Habiendo
llegado Syriza al gobierno con un
programa que es todo lo contrario a las medidas que le quiere imponer el
Eurogrupo, el ultimátum no puede sino interpretarse como un serio intento de
convertir al gobierno de Tsripas en algo
totalmente opuesto para lo cual fue
favorecido por la mayoría en las elecciones de enero. He aquí el motivo por el
cual el gobierno ha convocado a un referéndum el próximo domingo 5 de julio.
Carlos Figueroa Ibarra / Especial para
Con Nuestra América
Desde
Puebla, México
Hoy
como desde hace siete años, Grecia es
azotada por la tormenta. Con una deuda que
alcanza el 180% del Producto Interno Bruto, está en una situación
desesperada. Los rescates financieros que
le fueron otorgados en 2010 y 2011 y que suman 240 mil millones de
euros, al parecer resultaron insuficientes para
poder sacar avante al país: el
programa de rescate financiero elevó la deuda externa a 320 mil millones de
euros. Así las cosas, las cifras de
desempleo siguen siendo más o menos las mismas que las que consigné en un artículo que escribí en junio
de 2012: 25% de la Población
Económicamente Activa y aproximadamente
el 50% de la población juvenil. Y los programas de austeridad impuestos por la
“Troika” (Banco Central Europeo-BCE, Comisión Europea y FMI) han castigado
cruelmente al pueblo griego. Basta recordar las cifras de las medidas de
austeridad que le han impuesto a los griegos: despido de 150 mil burócratas,
disminución del salario mínimo en un
60%, aumento del IVA de 23% (castigo a
los consumidores y no a los que más
tienen), reducción de las pensiones en un 40%, recortes presupuestarios.
Fue
esta crisis devastadora la que llevó en
enero de este año al triunfo de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) en alianza con un partido
nacionalista de derecha que se opone, por sus propias razones, a las medidas
impositivas de los organismos
financieros internacionales (ANEL, Griegos Independientes). A seis meses
de ese triunfo el gobierno encabezado por Alexis Tsripas se encuentra en una
encrucijada. No pudo llegar a un acuerdo con el FMI con respecto a diferir para
noviembre el pago de 1,600 millones de euros y por tanto a partir del martes 30
de junio de 2015 ha entrado en una moratoria de pagos generando una conmoción
económica mundial. Las razones se pueden advertir en el discurso emitido hace unos días por el Primer Ministro griego. Simple y
sencillamente el gobierno se
niega a aceptar el ultimátum
planteado por el Eurogrupo (el conjunto de países acreedores de Grecia) en el
sentido de seguir apoyando al país a cambio de una nueva andanada de
medidas de austeridad sobre el
terriblemente castigado pueblo griego. Estas medidas, de acuerdo con lo expresado por el propio
Tsripas, son una mayor precarización
laboral, más recortes en las pensiones, más reducciones en los salarios del
sector público y un incremento al 23% en
el IVA de alimentos, restaurantes y turismo
además de la eliminación de las exenciones tributarias en las islas griegas.
Habiendo
llegado Syriza al gobierno con un
programa que es todo lo contrario a las medidas que le quiere imponer el
Eurogrupo, el ultimátum no puede sino interpretarse como un serio intento de
convertir al gobierno de Tsripas en algo
totalmente opuesto para lo cual fue
favorecido por la mayoría en las elecciones de enero. He aquí el motivo por el
cual el gobierno ha convocado a un referéndum el próximo domingo 5 de julio.
Ese
día sabremos la suerte que le espera al pueblo griego.
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