sábado, 20 de octubre de 2012

El TIAR ha muerto

El TIAR es culpable de esos viejos conceptos anticomunistas y de sus resultados antihumanos en América Latina. Y nunca sirvió para responder a las necesidades de la seguridad soberana y nacional de los países de la región.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo (Ecuador)

La noticia no mereció atención. Excepto en una nota oficial y otra de un periódico electrónico. Y, sin embargo, reviste enorme importancia para América Latina.

Se trata de lo siguiente: En la X Cumbre de Ministros de Defensa Nacional Hemisférica, realizada en Uruguay la semana pasada, uno de los acuerdos regionales concluyó cuestionando al TIAR por “obsoleto y antiquísimo”. Una tibia declaración.

El TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) se suscribió en septiembre de 1947. Lo inspiró la antigua “Doctrina Monroe” (1823) del “América para los americanos”. Fue complementado por la “Ley de Seguridad Mutua” (1951), el “Programa de Asistencia Militar” (1952) y otros instrumentos similares. Después de la experiencia de la II Guerra Mundial (1939-1945) parecía razonable la unión del continente para la defensa mutua frente a amenazas extracontinentales.

La contrainsurgencia de los Estados Unidos (libro en PDF)

El Dr. Gilberto López Rivas compartió con el equipo editorial de CON NUESTRA AMÉRICA su nueva obra: ESTUDIANDO LA CONTRAINSURGENCIA DE ESTADOS UNIDOS: MANUALES, MENTALIDADES Y USO DE LA ANTROPOLOGÍA”, con el objetivo de darle la más amplia difusión.

Atendiendo esta solicitud, ponemos a disposición de nuestros lectores y lectoras el libro, en versión digital, en el siguiente enlace:

sábado, 13 de octubre de 2012

Chávez, la Revolución Bolivariana y Centroamérica

Desdeñada por los análisis que se hacen sobre América Latina, Centroamérica y el Caribe constituyen una región en la que se apuntalan o decaen hechos, fenómenos y procesos que van mucho más allá de ella: la Revolución Cubana, la Revolución Sandinista y la Revolución Bolivariana son ejemplos claros y contundentes de lo que decimos. Cada una de ellas ha marcado época y hoy no es la excepción. 

Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica

La Revolución Bolivariana también tiene
influencia en Centroamérica y el Caribe.
La Revolución Bolivariana comandada por Hugo Chávez tiene incidencia en toda América Latina. Esto ha sido remarcado hasta la saciedad en los últimos días a propósito de las elecciones realizadas en Venezuela el pasado domingo 7 de octubre.

Ella representa una de las dos tendencias dominantes en la región en nuestros días: la que apuesta por construir un espacio para América Latina en el concierto de naciones del mundo, sustentada en una visión que pone acento en “lo propio” y preocupada por la suerte de los sectores populares. La otra, la que prevaleció como única e imbatible precisamente hasta la llegada de Hugo Chávez al poder, la del neoliberalismo basado en el Consenso de Washington, sigue bregando por mantenerse y abrirse paso en la región, y en algunos países lo ha logrado. Tal vez sea México el lugar en donde ha podido sentar sus reales con mayor holgura (pues en Chile está cada día más jaqueado por la impugnación popular expresada en las calles) y lo ha transformado en otro México, en un país desconocido, distinto a aquel en el que su identidad era un bastión de orgullo nacionalista contra la intromisión yanqui y solidario con las mejores causas de Nuestra América.

De España, la crisis capitalista y el genio de Saramago

Hoy, cuando la derecha española oficia los rituales del neoliberalismo más ortodoxo y recalcitrante, es necesario volver a Saramago y a “La balsa de piedra” para nutrir desde el lenguaje literario, desde la aspiración poética, el compromiso ético y político al que siempre nos invitó el escritor portugués: el compromiso de pensar y construir un mundo enteramente distinto al que hasta ahora hemos conocido.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

"La balsa de piedra": una obra clave
en tiempos de crisis capitalista.
José Saramago, el Premio Nobel de Literatura portugués, fue el escritor de las grandes alegorías en el paso del siglo XX al XXI. Libros como Ensayo sobre la ceguera y Ensayo sobre la lucidez, por citar dos de sus más reconocidas obras, iluminan con su sentido crítico y su maestría narrativa las zonas oscuras de la condición humana y ponen en primer plano los grandes debates –recurrentemente postergados- sobre la democracia y sus límites en las sociedades occidentales.

