El incendio que provocó la muerte de dos empresarios agrícolas en la
zona de La Araucanía, renovó el conflicto entre la comunidad mapuche y el
gobierno chileno de Sebastián Piñera. Acusados de los hechos, el gobierno no
dudo en anunciar que, de ser necesario, aplicaría la ley antiterrorista y el
estado de excepción en la zona. La dirigente mapuche
Lonko Juana Calfuno, afirma en la siguiente carta: “Nos sentimos excluidos del
derecho y víctimas de una política que nos ha tratado de erradicar como pueblo
para asimilarnos y hacernos desaparecer”.
La dirigente mapuche Lonko Juana Calfuno |
Wallmapu, 5 de enero de
2013
Sr. Presidente:
En mi calidad de
autoridad tradicional, quiero expresar mis condolencias a los familiares de
Luchsinger Lemp y su esposa Vivian McKay quienes resultaron con serios daños
tanto materiales como pérdidas humanas. Dichos hechos ocurridos en vilcun, que
antes de conocerse a sus autores, se lo han atribuido de forma inmediata a los
mapuche. Nosotros los mapuche, somos los primeros en repudiar, la violencia, ya
que hemos vivido este trato inhumano por casi 130 años.
Mi comunidad, mi
familia y yo personalmente he sufrido numerosos atentados de esa naturaleza; elementos
desconocidos quemaron tres veces mi casa; en uno de estos incendios encontramos
calcinados los restos de mi tío Basilio Coñonao. Sin embargo, cuando somos los
mapuches los afectados, y la injusticia de haber sido objeto de este tipo de
violencia, debemos lamentar la insensibilidad de las autoridades y la
indolencia de los medios de comunicación.
En estos casos, como el mío propio,
no existen visitas del Presidente chileno, ni de sus Ministros y Parlamentarios
ni se decreta el estado de sitio y mucho menos se les aplica a los autores la
ley antiterrorista. No obstante, tenemos que seguir escuchando de las
autoridades políticas de Chile que existe “igualdad ante la ley”. Esta falta de
igualdad ante hechos tan lamentables como los sucedidos a la familia
Luchsinger, una vez más esto nos confirma que los tribunales no son
independientes, las autoridades políticas tratan con un racismo judicial
marcado una notada deferencia a nuestro pueblo. Como usted, Sr. Piñera, ha
podido comprobar los mapuches no tenemos problemas a la hora de rechazar y
condenar estos hechos tan lamentables como es el incendio ocurrido en Vilcun.
Usted debería
reflexionar, sobre las torturas que la policía me infligió y que me provocaron
un aborto quedando sin condena a los culpables; ¿por qué quedaron impunes los
innumerables allanamientos arbitrarios a las casas de nuestras comunidades? El
robo de dineros, la incautación de herramientas de trabajo y de aparatos de
comunicación que nunca fueron devueltos? Todo ello me hace pensar que la
policía no está al servicio de la sociedad y que para nosotros los mapuches no
es garantía de seguridad y protección como debería serlo en un estado de
derecho y régimen democrático.
Sin embargo, estos
hechos han sucedido en un clima de violencia y confrontación de las autoridades
políticas chilenas no pueden eludir su responsabilidad debido a la incapacidad
política para solucionar el conflicto que se vive en nuestro Wallmapu. No
debemos olvidar que los hechos mencionados han ocurrido en el contexto territorial
de numerosas comunidades que luchamos por la restitución de nuestras tierras
que injustamente nos fueron arrebatadas en el pasado, cuyo problema las
autoridades chilenas no dan una solución satisfactoria que reduzca la pobreza
que sufrimos los habitantes de dichas comunidades. Del mismo modo, también
tenemos que tener en cuenta que los hechos han ocurrido en el quinto
aniversario de la muerte de nuestro querido lamngien (hermano) Matías Catrileo,
asesinado violentamente por la espalda y cuyos autores disfrutan de la más
completa impunidad.
