sábado, 29 de abril de 2023

Chico Buarque. Todos los premios el premio

Parafraseando el conocido cuento de Cortázar, Todos los fuegos el fuego, podríamos decir de éste máximo tributo recibido por el afamado Chico Buaque de Holanda.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Con el premio Camões, el poeta, escritor y célebre cantautor sigue sumando premios, premio en este caso –para orgullo del carioca– que Bolsonaro no quiso entregarle hace cuatro años y, según el derechoso presidente le expuso al periodismo, se lo entregaría el 31 de diciembre de 2024, ya que el hombre, descontaba su reelección. A sus 78, Chico Buarque, recibió el premio en el palacio de Queluz, en Sintra, con cuatro años de retraso y con largas ovaciones de los invitados a la ceremonia.  
 
El premio fue recibido este lunes, 24 de abril, un día antes de que se cumplieran 49 años de “A revolucao dos cravos”, La revolución de los claveles, cuya notoria participación fue celebrada por él y otros cantantes, como el extremeño Luis Pastor, quien cantaba, como todo el pueblo en las calles lisboetas, en aquel día de fiesta, la célebre canción de los reincidentes, Grândola, vila morena, del recordado José Manuel “Zeca” Afonso. Chico, se sentía parte de aquella alegría colectiva del pueblo portugués, luego de la dictadura zalazarista que duró más medio siglo y les enviaba, “um cheirinho de alecrim”, un halagüeño aromita de romero desde Brasil.
 
Portugal en sus épocas oscuras, para no quedar pegado a la España franquista que se había aliado a Alemania y evitaba irritar a los ingleses con los que mantenía relaciones comerciales. Su vinculación con su ex colonia, Brasil, también le ofrecía un flanco débil, dado que éste había enviado soldados a luchar a favor de los Aliados. Allí el país lusitano sostenía el lema salazarista de “Dios, Patria y Familia”, el mismísimo lema que lucen las pancartas actuales de Bolsonaro, respetando el orden moral establecido del jefe de familia y las tradiciones más puritanas en las relaciones personales y sexuales. Curiosa coincidencia ¿no?
Pero no nos detengamos en esto, otro afamado cantautor, el catalán Joan Manuel Serrat afirmó este miércoles en México – donde está en su gira de despedida –, que le gustaría que le dieran el Premio Nobel al brasileño Chico Buarque, así como se lo dieron a Bob Dylan, porque ha hecho las canciones más “conmovedoras”; al cubano Silvio Rodríguez, creador de “las más inteligentes”, y al español Joaquín Sabina, porque es lo que a este “le gustaría”[1].
 
Los de mi generación, conocimos a Chico a mediados de los sesenta a través de La banda, éxito que se propagó mundialmente, luego le siguieron otras obras como: Construcción, la Opera do malandro y Calice, obras que denunciaban los horrores de la dictadura, le costaron la cárcel en 1968, y un año más tarde el exilio en Roma, el músico entiende mucho más que el anterior mandatario derechista, por qué se negaba a entregarle este merecido premio.
 
Pero antes de partir al exilio, en 1969, Chico se enteró de improviso que tiene un hermano alemán, hecho que le inspira escribir una novela autoreferencial, El hermano alemán, editada en español por Random House, en 2015. En ella, Buarque, relata su conmoción al enterarse, ya adulto y de sopetón, de que su padre, el famoso historiador brasileño Sérgio Buarque de Hollanda, tuvo un hijo en Alemania en 1930 cuando era corresponsal en Berlín para un periódico brasileño. Ni Buarque supo hasta entonces que tenía un hermano en Alemania ni ese hermano alemán también cantante, supo jamás de su existencia; murió en 1981 y, según su última esposa, murió a causa del cigarrillo, al igual que el padre.  
 
El premio Camões, que conceden los Gobiernos de Brasil y Portugal desde 1988, distingue a los mejores autores de la literatura portuguesa (lengua oficial en nueve países y hablado por más de 200 millones de personas), es un galardón equivalente al Cervantes español. “Si hoy estamos aquí para hacer la reparación a Chico, es porque finalmente la democracia venció en Brasil. No podemos olvidar que la negación de las artes también son una marca del totalitarismo y de las dictaduras que censuraron al propio Chico en Brasil y en Portugal”, dijo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, nada más al empezar su discurso en la celebración. 
 