En medio de los conflictivos escenarios de la crisis global del capitalismo, que se expresa de modo dramático en los países del sur de Europa, como España, Portugal y Grecia, uno de de los libros del portugués cobra inusitada vigencia, acaso por lo original y profético de su argumento. Nos referimos a La balsa de piedra, publicado en 1986.

Guatemala: Hábito contrainsurgente y dogma neoliberal

La masacre en la carretera panamericana en Totonicapán, recuerda el persistente hábito contrainsurgente en Guatemala y el ánimo represivo del gobierno actual.  Pero más allá del gobierno de turno, a mí me recuerda lo que escribió Marx: si el dinero nace con una mancha de sangre en una mejilla, el capital nace chorreando lodo y sangre por cada uno de sus poros.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América
Desde Puebla, México

Funeral de los indígenas asesinados por el
ejército guatemalteco en Totonicapán.
“La victoria electoral de Pérez Molina no implicará por supuesto el retorno de los militares al poder. La dictadura militar terrorista no tiene las condiciones externas e internas que le dieron origen en 1963. Sí implicará el retorno de una mentalidad contrainsurgente aliada al oscurantismo reaccionario propio de la clase dominante guatemalteca”. “Nos esperan pues  cuatro años de hábito contrainsurgente y dogma neoliberal”. Esto lo escribí en mis columnas publicadas en La Hora el 10 de noviembre de 2011 y el 23 de febrero de 2012. No me equivoqué y lamento sinceramente que así haya sucedido. Porque la mentalidad contrainsurgente es la que ha estado detrás de las acciones represivas que en  apenas 9 meses ha hecho gala el actual gobierno y su ministerio de gobernación. La represión  y Estado de sitio en Santa Cruz Barillas (Huehuetenango), la brutalidad represiva contra los estudiantes normalistas (ciudad de Guatemala),  la disolución violenta  de la manifestación en San Rafael las Flores (Santa Rosa) y ahora en la matanza  contra los 48 cantones de Totonicapán en Cuatro Caminos, Cumbre de Alaska y Xecanchavox.

Venezuela: Hoy es día de victoria, mañana de reflexión

La victoria no puede obviar un análisis crítico de las cifras que muestran un crecimiento muy alto de la votación de la derecha en comparación con la que obtuvo el Presidente Chávez. Ese es un dato que obliga  a la reflexión crítica.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

¡Todo ha concluido…Por ahora! Como cada evento electoral y como cualquier hecho en el que se manejen cifras las interpretaciones son muchas, pero hay una que es inobjetable: Hugo Chávez será presidente de Venezuela por seis años más porque esa es la decisión del pueblo venezolano expresada en las urnas electorales. La victoria popular fue un hecho cierto cuando un poco después de las 10 y media de la noche de este pasado domingo 7 de octubre, la Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció los resultados preliminares que mostraba datos irreversibles.

Aquí hay dos grandes ganadores que han sido los protagonistas de este momento de la historia: el pueblo venezolano y el presidente Chávez. Nadie más se puede atribuir méritos que no le corresponden.

Simón Rodríguez nos estaba esperando

Venimos a celebrar una nueva e-lección de los pueblos. La democracia latinoamericana vive y se construye también en nuestras aulas.

Carla Wainsztok / Especial para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires, Argentina

Venezuela: una lección para nuestra América
Con Simón Rodríguez aprendimos que la idea de igualdad incluye la formación de los pueblos y los ciudadanos. No hay contradicción en ello. La idea de ciudadanía presume  los derechos y la idea de pueblos la de comunidad. Comunidad de los que aún no tienen, no tenían comunidad.

