El domingo próximo Colombia elegirá a su nuevo presidente. El independiente Antanas Mockus y el uribista Juan Manuel Santos lideran los sondeos previos pero ninguna ganaría en la primera vuelta.
Luis Hernando Restrepo / Agencia Periodística del Mercosur
A pocos días de las elecciones presidenciales en Colombia, el ambiente social y político se divide entre quienes apoyan al candidato por el partido Verde, el sorpresivo Antanas Mockus, con su fórmula vicepresidencial Sergio Fajardo; y a Juan Manuel Santos candidato del partido de la U, con Angelino Garzón como su vicepresidente.
Las actuales elecciones presidenciales son considerados por analistas expertos y por gran parte de la población colombiana, como un proceso sin antecedentes en la historia del país. La emotividad alcanzada días previos a las selecciones se ve reflejada en el contexto virtual, siendo los grupos sociales y los blogs en Internet la forma de lograr agrupar y formar opinión alrededor de los principales candidatos.
El tarjetón para el día 30 de mayo tendrá la opción para elegir a nueve candidatos colombianos, cada uno representando movimientos que caben dentro de las principales tendencias políticas del país. Desde uribistas como Santos y Sanín, hasta antiuribistas como Petro y Pardo, y también candidatos independientes como Mockus, demostrando la gran influencia de las contundentes pero polémicas políticas del gobierno saliente de Álvaro Uribe Vélez.
A partir del mes de abril, cuando el ex candidato Sergio Fajardo se unió a la fórmula presidencial de Antanas Mockus, hubo una renovada mirada y compresión de gran parte de Colombia a partir de sus postulados de convivencia y cultura ciudadana, del respeto a la vida y de la educación como parte fundamental del progreso del país. Esto generó una fuerte confrontación ideológica con las políticas uribistas de Juan Manuel Santos.
Las encuestas y los debates en las cadenas televisivas de las últimas semanas en Colombia, son mecanismos que no han expresado las verdaderas intenciones de los candidatos y de los votantes al momento de elegir al nuevo presidente de la República. Mientras las encuestas son sesgadas y realizadas por influyentes medios de comunicación como el periódico El Tiempo y la revista Semana a un grupo de la población previamente seleccionado, los debates públicos realizados por cadenas como Caracol Televisión y NTN 24 se interesan en detallar temas personalistas y controversiales de cada uno candidatos. Los temas más relevantes siguen por fuera de la discusión y del debate público.
Y mientras los debates olvidaron informar los programas presidenciales de cada candidato, la guerra mediática y publicitaria se ha posesionado como elemento común entre los más opcionados para llegar a la presidencia. La mal llamada publicidad negra ha afectado a varios candidatos. A Mockus lo tildan de ateo y enfermo; a Juan Manuel Santos de diablo y pícaro; a Noemí Sanín de adolescente frenética; y a Gustavo Petro, se le hace relación con su pasado en la guerrilla del M19. Sumándole a esto, la inclusión a la campaña de Santos de J.J. Rendón, un controvertido publicista venezolano reconocido por utilizar la publicidad sucia como guerra mediática en época de elecciones.
Esto ha generado importante críticas a los encargados de la publicidad electoral de los principales candidatos que buscan absorber todo tipo de medios para adquirir votos para las presidenciales.
A una semana de las elecciones para la Presidencia en Colombia, los candidatos prefieren la cautela y no dar “papaya” o equivocarse con alguna declaración salida de tono. En la recta final de campaña, los candidatos se enfocan en llenar los vacíos sobrantes del territorio nacional.
Este 30 de mayo Colombia decidirá su nuevo futuro para los próximos 4 años. Sin embargo, existe una alta posibilidad de que los comicios vayan a una segunda vuelta electoral, y así se decidirá quién será el hombre que llegará a la Casa de Nariño 200 años después de lograda la independencia.
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