Dentro de un mundo globalizado, las cinco repúblicas centroamericanas aisladas no tienen futuro políticamente, ni menos económicamente.
Arnoldo Mora Rodríguez / Para Con Nuestra América
He leído con detenimiento la propuesta del presidente salvadoreño Bukele sobre la integración de las cinco repúblicas centroamericanas. No es una cosa nueva en sí, pero sí lo es en el contexto de la geopolítica mundial actual. Esta se caracteriza por el declive del dominio planetario, no sólo del imperio yanqui, sino también de todo el Occidente. Lo que estamos viendo en la guerra de Ucrania, en donde Putin tiene en jaque a la OTAN, es la prueba dramática de lo que acabo de decir. En cuanto a nuestra región, el triunfo de Xiomara Castro en Honduras, la banana republic por antonomasia, demuestra que ya estamos dejando de ser el tradicional patio trasero que, según la doctrina Monroe, se le tenía asignado a nuestro Istmo Centroamericano. Esto explica las bravatas antiyanquis de Bukele y su acercamiento a la gran potencia ascendente, como es China, la cual busca convertirse en la reina del Océano Pacífico.
En lo que concierne a El Salvador, el Océano Pacífico es su único futuro, pues los salvadoreños, contrario a los nicas, más que campesinos son comerciantes. Lo dicho explica el porqué del choque de Bukele con la oligarquía tradicional salvadoreña. El presidente Bukele encarna la división más profunda que haya sufrido en su historia la oligarquía - las "14 familias"- de ese país. Bukele representa los intereses de una joven burguesía urbana en ascenso y con un proyecto político definido, basado en la modernización de su país, tanto en sus relaciones de producción, que no se fundan en la propiedad latifundaria y en la explotación semiesclava de campesinos, sino en las relaciones comerciales y el sector de servicios, propios de una cultura urbana.
Dentro de este contexto, la propuesta de Bukele debe ser tomada en serio. Dentro de un mundo globalizado, las cinco repúblicas centroamericanas aisladas no tienen futuro políticamente, ni menos económicamente. Vamos hacia un mundo multipolar compuesto por bloques regionales, como lo acaba de confirmar la cumbre de los tres países de Norteamérica; en esa cumbre la diplomacia de López Obrador ha logrado un gran éxito.
La propuesta de Bukele es correcta desde el punto de vista estratégico, es decir, como macroproyecto de largo alcance; ahora la cuestión es verificar si, desde el punto de vista táctico, es posible o factible en las circunstancias actuales. El proyecto Bukele mira primordialmente lo económico, pero ahora todo está sujeto a la correlación de fuerzas en el ámbito político. Ahora bien, si lo vemos desde el punto de vista inmediato, es decir, en la situación política actual de la región, mucho depende de la habilidad que Bukele tenga.
Pero, en mi opinión, el país determinante es Guatemala, por ser el país más importante histórica y demográficamente del Istmo, además de su situación geográfica, que lo convierte en nuestra frontera con las potencias del Norte. La propuesta de Bukele tendrá éxito en lo inmediato si la oligarquía militarizada de Guatemala es derrotada en las próximas elecciones y triunfa un movimiento progresista, indigenista y joven...lo cual está por verse. De todas maneras, hay que seguir con mucha atención cómo evolucionan la política mundial y la regional.
En cuanto a Costa Rica, Chaves es un típico tico: está desojando la margarita, esperando que se aclaren los nublados del día. Costa Rica depende mucho de la economía yanqui, pues sus exportaciones van hacia allá en más de un 40% y dos tercios del turismo viene de Estados Unidos; por lo que los resultados concretos que dé la reciente cumbre de los tres países del Norte, será determinante para nuestra diplomacia regional.
Evidentemente estas reflexiones parten del estado actual de la situación regional, incluso, mundial, pues ya no hay problemas locales, el mundo se ha planetarizado y, con ello, la política; por lo que, si la situación cambia, lo cual es normal, también el contexto político regional podría cambiar. Pero, por el momento, lo dicho es lo que juzgo más sensato.
1 comentario:
Es una excelente idea y sería ideal mostrar fortaleza política ante los cambios geopolíticos actuales Hay diagnosticar y revisar el porqué no prosperó el el proyecto del Mercado Común centroamericanos.Cuando los gringos sienten amenazas provocan disturbios políticos para sacar ventaja.
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