Formar ciudadanos, educar pueblos, va de la mano del proyecto de la Patria Grande. Comunidad-escuela; comunidad-pueblo; comunidad Patria Grande. Apuesta de un maestro venezolano por las pedagogías y los mares del Sur.

Rodríguez afirmaba allá por 1820 que la República era imaginaria y no dejaría de serlo mientras sus hijas e hijos rodaran en las calles.

Venezuela: Entender el 7 de octubre

La oposición hace falta. Estoy convencido de que la democracia tiene sentido sólo si es también para el que piensa diferente. Lo que pasa, entre otras cosas, por aceptar que el chavismo es mayoría, y que múltiples razones históricas explican esta realidad. No esperarán que les pidamos permiso para sentirnos felices. Que lo estamos. Volvimos a ganar los que siempre perdimos. Y lo hemos hecho en buena lid.

Reinaldo Iturriza / http://saberypoder.blogspot.com

No hace falta en lo absoluto ser un analista político muy brillante para saber que en Venezuela, luego de cada elección, se abre el compás de la discusión política, multiplicándose los puntos en agenda, y sometiéndose a deliberación incluso la orientación estratégica del proceso bolivariano. Así sucede, al menos, en el campo chavista. Ya está sucediendo y pronto intentaré hacer algún aporte.

Por lo pronto, me siento obligado a compartir algunas reflexiones sobre la manera como una parte del antichavismo, no estoy seguro de que se trate de la mayoría, ha recibido la victoria de Chávez. De todos los comentarios que he tenido oportunidad de leer, tal vez no haya ninguno tan brutal como el que sigue:

Venezuela: Chávez frente a Chávez: hablar de socialismo

En esta situación de pérdida del Estado social y democrático de derecho en Europa motivado por el embate neoliberal, pudiera ser interesante saber cómo América Latina sufrió lo mismo hace 30 años y cómo salieron a través de procesos constituyentes que están sentando las bases de un nuevo pacto social. Y ahí puede aparecer un Chávez diferente. Un Chávez que nos ayude a mirarnos de otra manera. Un militar zambo y de Sur. ¿Nos atrevemos al menos a entenderlo?

Juan Carlos Monedero* / Público.es

Cuando hace un año la enfermedad de Chávez parecía poner punto y final al proceso bolivariano, los analistas más serios coincidieron en que, fuera el que fuese el desenlace, ya no sería cierto que los logros del proceso bolivariano pudieran revertirse. La politización del pueblo —desde ese comienzo en que una sociedad con un enorme grado de analfabetismo fue capaz de discutir, enmendar y aprobar una nueva Constitución— se tradujo en la capacidad de exigir derechos. Escuchando al candidato Capriles durante la campaña, uno podría imaginar, de no conocer al personaje, que estaba ante un genuino representante de la izquierda. Chávez, en cualquier caso, había logrado que la cuestión social volviera a estar en la agenda política venezolana. Algo que los que se han presentado contra el comandante olvidaron durante, al menos, los 30 últimos años. Ahora, el pueblo venezolano ha vuelto a recordárselo. Con una participación histórica y con casi 10 puntos de distancia frente al candidato de la oposición.  ¿Tendrá Chávez derecho a gobernar con ese resultado? Hollande le sacó a Sarkozy apenas tres puntos. Chávez a Capriles, diez. Qué dirá hoy la doliente prensa del mundo libre...

La amenaza haitiana

Las Naciones Unidas gastan 676 millones de dólares en la ocupación militar de Haití. Una millonada para sostener a diez mil soldados, que no tienen más mérito que haber infectado al país con el cólera que mató a miles de haitianos y seguir practicando impunemente violaciones y maltratos a mujeres y niños.

Eduardo Galeano / Página12

Soldados de la "misión de paz" de la ONU en Haití.
Este artículo está dedicado a Jorge Marchini

Como de costumbre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas repite que mantendrá la ocupación militar de Haití porque debe actuar “en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión”.

