Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
Hijo de un colectivero y una ama de casa, es docente y Licenciado en Economía de la Universidad de Belgrano, con posgrados en el Instituto de Desarrollo Económico y Social IDES y en la Universidad Torcuato Di Tella UTDT; acaba de ser nombrado por la Universidad Johns Hopkins en el segundo lugar entre los economistas más influyentes en los países de habla hispana y Estados Unidos, y va camino al récord Guinness por haber impartido la clase de economía más grande del mundo, con 20.000 personas conectadas. Su lema en el sitio partidario expresa “no vine a la política a guiar corderos y sino para despertar leones”[1]; expresión a la que parece sobrarle la “y”, pero que desde luego, alude a los escasos recursos que parecen seducir a multitudes.
Uno lee y relee la fuente, la reproduce y sigue dudando sobre su veracidad o, algo quedó en el camino, sobre todo, cuando se observan reportajes en donde el entrevistado exaltado, dice frente a las cámaras barbaridades. Siempre con cara de loco y ojos desorbitados y el pelo revuelto, lejos de llevar tranquilidad a la audiencia, la lleva al borde del ataque de nervios. Característica ésta que lo instaló en el centro de la opinión pública y logró seguidores que lo eligieron como legislador. Bondades del sistema democrático que tanto critica.
Consciente de su rápido ascenso, en vista de las elecciones de 2023, ya ha iniciado su campaña presidencial anunciando que si va a segunda vuelta, será el nuevo presidente. Gesto que ha realizado en varias jurisdicciones como lo ha expresado en un acto en el parque O’Higgings de Mendoza, en abril de este año apoyado por el añejo y deslucido Partido Demócrata de la provincia, al que ingresó de la mano de Carlos Balter. Otros partidos demócrata provinciales de Córdoba y Tucumán, han dado su adhesión, en aras de conformar una alianza nacional. Un dato no menor ha sido el apoyo brindado por Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño. Como para hacerse el distraído sobre el rumbo internacional que podría tomar el impetuoso Javier.
En las elecciones de 2021, su partido La Libertad Avanza, sacó un 17%, ubicándose en tercer lugar, en la CABA. Elección que lo llevó a ser diputado nacional junto a Victoria Villarruel. Hecho a tener en cuenta, teniendo como antecedente que Carlos Néstor Kirchner subió a la primera magistratura con el 22% de los votos en 2003, cuando Carlos Menem desistió presentarse a segunda vuelta.
Con declaraciones incendiarias, su espacio político surgido en la CABA, pretende extenderse al país entero, del mismo modo que el ex presidente del Club Boca Junior lo hizo anteriormente, reiterando que desde hace doscientos años, Dios atiende en Buenos Aires.
La vorágine del día a día que da lugar a estos sucesos ruidosos como un trueno y fugaces como un rayo que ilumina un instante, hacen olvidar la pandemia que paralizó al mundo hace algo más de dos años, cobrándose millones de víctimas y dejando secuelas, sobre todo en desordenes de salud mental por el prolongado encierro y la posterior reticencia a volver a la vida de relación. En el período posterior a la colocación de vacunas y el lento de regreso a la circulación, surgieron grupos libertarios que desafiaron las recomendaciones de las organizaciones sanitarias y las autoridades jurisdiccionales, negadores del virus y sus efectos, denominados según la RAE de covidiotas.
Los vimos manifestándose en el mundo; en Argentina, alrededor del Obelisco capitalino y en las capitales provinciales. Todo un caldo de cultivo para el surgimiento de este tipo de expresiones que, para tener entidad política, hace falta presentar un número determinado de firmas de ciudadanos adherentes radicados en una jurisdicción para ser habilitadas, (Ley 23298). Varias agrupaciones políticas surgieron en 2021 con el objeto de lograr alguna banca en los diversos niveles del poder legislativo.
Volviendo al libertario Milei, cabe preguntarse conforme la denominación partidaria adoptada, qué libertad avanza. Habida cuenta que en nombre de la libertad se han hecho en nuestro país cosas horrorosas, como la Revolución Libertadora, que bombardeó la Plaza de Mayo en 1955. Pero como Milei dice, hace 120 años que el país no funciona y dentro de cincuenta va a ser la villa miseria más grande del mundo, razón por la que habla de libersaurios, dirigiéndose a los liberales antiguos, rescatando sólo a Domingo Felipe Cavallo (ex ministro de economía de Menem y De la Rua) y Alberto Benegas Linch (h.) (prestigioso académico de ideas liberales), denominándose a sí mismo, libertario por el rol liberador que pretende protagonizar al abolir algunas instituciones como el Banco Central de la República Argentina.
“Estoy en contra de todos los impuestos. El impuesto es un robo que se paga de manera violenta”. “Que vos pienses que los políticos te cuiden es como poner a tus hijos en manos de un pedófilo”. “Voy a mostrarle a los Argentinos los que sabotean los proyectos para ellos. Que quede claro quiénes son los chorros y quiénes los honestos”. Son algunas de las frases que le han dado fama a Javier Milei.
En nombre de la libertad en los últimos 250 años se han hecho en el mundo cosas aberrantes, cabe recordar la Revolución Francesa, madre de las democracias modernas, tras cuyos ideales: libertad, igualdad, fraternidad, se cometieron millares de asesinatos, no sólo del decapitado monarca Luis XVI, sino a infinidad de franceses sospechosos de alentar al antiguo régimen. Esa revolución dio origen al imperio napoleónico, cuyos vecinos tuvieron que luchar por recuperar su perdida libertad, cuando fueron invadidos por el gigantesco ejército galo. Conflicto que también inició nuestra liberación en la América Hispana, cuando la metrópolis española cayó bajo las huestes del corso. De modo que libertad involucra esclavitud o sometimiento, no ser dueño de ejercerla, como le sucede a alguien que está en prisión.
La libertad avanza, sugiere que esa entidad ideal corporizada avanza sobre un territorio también ideal cautivo, al que según el libertario (no confundir con libertador o liberador) asimila el Estado o sus instituciones que deben abolirse, como es el caso del Banco Central de la República Argentina, como también los impuestos como fuente de ingreso dentro del presupuesto nacional.
Dentro de las últimas declaraciones controversiales del diputado libertario, está la creación de un mercado de órganos, para realizar ablaciones, de modo que quién tiene dinero puede realizarse el trasplante que quiera. Situación clara de libertad de mercado donde la mano invisible, dispone de un abultado bolsillo.
Maestro en el arte de provocar, sus ojos celeste siempre tienen una expresión de “yo no fui”, gesto que le permite decir la barbaridad más delirante con gestos exaltados como para atemorizar o directamente, eludir la réplica; replica que, desde el más elemental sentido común puede desbaratar su fuego de artificio.
Sin embargo, ese desparpajo capta un público particular con bronca, sediento de canalizar su enojo de algún modo, característica común a todos los libertarios actuales que salen a dar garrotazos apenas son convocados por algún furioso libertario.
No obstante, el diputado libertario fracasó exitosamente en su primer acto en el club de fútbol El Porvenir de Gerli, en el conurbano bonaerense donde pretendía juntar 15 mil seguidores y sólo concurrió el 10%. En la fría noche de junio y con música del Dipy, quien brindó el show de entrada, Milei enardeció a la concurrencia expresando “Me metí en este pantano de la política para transformar el país y que volvamos a ser potencia”. Si bien hubo ingredientes económicos, la euforia reinante y los ademanes de los partidarios, pusieron de manifiesto su carácter electoral.
Otra pata flaca que ha mostrado últimamente, es su enfermiza dependencia a su hermana mayor, Karina Milei, mujer experta en relaciones públicas, la que – según sus deseos – se transformaría en primera dama, con la tarea que ella quisiera desempeñar. Dado, como expresó emocionado en un programa del canal A24: “Kari es Moisés y yo el que divulga, nada más. Soy un divulgador”. ¿?
Sus declaraciones a favor de su hermana irritaron a sus allegados más próximos, tan irritables como él.
En este sentido, mejor no consultar a los profesionales del diván, porque sacarían del arcón infinidad de argumentos con los cuales defenestrar al ilusionado candidato a presidente libertario. Pero bueno, insisto, país generoso esta Argentina.
Impiadoso en sus declaraciones, no duda en descalificar el espectro político del cual él mismo forma parte, de “casta”, vocablos particulares que van delineando su acervo propio, al estilo del gran hermano orwelliano. Como todo advenedizo, se supone libre de polvo y paja para juzgar o prejuzgar a los políticos. Nada nuevo en épocas de posverdad donde surgieron alianzas sin ideología ni historia y llegaron a ocupar lugares decisivos, dejándonos atados de pies y manos con una deuda descomunal e impagable. Pero bueno… de eso ni hablar, porque ahora ninguno es responsable.
El diputado libertario ataca tanto a Juntos por el Cambio, alianza a la que llama “Juntos por el cargo” como al Frente de Todos, “Frente de chorros”. Alentado a desestimar la grieta dado que según él, la fomentan en beneficio propio.
Aunque su cercanía a Macri podría inclinarlo a su lado, también a la presidenta del PRO, Patricia Pato Bullrich, quien también se destaca por sus expresiones descalificadoras, puede asimilarlo.
Caldo de odios y renovado encono, puede que se consuman en su propia salsa. Algo los une en su espanto y es la falta de proyecto, al menos que incluya a la mayoría. Su prédica se concentra en el elogio al mercado y la destrucción del estado; incapaces de llevar esperanza a la población, terminan haciéndole el juego a la minoría de poderosos de la que son fieles empleados, ya que ellos fomentan sus campañas desestabilizadoras. Campañas altamente divulgadas por los medios hegemónicos, proveedores de grandes espacios para los libertarios díscolos, cuyos periodistas estrella apagan el fuego con gasolina.
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