Entre enero y junio de
1916 V. I. Lenin escribió su famoso libro “El imperialismo, fase superior del
capitalismo”, que fue publicado, por primera vez, a mediados de 1917. Es decir,
en el 2017 conmemoraremos el centenario de una obra que descubrió la nueva
realidad mundial engendrada por el capitalismo de los gigantes monopolios.
Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo (Ecuador)
El libro de Lenin
anticipó el éxito de la Revolución Bolchevique, también ocurrida el año 1917,
con la cual se inició en el mundo la era del socialismo inspirado en los
postulados del marxismo. De igual modo, entonces, en el 2017 conmemoraremos el
centenario de la Revolución Rusa, que tuvo un indudable impacto internacional.
La Revolución
Bolchevique también repercutió en América Latina, pues alentó la conformación
de partidos socialistas y comunistas, esperanzados en el triunfo del
proletariado latinoamericano (en realidad eran pocos los países de la región
donde tal “proletariado” existía con alguna significación política), para
inaugurar sociedades distintas, que superarían la era del capitalismo.
Específicamente en
América Latina tiene mayor trascendencia la expedición de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, aprobada en Querétaro el 31 de enero
de 1917. En 2017 celebramos el centenario de esta Constitución.
Esa Carta consagró el
principio pro-laboro o pro-operario (las leyes laborales están destinadas a
proteger a los trabajadores); que igualmente los derechos de los trabajadores
son irrenunciables; pero, además, reconoció una serie de derechos: jornada
máxima de 8 horas diarias y 6 días semanales; prohibición del trabajo nocturno
y en labores “insalubres o peligrosas” para mujeres y jóvenes; descansos para
la mujer embarazada; salario mínimo; recargo del 100% sobre las horas extras;
sindicalización; huelga; creación de cajas de seguro populares; obligación a
los patronos para dar habitación, escuela, enfermería y servicios básicos;
responsabilidad sobre accidentes del trabajo; indemnizaciones por despido
intempestivo; y tribunales de conciliación y arbitraje.
El constitucionalismo
social mexicano se extendió por América Latina. En Ecuador, la Constitución de
1929, nacida de la Revolución Juliana (1925), fue la primera en consagrar
prácticamente los mismos principios y derechos ya establecidos en México en
1917; y años más tarde, el Código del Trabajo (1938) los institucionalizó.
Además, en 2017 se
conmemoran los 500 años de las 95 Tesis de Martin Lutero (clavadas en la puerta
de la iglesia de Wittenberg), que marcan el inicio de la Reforma Protestante en
Europa, un acontecimiento de significación mundial, aunque en América Latina el
protestantismo no llegó a desarrollarse sino desde bien entrado el siglo XX y
en Ecuador desde la década de 1960.
Desde luego, en 2017 la
atención mundial se concentrará en Donald Trump y lo que hará desde que asuma
la presidencia en los EEUU; pero en Ecuador las expectativas giran en torno a
las elecciones presidenciales del 19 de febrero, en las que viejas fuerzas del
poder económico y político intentan retomar el control del Estado.
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