¿A quién amenaza Haití? ¿A quién agrede?

¿Por qué Haití sigue siendo un país ocupado? ¿Un país condenado a vigilancia perpetua? ¿Obligado a seguir expiando el pecado de su libertad, que humilló a Napoleón Bonaparte y ofendió a toda Europa?

Perú: Ni calco ni copia, socialismo a la peruana

Ni calco ni copia fue el clamor del Amauta y sigue resonando hasta el día de hoy. No es posible que en el Perú sigamos siendo víctimas de discursos maquillados de populismo y clientelismo barato. No es posible que candidatos, advenedizos o no, sigan haciendo de la campaña electoral un espacio legitimado para el fraude.

José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América

Ni calco ni copia fue el clamor del Amauta y sigue resonando hasta el día de hoy
El Perú sigue siendo un país colonizado, viviendo intensas tensiones sociales en búsqueda de una real independencia. La llegada del reino de España – a tierras peruanas -  en la segunda década del siglo XVI; la invasión del Tahuantinsuyo, el exterminio de la población Quechua y Aymara, el saqueo de sus recursos naturales y humanos fue el seño que marcó – con espada y cruz – el antes y después de un sistema de convivencia originario basado en la ley de la reciprocidad (Ayny) para ser remplazado por las leyes de la acumulación y el dogmatismo religioso. Si bien es cierto, el sistema político incaico era jerárquicamente piramidal en donde el Inca y la Coya eran las máximas autoridades, el sistema social era transversado por un orgánico sentido de la equidad, justicia y armonía con el medio ambiente como pilares espirituales, éticos y morales. En la actualidad, el Perú se tendrá que reconstruir su historia a partir del modelo socio-político-económico que - en valores y principios de equidad y justicia social - logre iniciar un verdadero proceso de des-colonización cultural, política y económica, lo más cercano a estos ideales es el socialismo a la peruana que el Amauta José Carlos Mariátegui vislumbró.

Paraguay: “Tres años de primavera en el país de la tiranía”

A poco más de tres meses del golpe de Estado en Paraguay, NOS DIGITAL entrevistó al historiador cubano Sergio Guerra Vilaboy, especialista en historia del país guaraní, para esclarecer las raíces sociales del golpe contra el presidente Fernando Lugo.

NOS Digital

Sergio Guerra Vilaboy, presidente de ADHILAC.
“No es Fernando Lugo el que recibe un golpe, hoy no es Fernando Lugo el que es destituido; es la historia paraguaya, su democracia, la que ha sido herida profundamente”, pronunciaba el ya destituido expresidente paraguayo el último 22 de junio en el Palacio de Gobierno. El historiador cubano Sergio Guerra Vilaboy, profesor y director del departamento de Historia de la Universidad de la Habana y presidente de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC), buscará esclarecer ciertas cuestiones de la historia paraguaya que indudablemente condicionan y construyen el presente de la nación.

-¿Cuáles fueron las debilidades del gobierno de Lugo para haber caído sin resistencia aparente en manos de un golpe de Estado parlamentario?

-Lamentablemente en Paraguay, como también había pasado en Honduras, el proceso de cambios no partió de una base sólida. La endeblez en la formación de un movimiento de masas, pero más que nada del punto de vista organizativo, de estructura partidaria, dieron al traste con el gobierno de Lugo. Él logró organizar lo que se llama el Frente Guasú, una organización de pequeños partidos políticos y organizaciones sociales, pero que no llegó a vertebrarse con solidez, por lo que el gobierno de Lugo dependió en gran medida del apoyo del Partido Liberal Radical, sobre todo del ala izquierda de ese partido. 

Hacia un punto de inflexión en América Latina

No es fácil identificar en qué punto estamos. Ciertamente, las primaveras quedaron atrás. Muchos síntomas indican que estamos en un recodo del camino cuando se cierra el ciclo del alza de precios de las commodities. O se avanza o se pierde. Una década de políticas sociales sin cambios estructurales no alcanza para modificar la relación de fuerzas heredada.

