países (95.2% de la población mundial) son o no capaces de doblegar el poder de la soberbia, la insensatez, la mentira y el terror, lo cierto es que el chaleco de la integridad moral y dignidad a prueba de bloqueos y embargos seguirá blindando a la Grande de las Antillas.
Eso es todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario