Un tiempo antes y en el mismo sentido, Roberto Fernández Retamar escribió el 22 de septiembre de 1959 en Revolución, una reflexión de suma llamada “¿Va a enseñarse la historia de la América nuestra?”, en ella menciona que: “[…] si admitimos que nuestra patria mayor y necesaria, la patria de cuya unidad depende en última instancia nuestra salvación como pueblo, nuestra sobrevivencia como conglomerado humano, es nuestra América, ¿cómo es que no se enseña en nuestras escuelas elementales la historia de esa América nuestra, de esa patria mayor?”. El planteamiento no respondía únicamente a las transformaciones pedagógicas que en el seno de la Revolución cubana se presentarían, de manera general, él sabía que para la emancipación definitiva era y es necesario el replanteamiento del sistema educativo y cultural de nuestras naciones.
Actualmente, la enseñanza de la historia en los países capitalistas latinoamericanos y caribeños sigue teniendo una currículo colonizado, la ausencia de nuestra esencia es evidente, la permanencia de los resabios coloniales en la instrucción se refleja en la mirada puesta en occidente como eje del saber, el proceso descolonizador requiere de la producción de saberes propios, aunque no se trata de negar lo universal, pero sí se requiere hacer universal los saberes originarios, se necesita tomar las ideas y expresar las nuestras, rompiendo las grietas de las viejas estructuras coloniales que subsisten.
La visibilización de las historias de resistencia y pervivencia de nuestros pueblos, con su largo proceso en el que se desarrollan sucesos trascendentales que explican las verdades ocultas, debe conducirnos también al reposicionamiento consciente de las cosmogonías y filosofías provenientes de mucho antes de la conquista y, también, del desarrollo de las ideas que ha dado como resultado los diversos pensamientos nuestroamericanos desarrollados por mujeres, hombres, culturas, pueblos, naciones y entre otros sujetos históricos que hoy reclaman su derecho a existir y ser respetados. Mirando de nuevas formas la historia, coadyuvemos a desentrañar los olvidos.
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