Chico Buarque, fue distinguido en 2019 por su obra literaria que ha contribuido “a la formación cultural de diferentes generaciones en todos los países de habla portuguesa”, según el jurado. La demora de cuatro años en la entrega se debió al rechazo de Jair Bolsonaro, elegido presidente pocos meses antes del anuncio del galardón, quien debía firmar el diploma. Fiel a su estilo de despreciar a todo aquel que no comulgue con él, Bolsonaro respondió desafiante cuando un periodista le preguntó si firmaría el documento: “¿Hay plazo? Ya lo firmaré el 31 de diciembre de 2026″. Sería el último día de su mandato si no hubiera caído derrotado en las elecciones frente a Lula. Chico Buarque, que siempre ha sido un feroz crítico del antiguo militar, replicó: “Que Bolsonaro no firme el diploma es para mí un segundo Camões”.
 
Cuando el Gobierno portugués decidió ignorar el ninguneo de Bolsonaro y convocar una ceremonia en Lisboa para entregar el premio el 25 de abril de 2020, llegó la pandemia y se canceló el acto. Así que Bolsonaro y la pandemia han permitido cuadrar el círculo para que Buarque, autor de libros como Leche derramadaBudapest o Esa gente, recibiese el diploma del premio –los 100.000 euros sí le habían sido entregados antes– de la mano de su amigo Lula, que aprovechó su visita de Estado de cinco días a Portugal para participar en la ceremonia.
 
Se cumplió así una promesa que el actual jefe de Estado brasileño le hizo al escritor la última vez que este lo visitó en prisión. “Lula le prometió a Chico que cuando saliese de la cárcel y se convirtiera en presidente de la república iría a Lisboa a entregarle el Camões. Y como yo fui uno de los testigos de esa escena, voy a Lisboa a certificar que la promesa se cumple”, ha explicado estos días el abogado brasileño Carlos de Rocha, que ha viajado expresamente a Portugal para ver con sus propios ojos cómo se materializaba la promesa. De Rocha, que visitaba a diario en prisión a Lula, fue uno de los emisarios de las cartas manuscritas que el político y su entonces novia, Janja, se intercambiaron durante aquellos casi dos años de cárcel.
 
“Este premio es la respuesta del talento frente a la censura”, dijo Lula en el salón del palacio portugués donde nació el emperador Pedro IV de Portugal y I de Brasil, y al que acudieron amigos del laureado como el escritor mozambiqueño Mia Couto o la fadista Carminho. En su discurso, Chico Buarque evocó con emoción a su padre, el historiador y sociólogo Sergio Buarque de Holanda, que fue uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores, por la influencia que ejerció tanto en su afición por la cultura como en su compromiso político, pero también arrancó las risas de la audiencia. “Me preguntaba en estos cuatro años si se habrían olvidado del premio”, bromeó.
 
El músico reivindicó también a sus antepasados negros e indígenas, “cuyos nombres mis antepasados blancos trataron de suprimir de la historia familiar”. “Como la inmensa mayoría del pueblo brasileño, llevo en mis venas la sangre del azotado y del azotador, lo que ayuda a explicarnos un poco”, subrayó antes de compartir un descubrimiento reciente sobre sus raíces. “Como descendiente de judíos sefardíes perseguidos por la Inquisición, puede que algún día yo también alcance el derecho a la ciudadanía portuguesa a modo de reparación histórica”, dijo con sorna, en alusión al proceso que abrió Portugal para conceder la nacionalidad a descendientes de los judíos expulsados de la península en el siglo XV y que ha dado lugar a numerosas irregularidades como la concesión de la ciudadanía al oligarca ruso Román Abramóvich.
 
Buarque no citó a Bolsonaro, pero sí cargó contra su mandato: “Han sido cuatro años de gobierno funesto que duraron una eternidad porque el tiempo parecía andar hacia atrás”. El escritor avisó de que, pese al nuevo ciclo político abierto en Brasil, “la amenaza fascista persiste” y dedicó el Camões a “tantos artistas brasileños humillados y ofendidos en Brasil en estos años de oscurantismo”[2].
 
Todos los premios el premio, son pocos para este luchador de toda la vida, cuyas letras siguen siendo una bandera de libertad para los oprimidos de la tierra.
 


[1] Forbes, México, 26 de abril de 2023.

[2] El País, 24 de abril de 2023.

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