El resultado de las PASO del domingo está a la vista: Juntos por el Cambio, 38,23%, Frente de Todos, 33,49% y Frente de Izquierda y de Trabajadores, 5,17% que, junto con los votos en blanco se suman a Juntos.
Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina
No bastó el apoyo económico de emergencia, la centralización ejecutiva de los tres niveles de administración, ni los múltiples y fructíferos esfuerzos de investigación, la negociación, la llegada y colocación de vacunas, la veloz construcción de hospitales, los masivos operativos colectivos de cientos de miles de trabajadores de la salud y de apoyo, fueron el telón de fondo que, desde las ventanas una población sonámbula y anestesiada contempló aterrada.
Faltó imaginación, hecho que los medios hegemónicos rellenaron con mentiras al punto de borrar lo dejado. Criminal, como su estilo, pero fue así.
Imaginación tuvieron los artistas, los creadores de series que, en el encierro prolongado, mantuvieron a millones de espectadores presos de las pantallas, pantallas que les devolvían una ficción más que real de lo que estaba sucediendo fuera de sus casas.
Imaginación tuvo Alex Pina y su equipo, cuando en 2017 salió con La casa de Papel, donde se propone cometer el atraco del siglo en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
No dieron un mango por la serie en ese momento y, de golpe y porrazo, se encontraron con un éxito que tuvieron que administrar para poder desarrollar varias temporadas. Inspirada en el famoso ladrón irlandés Willie Sutton que robó más de 100 bancos entre 1920 y 1950 sin usar jamás un arma cargada, como el profesor Sergio Marquina de La casa; Sutton hombre condenado y liberado por buena conducta terminó siendo asesor de seguridad de los bancos y fuente inspiración de varios films, como El robo del siglo con Sean Connery y Catherine Zeta-Jones, en 1999, cuando el cambio de siglo ponía en duda a las computadoras. Un minuto ganado en el cambio de milenio fue necesario para robar el banco situado en las alturas de Torres Petronas en Kuala Lumpur. Un minuto de imaginación valió 100 millones de dólares, según el argumento propuesto.
En 2019, Jorge Martínez está en España y filma, Vivir dos veces. Encarna a un arquitecto, profesor de matemáticas, universitario, como se preocupa en aclarar a cada rato, sostiene una discusión con un alumno racional y canchero, desde su profesión como arquitecto, imaginando a dios como invención y, desde la ley de probabilidades le demuestra que los miles de millones de espermatozoides que fecundaron el óvulo del que nació, lo hacen inexistente, por tanto, si no existe ¿con quién discutir?
Emilio tiene sus bemoles, como muchos personajes que ha encarnado Martínez, es un gran cabrón, como en el Ciudadano ilustre.
No se acuerda que ya ha pagado su cuenta en el bar, e insiste en pedir pan con tomate, pero que estén separados. Canoso y con barba ídem, Emilio vive solo desde que su esposa falleció, y cuando su hija Julia le propone que se mude con ella, su esposo y su hija, se niega rotundamente.
Pero ese no es el tema en cuestión, necesita reencontrarse con Margarita, un amor que no llegó a tal en su infancia. Claro que empieza a olvidar y las pistas para hallarla son pocas.
Entonces aparece la fantasía, se le hace viva la finada y empieza a acosarlo para que cumpla con su deseo de que tire sus cenizas junto a su amor de juventud en un lugar específico del litoral mediterráneo.
El presidente, es otra serie desopilante que atrapa desde el vamos: Sergio Jadue, un dirigente de un humilde club de Chile, La cantera, se ve inesperadamente a cargo del fútbol chileno. Embriagado de poder, se transformará en el protegido del padrino Julio Grondona y la llave del FBI para desbaratar el mayor esquema de corrupción del deporte mundial, y poner tras las rejas a los presidentes de todas las federaciones de América del Sur.
La serie se inicia con el velorio de don Julio Grondona, un verdadero prócer del fútbol, interpretado por el actor argentino, Luis Magani, que reproduce el lunfardo canchero del porteño, sobrador si los hay, como narrador omnímodo.
Mientras la pelota ruede, “nosotros ganamos guita”. Los jugadores pasan, los hinchas pasan, pero la pasión del fútbol, jamás e insiste a nivel local, si la Copa América es un regalo, el Mundial es la chancha los veinte y la máquina de hacer chorizos.
Desde 1975, la COMEBOL tiene su sede en Luque, un pueblo distante a 15 kilómetros de Asunción del Paraguay, cuando la dictadura de Alfredo Estroessner les otorgó inmunidad diplomática, como un país soberano; desde entonces eludieron cualquier control impositivo de país alguno. Licencia para robar. Don Julio en plena dictadura, organizó el Mundial ’78 a cargo del Almirante Lacoste. El poder sin límites les dio la impunidad para hacer y deshacer.