Raúl Zibechi / LA JORNADA

Los procesos políticos nacen, crecen, se estabilizan y decaen. En ocasiones consiguen fecundar procesos nacientes, mientras otros tienden a la esclerosis. Sin pretender establecer leyes deterministas, la historia de los procesos políticos sugiere que estas etapas o momentos se suceden con cierta regularidad. Una década es un tiempo suficiente para observar las grandes tendencias, al situarse en algún lugar intermedio entre la coyuntura y el largo plazo.

En América Latina, y de modo particular en Sudamérica, conocimos una coyuntura relativamente breve en la que se concentraron novedades que luego pudimos visualizar como un cambio de rumbo. Entre 1999 y 2003, aproximadamente, comenzaron a instalarse una serie de gobiernos progresistas y de izquierda que cosecharon la siembra de resistencias e insurrecciones protagonizadas por los movimientos indígenas, campesinos y populares en su prologando rechazo al neoliberalismo.

Prosperidad con o sin crecimiento

El crecimiento/desarrollo que busca la prosperidad supone entonces la ampliación de las oportunidades de modelar la vida y definirle un destino. El ser humano se descubre un ser utópico, es decir, un ser siempre en construcción, habitado por un sinnúmero de potencialidades. Crear las condiciones para que ellas puedan salir a la luz y sean implementadas es el propósito del desarrollo humano como prosperidad.

Leonardo Boff / Servicios Koinonia

La crisis ecológico-social que se extiende por todos los países nos está obligando a repensar el crecimiento y el desarrollo, como sucedió en la Río+20. Sentimos empíricamente los límites de la Tierra. Los modelos hasta ahora vigentes se muestran insostenibles.

Por esta razón, muchos analistas afirman: los países desarrollados deben superar el fetiche del desarrollo/crecimiento sostenible a toda costa. Ellos no lo necesitan porque han conseguido prácticamente todo lo necesario para una vida decente y libre de necesidades. Por eso, en lugar de crecimiento/desarrollo se impone una visión ecológico-social: la prosperidad sin crecimiento (mejorar la calidad de vida, la educación, los bienes intangibles). Por el contrario, los países pobres y emergentes necesitan prosperidad con crecimiento. Ellos tienen urgencia de satisfacer las necesidades de sus poblaciones empobrecidas (80% de la humanidad).

"Ira islámica": ¿existe eso?

La idea generada por las usinas mediáticas del poder en Occidente –con Washington a la cabeza– une fundamentalismo islámico con el siempre impreciso y mal definido "terrorismo", insistiendo tanto en esta prédica que, hoy por hoy, el mensaje ha terminado por instalarse.

Marcelo Colussi / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

Un fantasma recorre el mundo: ¡la amenaza del fundamentalismo islámico! Recientemente, al menos lo que nos han dicho hasta el hartazgo todos los medios comerciales de Occidente, la "ira islámica" se ha despertado con motivo de una ofensiva película de contenido denigrante contra la figura de Mahoma y del Islam en general que se ha puesto a circular por distintos medios. "Mientras los medios de comunicación internacionales siguen obsesionados con las manifestaciones contra la película, amplios sectores del país están yendo a la huelga, pero nadie lo cuenta" ,   protestaba indignado el activista egipcio Hossam El-Hamalawy. Desde hace ya unos años, terminada la Guerra Fría y acabado el fantasma del "peligro comunista", un nuevo demonio ha entrado en escena en el ámbito global: el terrorismo de los así llamados "fundamentalistas islámicos".

Aunque no se sepa bien qué significa, el término "fundamentalismo" ha pasado a ser de uso común. Y más aún el de "fundamentalismo islámico". Para adelantarlo de una vez: según el imaginario colectivo que los medios han ido generando en Occidente, el mismo es sinónimo de atraso, barbarie, primitivismo, y se une indisolublemente a la noción de terrorismo sanguinario.