Caracterizada por su conducta trastornada, roñosa y enardecida, la
exdiputada venezolana viaja por el mundo y donde aterriza se atraganta hablando
de paz, derechos humanos, democracia y libertad. Sin embargo, las pruebas de su
incitación a la violencia, el odio, el enfrentamiento y la muerte son
contundentes.
Ángel Bravo / Especial para Con Nuestra América
La exdiputada María Corina Machado visitó el Senado de Brasil como parte de su campaña opositora. |
Mientras escribimos estas líneas. la exdiputada venezolana recorre distintos
países pidiendo audiencia en las asambleas legislativas. El discurso que
vocifera es el mismo que se escucha en los grandes medios: 1) los resultados de
las elecciones no son válidas (entonces ella no debió aceptar ser juramentada
como diputada); 2) en Venezuela no hay libertad de
expresión (sin embargo, todos los días hay manifestaciones públicas en contra
del gobierno de Nicolás Maduro); 3) hay persecución a los medios de
comunicación (pero todos los días por radio, prensa y televisión los
periodistas hacen de la suya contra el gobierno bolivariano); 4) la
oposición es pacífica (pero cada semana marchan encapuchados lanzando bombas
molotov, incendiando escuelas, centros de salud y disparando contra la
población civil); 5) a Cuba se le regala petróleo (falso, porque lo que existe
es un intercambio bilateral que incluye el suministro de petróleo, y, a su vez,
Cuba facilita a más de 40.000 profesionales en programas de salud, educación, deporte,
salud, cultura y agricultura que el Gobierno venezolano no puede llevar
adelante sin la cooperación cubana y que beneficia a millones de familias
pobres de Venezuela).
La cabecita de María Corina Machado confunde intercambio con injerencia;
su pobreza mental y espiritual le impide comprender que Venezuela destine el
petróleo a la inversión social. Machado no entiende que intromisión es el apoyo
dado por los Estados Unidos al golpe de Estado en abril de 2002; no sabe que injerencia
es que la administración de Barack Obama destine cinco millones de dólares
anuales para dar apoyo a movimientos opositores en Venezuela.
La reciente escala de la exdiputada fue Brasil (02 de abril); ante el
Comité de Relaciones Exteriores del Senado repitió el mismo casete. Los medios
que acompañan sus planes golpistas titularon: “Machado denuncia en Brasil al
'régimen sin escrúpulos' de Maduro”,
“Machado habló en Brasil de la lucha entre "un régimen opresor y un pueblo
que clama libertad”", “María Corina Machado se hizo escuchar en
comisión del Senado de Brasil”, “Líder opositora venezolana reclama a Brasil
una posición 'firme' contra el Gobierno de Maduro”, etc. La comparsa mediática quiso
lograr un impacto positivo internacional de la visita de la exdiputada,
ocultando lo que realmente sucedió.
No informó por ejemplo la réplica alturada, coherente y contundente que
hizo la Senadora brasileña Vanessa Grazziotini, mostrándole pruebas que ella ha
estado incitando al desorden y la violencia, para generar un golpe de Estado a
un gobierno que fue democráticamente elegido por el pueblo venezolano. La
exhortó a tratar esos problemas en los espacios de diálogos de paz propuestos
por el presidente Nicolás Maduro en lugar de estar viajando por el mundo para
justificar la violencia. Grazziotini rechazó frontalmente el video presentado
por Machado declarándolo de “montaje grotesco”, en donde unen o cortan algunos
dichos y episodios del presidente Maduro, con una determinada posición
política. Le preguntó: “¿quién elaboró ese video?”, “¿quién hizo la traducción?”.
“¡No vuelva a hacer eso!” le dijo. Otras de sus palabras fueron: “es un
irrespeto hacia mí…es un irrespeto al Senado de Brasil. ¡Señora Corina, es un
irrespeto! Cualquier persona, hasta un niño se da cuenta que ese video es un
montaje; no nos quiera engañar, porque de esa forma no gana absolutamente nada”.
Machadito, la misma que perdió su condición de diputada por ignorante,
neófita y prepotente, esta vez subestimó a quienes la escuchaban, creía que era
la misma fauna de la derecha cavernaria peruana que la recibió en el Congreso en
Lima y la acompañó a Venezuela. ¡Tremendo chasco! Grazziotini, con elegancia
pero sin perder la dureza, le cuestionó: “Si la manifestación nace de la
juventud es difícil para nosotros entender por qué las universidades son
destruidas por esos mismos jóvenes; si la manifestación es contra el
desabastecimiento, es difícil para nosotros entender por qué los manifestantes
queman camiones repletos de alimentos y provisiones” (Vea la alocución de
Grazziotini en: http://www.youtube.com/watch?v=b9RVlTBI2lY
).
Lo sucedido a Machado en el Senado de Brasil es parecido al bochornoso
episodio del 26 de febrero en la Asamblea Nacional de Venezuela, cuando la
diputada Tania Díaz le demostró ser la responsable de la violencia en el país.
En esa ocasión Machado salió corriendo de la Asamblea porque no quiso escuchar
la grabación de su voz, en donde melodramáticamente incita a incendiar el país.
El llamado fue: “Buenos días a todos aquellos que queremos democracia, señores,
es el grito. No es momento de cruzar los brazos, no es momento de irnos a la
playa, no es momento de disfrutar el fin de semana; es el momento de mostrarle
al gobierno quienes somos los que luchamos...Yo les repito, hay que participar en las desobediencia civil en la
guarimba activa; que, para el lunes todas las calles de Venezuela amanezcan
cerradas por favor, a todos aquellos los invito a participar en esta lucha
activa”. (Pueden ver el video en: http://www.youtube.com/watch?v=GHhr1HWWqDg
)
La guarimba no es un encuentro vecinal religioso para rezarle a la
Virgen de Coromoto. La guarimba es una estrategia subversiva y violenta que
atenta contra la paz y la tranquilidad pública. Se trata de bloquear las calles
para que nadie ni nada pueda pasar;
incendiar carros, caucho, cachivaches, basura, muebles y troncos. Además, se
utiliza armamento y explosivos caseros y convencionales como granadas, fales,
bombas molotov; todo esto con el propósito de crear un caos anárquico para
paralizar totalmente el país, provocando la intervención de la autoridad, para
lograr el enfrentamiento.
María Corina Machado caracterizada por su conducta trastornada, roñosa
y enardecida, viaja por el mundo y donde aterriza se atraganta hablando de paz,
derechos humanos, democracia y libertad. Sin embargo, las pruebas de su incitación
a la violencia, el odio, el enfrentamiento y la muerte son contundentes. En
Venezuela existe la denominada Juventud Activa Venezuela Unida (JAVU),
agrupación que la exdiputada respalda. Una de las consignas de la JAVU es: “Venezuela
necesita de ti. Mata un chavista”.
Mientras que la ‘oposición’, los medios y Washington quisieron hacer
creer al mundo que las guarimbas eran reuniones de víctimas inocentes
suplicando por paz y amor para Venezuela o que las manifestaciones de la
oposición eran pacíficas, y que en ellas participaban los nuevos Gandhi y
Teresa Calcuta venezolanos, a estas alturas, gracias a las nuevas “estrellas”
políticas como María Corina Machado, han quedado completamente desnudados,
porque estamos ante gente cuyo odio visceral y violencia organizada, pretenden
aterrorizar al país para dar un golpe de Estado en la patria de Bolívar.
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