Jefrey Epstein, Asquerosamente rico, en los relatos de las sobrevivientes de este documental que analiza como el convicto abusador sexual Jefrey Epstein, usaba su riqueza y poder para perpetuar sus delitos, es otra propuesta seductora.
Lo manifiestamente indignante es que su círculo de amistades involucra al expresidente, el magnate Donald Trump, al Príncipe de Gales y otros multimillonarios del 1%.
La valla, pone su acento en España que, como en el resto del mundo, se ha visto empujada a un régimen dictatorial por la falta de recursos naturales. (Todos ya advertían que la pandemia desencadenada en 2020, era una crisis de crisis.)
La vida en el campo es imposible y, en la ciudad, una valla divide a los privilegiados del resto.
“Noravirus – uso general de barbijos y, una Madrid desierta, el estado de sitio y la búsqueda de la vacuna.
Es como si la realidad superase ampliamente la ficción. Hay un montón de puntos de conexión. Con mis compañeros de elenco no podemos creerlo”, explica desde Buenos Aires, la actriz Eleonora Wesler, mientras usa lavandina para limpiar las superficies domésticas.
“Empecé el 8 de enero de 2019 y terminé el 30 de junio. Me parecía superfantasiosa cuando la grabé.” El avance del coronavirus en España el jueves, 4.089 muertos y más de 56.000 contagiados. (26/03/2021)
Por prudencia se desestimó estrenarla para no inducir al pánico.
“La única manera de pasar de una zona a otra es cruzar la valla, para lo cual es necesario disponer de salvoconducto reglamentario.”
Este es el punto de partida de una historia que nos llevará a conocer a Julia (Olivia Molina), Hugo (Unax Ugalle) y Emilia (Ángela Molina): una familia que lucha por recuperar a la pequeña Marta (Laura Quirós), en manos del gobierno. Escasez de recursos. Una historia de supervivencia, de traiciones, de secretos y la de un crimen perseguirá a sus protagonistas.”
“Mi personaje se llama Alma, es argentina, hace años que vive en España. No hay libertad y los únicos que tienen facultades de dirigir todo es una parte de la sociedad a la que Alma pertenece.”
“Encarno a una científica, la pareja del ministro de salud, un tipo honesto. En esta situación donde se diferencian pobres y poderosos, no se encuentra el antígeno. Ahora tiene un centro de investigación médica. Experimenta.”
Su productor, Daniel Écija, dice: “Si no tenemos cuidado la realidad de la valla puede pasar”. Desde luego que su apreciación es certera en la incertidumbre en que se desarrollaba la pandemia, matando tanta gente. La imagen de Madrid abandonada, con sus cinco torres rodeadas de vegetación salvaje, presas del abandono, son más elocuentes que lo sucedido hasta ahora.
Después de la imprenta de Gutenberg y la difusión de los libros, el conocimiento se extendió como nunca lo había hecho hasta entonces. Hace medio siglo Internet produjo una revolución similar. Imposible imaginar el mundo actual sin ese prodigio científico. Estamos conectados simultáneamente millones de seres humanos, pendientes de las pantallas de los celulares
Nos ataca la ansiedad, no sólo a los niños y jóvenes, sino a todos, adviertimos que no podemos tener la mente quieta, que salta de un pensamiento a otro. Sabemos que viene de la época de la inmediatez. El deseo debe satisfacerse de inmediato, apenas la necesidad estalla.
Las necesidades son infinitas, fruto de la imaginación. La imaginación es infinita, lo dijo David Ricardo que de esto, la sabía lunga.
Pero la ansiedad agota, enferma, involucra estar en permanente vigilia como estamos ahora.
La salud mental en ese contexto es un desastre, tampoco es prioridad, como no lo fueron otras que llevaron a la muerte.
A pesar de esos nubarrones, estamos atentos a mensajes, llamadas, opiniones que a nadie importan.
No es nuevo. Siempre fue así o peor.
Los obreros ingleses quemaban los telares industriales porque los dejaban sin trabajo. Los indios norteamericanos arrojaban sus flechas contra el caballo de hierro, como le llamaban al tren, que iba atravesando sus extensas y vírgenes pradera rumbo al lejano oeste.
Siempre estuvimos sobreviviendo, fuimos presa de un enemigo al acecho, la mayor de las veces invisible.
