En la narrativa del mandatario estadounidense, figura como su principal adversario el presidente Vladimir Putin. Sin duda es un discurso imperial que Washington elabora con sus aduladores de la OTAN. Al principal dirigente ruso se le ha catalogado en palabras del propio ocupante de la Casa Blanca como un “asesino”. En esa lógica trata de legitimar la postura de Washington de “poner las balas y Ucrania poner los muertos”. Así, en un comunicado conjunto emitido por los EU y sus subalternos de la OTAN y de la Unión Europea en Bruselas el pasado 24 de marzo, “Biden y Von der Leyen anunciaron que Estados Unidos está dispuesto a proporcional más de mil millones de dólares en ayuda humanitaria y la UE 550 millones de euros”. De esa manera ese grupo de gobiernos aliados como los de Alemania, Canadá, EU, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón cierran filas contra Rusia y han acordado emprender sanciones contra todos los aliados del Kremlin. Lo cual implica en esa esa política ubicar como enemigos a la Duma o Cámara de Diputados de Rusia, a los empresas militares rusas y así como aquellas naciones con las que los rusos tengan alianzas. Pensemos en los más de 35 países que en la Asamblea de la ONU no votaron contra Rusia condenando su presencia militar en Ucrania.
A esta situación de esquizofrenia imperial de ver enemigos a todo aquel país que no es occidental y que se sale del carril que han impuesto los intereses imperiales estadounidenses, ya comienzan a amenazar a la República Popular China. Incluso el mismo Joe Badin pretende exigir a la república Popular China que se abstenga de brinda ayuda a Rusia.
Pero esa postura injerencista de los EU no es nueva lo ha sido a lo largo de la historia. México es de los países latinoamericanos y del mundo que más intervenciones militares ha tenido por parte de Washington. Recordemos que a mediados del siglo XIX los mexicanos perdieron más de la mitad de su territorio a manos de la intervención estadounidense. Cuba sigue teniendo ilegalmente una base militar de los EU en Guantánamo. En Honduras los marines no han desocupado la Base Militar de Palmerola o Soto Cano.
Hoy en día y al calor del conflicto en Ucrania, el embajador de los EU en México, Ken Salazar, amenazó el 24 de marzo de 2022, afirmando a los diputados de izquierda particularmente a los del Partido del Trabajo (PT) y de algunos de Morena así como a uno más del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que constituyeron el “Grupo de Amistad México-Federación Rusa”, que eso no puede pasar. Refiriéndose a la presencia del embajador ruso en la Cámara de Diputados, el embajador yanki de forma intervencionista afirmó: “Rusia estuvo aquí ayer haciendo un ruido de que México y Rusia estaban acercándose, eso perdón, nunca puede pasar”.
Sin duda, el conflicto en Ucrania ha puesto en alerta al poder militar y económico de las naciones imperialistas del mundo occidental. Hoy quieren reavivar la guerra fría acechando a Rusia, pero lo más evidente es que sus intervenciones en el mundo han sido un fracaso para su hegemonía. Ahí están las más recientes derrotas de sus intervenciones militares en Irak, Afganistán y Siria. De ahí que 100 mil marines estadounidenses en Europa, no los va a meter a Ucrania para apoyar a los contingentes fascistas ucranios. Prefieren que los muertos sean ciudadanos de Ucrania y las balas estadounidenses. Eso para EU es importante por que reactiva su economía de guerra. Es decir, el llamado complejo militar industrial. Por ello no quiere empantanarse en un conflicto militar donde seguro perdería de nueva cuenta a miles de hombres. Como tampoco Biden quiere perder los enormes negocios que su hijo tiene en Ucrania.
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