Cuando todo empezó a finales del año 2019 en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, China, nadie pudo imaginar la inefable trascendencia que iba a tener, la mayoría de personas se confiaron y decían; “es una simple gripe, nadie morirá por eso”.
Henry Navarrete Chilán / Especial para Con Nuestra América
Desde Quito, Ecuador
Pero no, muchos erraron en sus pronósticos, la simple gripe se convirtió en una poderosa arma de destrucción masiva, un enemigo que no lo podemos ver ni tocar, una pandemia que ha contagiado a más de 2 millones de personas en todo el mundo y provocado la muerte de casi 130.000, además de estar presente en 185 países. Cifras que irán variando a los posteriores días que se reporten nuevos casos.
La COVID-19 no es una simple gripe, es una infección respiratoria que comienza con; fiebre, tos seca, malestar al cuerpo, dolor de garganta y secreción nasal, al cabo de una semana puede provocar falta de aire y posteriormente la muerte.
Es importancia saber diferenciar el SARS-CoV-2 frente a la COVID-19, el primero es el nombre oficial que el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV) ha designado para el nuevo miembro de la familia de los coronavirus, y el segundo es el nombre oficial que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le dio a la enfermedad infecciosa provocada por el SARS-CoV-2.
Cabe señalar que los coronavirus son una amplia familia de virus, y se denominan así porque sus membranas tienen puntas en forma de corona, algunos tienen la capacidad de transmitirse de los animales a las personas, producen cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurrió con el coronavirus que causó el síndrome respiratorio agudo grave SARS-CoV-1 y el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio MERS-CoV.
Quiero hacer alusión a las autoridades chinas, me es inadmisible pensar que no hayan tomado todas las medidas de prevención, mucho más cuando otra familia del coronavirus el SARS-CoV-1 también se originó en ese país a inicio del año 2002, y las condiciones donde se generaron los brotes eran exactamente las mismas; mercados insalubres y venta libre de animales exóticos a gran escala.
No se aprendió la lección del pasado, mi pregunta es; ¿qué medidas de control tomaron las grandes potencias mundiales y naciones emergentes para prevenir una posible epidemia? El mundo debe aprender de sus errores, las medidas cautelares son cruciales para crear conciencia social.
Los severos estragos de la COVID-19 son catastróficos, el mundo se prepara para una posible recesión económica poscoronavirus, asimismo entre países se plantean un dilema basado en la reestructuración de la economía mundial, encrucijada que tiene a los científicos en un trabajo a contrarreloj para encontrar una vacuna, sobre todo para salvaguardar vidas humanas.
La pandemia mundial está causando un sufrimiento humano incalculable, pero algunos siguen infravalorando la incidencia que tiene la enfermedad de coronavirus, desconocen o ignoran la importancia de la palabra prevención, usar mascarilla, guantes, gel desinfectante, lavarse frecuentemente las manos y vivir en un ambiente salubre con todas las medidas higiénicas es sumamente importante para tener una actitud socialmente responsable.
El mundo ha pasado por innumerables tragedias y siempre las ha superado, esta vez no será la excepción, en algún momento todo pasará y volverá a renacer la esperanza entre la humanidad.
¡Juntos y disciplinados venceremos!
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