Las movilizaciones de
nuestras comunidades mapuches, que van en aumento, se deben a la falta de
justicia y al rechazo a cualquier tipo de dialogo productivo sobre la
restitución de nuestro territorio. A ello hay que añadir la terrible injusticia
que originó la anexión ilegal de nuestra Nación Mapuche a la jurisdicción del
estado chileno hace 130 años, lo cual causó el empobrecimiento crónico que
venimos sufriendo las comunidades desde entonces. Esta anexión ilegal nos quiso
arrebatar nuestra identidad nacional y nos condenó a una vida sin dignidad que
nos ha dejado en la total indefensión, criminalización y judicialización de
nuestras demandas, por parte del estado chileno.
Nuestras protestas por
un tratamiento más justo son criminalizadas, dando lugar a que se cometan las
más atroces violaciones a los derechos humanos. Mi propio caso de nuevo sirve
para ejemplarizar el trato injusto que sufrimos los mapuche. Por protestar por
el no pago de un trazado usurpado por la MOP (ministerio de obras públicas) y
Frontel, fui objeto de una implacable persecución política; fui acusada de
atentar contra la autoridad y estuve cuatro años encarcelada junto a toda mi
familia. Me aplicaron una ley retroactiva al extremo de que mi hija menor tuvo
que ser enviada al exilio por la falta de seguridad.
Comparto el dolor de
las familias mapuches que nunca encontraron justicia por sus seres queridos
asesinados por la policía chilena. A la vida de nosotros los mapuche no se le
da el valor y significado que se le da a la vida de un winka (chileno), una
mención especial a mis Hermanos asesinados: Matías Valentín Catrileo Quezada
(2008), Julio Alberto Huentecura Llancaleo (2004), Xenón Alfonso Díaz Necul
(10-05-2005), José Huenante Huenante (16 años, detenido por la policía y luego
desaparecido), Juan Collihuin Catril (Agosto 2006, 71 años), Johnny Cariqueo
Yañez (2008). Jaime Facundo Mendoza Collío (julio-agosto 2009) José Marcelo
Toro Ñanco, 35 años (noviembre 2009).
Sr. Piñera, el mundo es
testigo de las injusticias que su gobierno y el estado chileno cometen y han
venido cometiendo durante estos 130 años. Como autoridad de mi pueblo no puedo
dejar de mencionar estas injusticias porque yo las he vivido personalmente, y
aún las vivo. Como Autoridad Tradicional (Lonko) le exijo, que termine con la
persecución política y los allanamientos; que se termine con el hostigamiento
hacia las comunidades que se encuentran cercadas por la policía, que se tenga
consideración con las madres mapuches que sufren la represión cotidiana, con
los jóvenes heridos y detenidos y con los niños traumatizados por la violencia
policial. Exigimos una solución urgente a la situación de los detenidos que
están en huelga de hambre porque no se les respetó el debido proceso. También
es inaceptable que nuestros hermanos detenidos mapuche sufran largas medidas
cautelares en la cárcel hasta que se compruebe su inocencia, como ha sucedido a
miembros de mi grupo familiar y a muchos otras autoridades y miembros de mi
pueblo Mapuche, a pesar de lo injusto de sus detenciones, jamás han tenido ni
la más mínima reparación o compensación por la desarticulación de la familia,
por los daños económicos, físicos y psicológicos.
Como usted ha podido
comprobar, los mapuche tenemos razones fundadas para desconfiar de la buena fe
de su gobierno y de los anteriores. Mañana 6 de enero, fecha en que los mapuche
conmemoramos el establecimiento de la frontera en 1641 y nuestra independencia
que el estado chileno opto por ignorar hace 130 años atrás, desde entonces
todos los gobiernos han eludido su responsabilidad de tratarnos con igualdad y
justicia. Nos sentimos excluidos del derecho y víctimas de una política que nos
ha tratado de erradicar como pueblo para asimilarnos y hacernos desaparecer.
Este es uno de los principales motivos por lo cual los mapuches no nos sentimos
identificados con su país. Sin lugar a duda, es indispensable, Sr. Piñera,
tener voluntad política para solucionar el conflicto y conseguir la paz social,
que los mapuches tanto deseamos, y que termine de una vez con este clima de
militarización de nuestro territorio y enfrentamientos que lamentablemente ya
ha costado la vida a demasiadas personas Mapuches y Chilenos.
Atentamente…
Lonko Juana Calfunao
Paillalef
Comunidad Juan
Paillalef
Sector Curaco Camino
Lago Colico
Territorio de la Nación
Mapuche
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