Honduras es uno de los países latinoamericanos que tendrá en el actual escenario político una de las dos últimas elecciones del año 2021: lo hará el día 28 de noviembre; la otra elección será el 19 de diciembre en Chile.
Adalberto Santana / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de México
A la par de esa situación, en el curso de su actual gestión, su hermano Antonio “Toni” Hernández, de muy mala fama por sus nexos con el crimen organizado (el llamado cartel de “Los Cachiros”), fue detenido en EU, acusado y condenado por narcotráfico en 2019 por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York. Hoy purga una larga condena en la misma prisión con otros narcotraficantes latinoamericanos, como uno de sus socios, Joaquín el “Chapo” Guzmán, jefe del llamado Cartel de Sinaloa y Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad del ex presidente conservador mexicano, Felipe Calderón Hinojosa, actual militante del Partido Acción Nacional (PAN), entidad neoconservadora y par ideológica y políticamente del Partido Nacional de Honduras. Lo común de Calderón Hinojosa y JOH, es que se ha sostenido que crearon una especie de “narcoestados” en México y Honduras. Incluso se han recogido testimonios de los propios “Cachiros” que financiaron las campañas electorales de 2009 y 2013. De ahí que también cuando JOH, concluya su mandato, difícilmente podrá refugiarse en los EU. Más bien tendrá que buscar una opción al sur del continente americano.
Así, uno de los países de América Latina y el Caribe con mayor vulnerabilidad es Honduras, nación centroamericana que se ha desangrado al identificarse que más de 300 mil de sus ciudadanos tuvieron que emigran al norte, producto del crecimiento de la pobreza y la violencia en 2019. De ahí que se señale que entre 2004 y 2018 se registraron casi 72 mil homicidios. Lo que ha implicado un promedio de una decena de homicidios diarios. Más dramática es la situación cuando en buena medida se ha reconocido que Honduras junto con Haití son los países más pobres de la región. Por ello la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), apunta que el 40 por ciento de la población de ese país centroamericano se ubica en una condición de pobreza extrema. Incluso se señala que más del 70 por ciento de la población en el medio rural vive en condiciones de miseria. Escenario que en gran medida explica el gran flujo de migrantes irregulares que buscan llegar a la frontera con EU cruzando el territorio mexicano. Sumándose que en 2020 y 2021 tal situación se agravó con la pandemia de la coronavirus. Según la Universidad Johns Hopkins hasta el 24 de noviembre de 2021, Honduras sumaba un total de 10,397 fallecidos y más de 377 mil infectados. Siendo uno de los países más golpeados proporcionalmente en la región. Otros indicadores de la situación en Honduras, apuntan que en el país centroamericano, la seguridad social es desastrosa, ya que solo una persona de cada diez tiene acceso a ella. En el marco de la pandemia, puede pensarse que con cinco hospitales y la falta de médicos y enfermeras la crisis de salud es más que alarmante.
En ese paisaje parece que están dadas las condiciones para que el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), con su candidata presidencial Xiomara Castro, derrote al candidato de la ultraderecha hondureña y continuador de JOH, Nasry Asfura del PN. Hay otros candidatos, sin embargo, la tercera opción real sería Yani Rosenthal del Partido Liberal (PL). Agrupación clientelar que ha perdido la brújula y se ha vuelto un partido cada vez más débil ante el crecimiento de LIBRE. Entidad que en buena medida representa al polo de la centro izquierda latinoamericana, y cuyo fundador, Manuel Zelaya tras sufrir el primer golpe de Estado del siglo XXI en América Latina y el Caribe en junio de 2009, fundó posteriormente a LIBRE, convirtiéndose en el partido con más opciones de cambiar el rumbo de Honduras. Así, las elecciones para este domingo 28 de noviembre de 2021, es que triunfe Xiomara Castro, si es que no hay fraude electoral generado por lo “cachurecos” y también si se vence al abstencionismo y concurren a votar el grueso de los sectores populares de la patria de Francisco Morazán. Si llega a generarse ese escenario, seguramente veremos de nueva cuenta en la región el fortalecimiento de gobiernos progresistas en nuestra América.
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