Venimos a celebrar una
nueva e-lección de los pueblos. La democracia latinoamericana vive y se
construye también en nuestras aulas.
Carla Wainsztok / Especial para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires,
Argentina
Venezuela: una lección para nuestra América |
Con Simón Rodríguez
aprendimos que la idea de igualdad incluye la formación de los pueblos y los
ciudadanos. No hay contradicción en ello. La idea de ciudadanía presume los derechos y la idea de pueblos la de
comunidad. Comunidad de los que aún no tienen, no tenían comunidad.
Formar
ciudadanos, educar pueblos, va de la mano del proyecto de la Patria Grande.
Comunidad-escuela; comunidad-pueblo; comunidad Patria Grande. Apuesta de un
maestro venezolano por las pedagogías y los mares del Sur.
Rodríguez afirmaba allá
por 1820 que la República era imaginaria y no dejaría de serlo mientras sus
hijas e hijos rodaran en las calles.
Casi 200 años después la República deja de ser imaginaria y se va
construyendo en una República de iguales y diversas/os y en la Patria Grande.
Donde sólo pueda rodar la felicidad. Donde tal vez los únicos privilegiados
sean las niñas y los niños.
Nuestras democracias, las de la Patria Grande se construyen día a día
con soberanía cognitiva, es decir con un pensar y un sentir propio y apropiado.
Pero para que haya soberanía cognitiva hace falta justicia cognitiva.
La justicia cognitiva se experimenta en la creación de nuevas
escuelas, de nuevas universidades, en las misiones pedagógicas bolivarianas, en
distribuir neetbooks, que es otro modo de repartir, de convidarnos los saberes.
Un/
a docente hace una e- lección, como lo hacen los pueblos, como lo hacen las/os
presidentes de Nuestra América Latina.
Pero incluso las formas
de comunicación de nuestras/os presidenta/es son pedagógicas, son intérpretes
de los pueblos y se ven obligados a explicar sus decisiones permanentemente,
enfrentados a los medios hegemónicos de comunicación debieron convertirse en
verdaderas/os pedagogas/os de sus obras.
Tenemos una cita,
citamos y nos citamos, con las/os pedagogos de Nuestra América, es decir
tenemos una cita con las/os maestras/os, profesores. Las pedagogías
latinoamericanas se construyeron, se construyen y se construirán en nuestras
aulas.
Una docente susurra en
aula, estos son nuestros tiempos, pero no por una lectura caprichosa, son
nuestros tiempos porque los pueblos así lo hemos decidido. Y vuelve a susurrar
venimos a enseñar con alegría, porque somos artífices en la interrupción de los
destinos prefijados.
Nuestros pueblos fueron
condenados una y otra vez al dolor, a la fragmentación, al silencio oprobioso.
El discurso del amo en toda Nuestra América Latina, nos quiso y nos quiere
confundir, dijo y dice que nos mueve el resentimiento. Apenas nos agita el
amor.
Venimos a celebrar una
nueva e-lección en la Patria Grande, que nos reúne con los tiempos de Simón y
Simón, que son los tiempos presentes. Nuestros tiempos. Rodríguez es memoria,
es presente y es futuro. Rodríguez nos estaba esperando.
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