Extranjeros, atravesar cualquier espacio fue arriesgado, siempre había ojos vigilantes. Su mirada ponía en alerta. Alerta que encendía una luz roja. Rojo color que siempre fue señal de peligro.
El S.O.S. de Morse fue la señal universal de pedido de auxilio: tres pulsos cortos, tres pulsos largos, tres pulsos cortos, aprobada en Berlín en 1906.
Actualmente se usa Mayday que viene de m’aidez, ayudadme, aceptada por la Convención Radiotelegráfica Internacional de Washington de 1927. Pero recién es aprobada el 4 de agosto de 1932, medio año antes de que Hitler sea elegido Canciller de Alemania e instalara el demonio nazzi. Sin embargo el huevo de la serpiente se había incubado catorce años antes en el Palacio de Versalles, palacio de los Luises, entre los que estaba Luis XIV, el rey sol y Luis XVI, que es decapitado por Marat y comienza la democracia moderna, su general más joven, corso de apellido Bonaparte, será el nuevo Emperador, como luego décadas más tarde la Comuna de París será aniquilada por otro Bonaparte.
En menos de un siglo, millones de seres humanos habían sido asesinados, mutilados, enloquecidos, heridos, quedado huérfanos, viudos, sin familia y los que se salvaron, locos, dementes. Pero no fue nada de lo que vendría después, con las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, o Chernóbil o Fukushima o la pandemia del Covid 19.
En la octogenaria Universidad Nacional de Cuyo, donde estudié hace medio siglo, el 9 de septiembre de 2021, en el turno mañana, durante un recreo, se arrojó una niña de 14 años a la vista de todo el colegio lo que dejó a sus compañeros paralizados de pánico (se tiró de 5 metros, quedó internada, aunque ya lo había intentado anteriormente); los directivos y docentes aconsejaron seguir las actividades como si nada hubiera sucedido, cuando el Centro de Estudiantes pidió la suspensión. No fue el único caso, días atrás, en la Escuela del Magisterio otro alumno intentó lo mismo[1]. Los alumnos venían preocupados por la salud mental y directivos y docentes defendían la presencialidad. Absurdo, demencial, execrable, abyecto.
El rector y su entorno son del mismo gobierno neoliberal de Mendoza, mientras reducía el sueldo de docentes e investigadores, incorporaba amigos sin trayectoria, atentando contra la producción de pensamiento, como hizo Macri desde 2015.
En ese estado demencial, comentaba una docente del establecimiento, no se puede hacer nada, ni dar clases en el pizarrón ni anotar en las planillas, hay que estar atentos como en la línea de combate; los alumnos – desquiciados por lo que han presenciado – actúan arrojando cosas, saltando, corriendo. Desde que ingresan hasta que se van, nadie puede distraerse un segundo. Todos se defienden de todos. Nadie está exento de ser agredido. Todos sospechan de todos.
Sólo los jóvenes alumnos son inocentes, el resto es culpable, sobre todo, los mayores, las autoridades.
Las mismas que ahora se hacen las desentendidas, como el gobierno anterior, con la ruina ocasionada y desde la tribuna en que vieron todo lo que sucedía, ahora se prenden a noticias tontas que les regaló el oficialismo en esta pandemia de locos.
Loco pero no tanto, Claudio Lozano, Director del Banco de la Nación Argentina, propone una cuasi moneda desvinculada del dólar, para poder aumentar la masa de dinero que se vuelque al consumo. Dentro del paquete de medidas para revertir el mazazo electoral de repudio. Esto frente a las elecciones de noviembre.
El presupuesto 2022, enviado por el ministro Martín Guzmán al Congreso este viernes 17 de septiembre de 2021, como medidas de reconstrucción del Estado argentino, proyecta pagar el Ingreso Familiar de Emergencia IFE, 73 mil millones de pesos, 0,12% del PBI proyectado, con el impuesto a las ganancias de los jueces. El Poder Judicial no paga ganancias gracias a una acordada de la Suprema Corte de 1996, Ley 24.631, del gobierno de Menem. Esto dentro de un paquete de reactivación económica de más de 60 medidas que se vienen planificando para ampliar el consumo y poner el país de pie.
Hoy jueves 16 de septiembre, el presidente Fernández debería haber viajado a México para hacerse cargo de la presidencia protémpore de la CELAC y la celebración del Bicentenario azteca, invitado especialmente por AMLO. Lo hace en su lugar, el Canciller Felipe Solá, mientras él consolida el frente interno.
Simple y claro, es acción de gobierno. Lo sabemos y lo saben. Lo saben bien, con toda la parafernalia de trolls, por eso cacarean con otro modelo es posible, como lo dijo el humanoide ex prescindente y sus acólitos.
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