A través de esta trinchera, nos sumamos a la exigencia de la liberación incondicional de las y los detenidos, castigo a los agentes policiacos que cometieron agresiones sexuales, solución de las demandas de los estudiantes de Mactumactzá y alto a la represión-criminalización del normalismo rural en todo el país.
Cristóbal León Campos / Para Con Nuestra América
Desde Mérida, Yucatán. México.
Tras las reiteradas muestras de solidaridad por parte de organizaciones sociales que reclamaron tanto al gobierno chiapaneco como al gobierno federal encabezado por el socialdemócrata, Andrés Manuel López Obrador, la liberación inmediata de las y los presos, se informó que se liberada de forma condicional a las 74 detenidas, lo que significa que seguirán vinculadas a un injusto proceso por el cual estarán bajo vigilancia gubernamental, continuando detenidos los 21 hombres hasta que su situación fuera definida por las autoridades. Según denuncias de diversas organizaciones, se habla de estudiantes-aspirantes desaparecidos, lo que de confirmarse podría significar un gravísimo nuevo caso de desaparición forzada, que se sumaría a los 43 de Ayotzinapa, que continúa como una herida abierta y con mucho aún por revelar. Además es de suma importancia señalar que las mujeres detenidas han denunciado acoso y violencia sexual por parte de los elementos de la policía y la guardia nacional que las sometieron.
Estos nuevos hechos de violencia contra el normalismo rural, acrecienta la lista represiva del gobierno chipaneco y del gobierno federal, ambos de Morena, que en 2019, también reprimieron a los normalistas de Mactumatzá y de la Escuela Normal Intercultural Bilingüe (ENIB) Jacinto Canek, que exigían mejoras en sus centros escolares y resistían ante los recortes a la matrícula y al presupuesto destinado para su educación. En otro caso y en pleno contexto de la pandemia de Covid-19, la socialdemocracia con lujo de violencia, encarceló y sujetó a proceso a estudiantes normalistas de la Normal Rural de Tiripetío en Michoacán, por protestar y defender el presupuesto escolar, debido a que a nivel nacional las escuelas normales rurales se vieron agredidas por recortes mayores al 60% en su presupuesto, siendo esto, un claro atentado contra la educación pública ejercido por la burguesía desinteresada en la insturcción de la clase trabajadora y de los sectores populares. Esto sin olvidar que en todo México, hay cientos de egresados normalistas que continúan sin respuesta ante su demanda de acceso al servicio docente. El desprecio contra el normalismo rural es sistémico en el capitalismo mexicano y cuenta con una ya larga trayectoria de varias décadas que se remonta al menos a 1969, cuando aconteció el cierre de muchas escuelas normales rurales y se intensificó la criminalización del normalismo rural, bajo el régimen priista de los genocidas Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, este último, continuador de las agresiones contra los movimientos sociales, obreros y estudiantiles, que marcaron las páginas negras de la guerra sucia.
La actual demanda de los estudiantes-aspirantes de la Normal Rural de Mactumatzá es que el examen de admisión se realice de forma presencial y escrito en cuadernillo, ya que el 95% de la matrícula de aspirantes proviene de comunidades con alta marginación y no cuentan con servicios de luz, internet y equipo de computación, petición a la que el gobernador morenista Rutilio Escandón Cadenas, a puesto oídos sordos, ignorando las propuestas de diálogo y reconocimiento de la realidad y de las necesidades específicas de la comunidad educativa de Mactumatzá, resultando una absoluta sinrazón pretender evaluar a los aspirantes de forma virtual en uno de los Estados del país con mayor grado de pobreza, marginación y con menor conectividad a internet de toda la república como es Chiapas, por lo que efectuar el examen en línea únicamente acrecentaría la desigualdad en el acceso a la educación. La visión tecnócrata-empresarial de la actual política federal de la socialdemocracia, sigue al pie de la letra el manual implementado por los burgueses capitalistas mexicanos, que desde décadas atrás, atentan flagrantemente contra los derechos de la clase trabajadora y los sectores populares, su deseo es terminar de privatizar la educación y mantenerla como un instrumento enajenante, pues su intensión de continuar agrediendo de continuar reduciendo a las normales rurales se engloba en el deseo burgués de desarticular la organización comunitaria y la visión social-comprometida que caracteriza a los normalistas rurales, organizados en su mayoría en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), cuyo compromiso proletario-social se ha comprobado a lo largo de las décadas con su participación al lado de las luchas obreras-populares en México.
La cerrazón del gobierno chiapaneco y del gobierno federal debe terminar; el gobierno federal de AMLO no puede continuar siendo cómplice ante estos hechos represivos, el derecho a la libre protesta y a la educación deben ser garantizados y los responsables de la violencia de Estado castigados. A través de esta trinchera, nos sumamos a la exigencia de la liberación incondicional de las y los detenidos, castigo a los agentes policiacos que cometieron agresiones sexuales, solución de las demandas de los estudiantes de Mactumactzá y alto a la represión-criminalización del normalismo rural en todo el país. Pero para que la justicia se establezca, debemos profundizar la organización y la lucha por la destrucción del capitalismo y la construcción del socialismo, único sistema social realmente humano.
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