Si la marejada abierta por Venezuela en
América Latina fue un hito en el panorama político actual del mundo, con Syriza
y PODEMOS con cuotas de poder importantes en España y Grecia se podría
potenciar el movimiento antineoliberal hacia un nuevo estadio.
Rafael
Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica
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| Más de 100 mil personas acudieron a la manifestación de PODEMOS en Madrid, el pasado 31 de enero. |
En Europa se ha iniciado un proceso con
características similares a lo que América Latina vivió a partir de la llegada
del Movimiento V República en Venezuela en 1999. Es decir, se ha iniciado el camino
para sacudirse de encima el modelo neoliberal que acogota al pueblo y ahoga a
las naciones.
Al igual que en América Latina, los
políticos que se encuentran en el poder y sus asociados mediáticos, financieros
y de todo pelaje, han puesto el grito en el cielo y han desatado una campaña de
mentiras, desinformación y miedo que, por estos lares latinoamericanos, no nos
son extraños.
En estos días, el Primer Ministro
Griego, Alexis Tsipras, realizó una gira por algunos países de la Unión Europea
con el fin de sondear posiciones en relación con la nueva postura de Grecia de
renegociar la deuda contraída con el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario
Internacional y la Comisión Europea. Con excepción de Alemania, Italia, Francia
e Inglaterra no ven con malos ojos inclusive la desaparición de la llamada
troika.
El solo considerarlo constituye un gran
avance, impensable hace unos cuantos días cuando, antes de las votaciones que
llevaron a Tsipras al poder, se desató una campaña de terror orientada a hacer
pensar a los griegos que lo que seguiría sería el desastre.
En España, el avance, hasta ahora
incontenible de PODEMOS , inmediatamente saca a relucir el fantasma de Hugo
Chávez quien, como el Cid Campeador, incluso después de muerto sigue dando
batalla. Es una táctica ya ensayada en todas las elecciones latinoamericanas en
donde alguna fuerza de izquierda parezca tener algún chance de ganarlas.
No cabe duda que siempre hay sectores de
la población a los que estas campañas les hacen vacilar, pero también es cierto
que la reiteración de la estrategia ha ido alertando a muchos. En ellas, los
medios de comunicación tienen un papel central. No dudan en tergiversar y
mentir, y aunque en muchas oportunidades se vean en la obligación de rectificar,
todos sabemos que una vez que la bola se ha echado a rodar, crece y deja huella
en las conciencias más desprevenidas.
Si la marejada abierta por Venezuela en
América Latina fue un hito en el panorama político actual del mundo, con Syriza
y PODEMOS con cuotas de poder importantes en España y Grecia se podría
potenciar el movimiento antineoliberal hacia un nuevo estadio.
Aunque el capitalismo en su expresión
neoliberal tiene aún una enorme fuerza, pareciera que lo que ha venido
sucediendo en América Latina y lo que parece avecinarse en Europa muestra que
se ha abierto una nueva etapa de atemperamiento del capitalismo.
Un hecho similar había sucedido después
de la Segunda Guerra Mundial, cuando el miedo al ejemplo de la Unión Soviética
llevó a la estructuración del Estado de bienestar. Ahora, es la presión de las
masas empobrecidas, sobre las que ha caído el peso de la crisis, la que está
orillando a que surjan este tipo de partidos y movimientos.
No se trata de partidos revolucionarios
que pretenden construir sociedades no capitalistas, aunque algunas lo planteen
como una aspiración. Se trata de contener los desmanes del capitalismo actual,
en buena medida como lo propugnó otrora la socialdemocracia que claudicó en sus
ideales, y se transformó en uno de las correas de transmisión del capitalismo
neoliberal.
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