Cada día aparecen más
casos de sobornos ligados a la corrupción de funcionarios públicos por empresas
privadas especializadas en el manejo de proyectos de dudosos antecedentes.
Marco A. Gandásegui, hijo* / Para Con
Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
Los más recientes son
Odebrecht y Andrade – gigantes constructoras – de Brasil. Igualmente, la
Distribuidora Metropolitana S.A. – Dimesa - de Honduras (vinculada a GENISA).
Se puede sumar el caso de la ecuatoriana Hidalgo & Hidalgo. En los dos
primeros casos, sus presidentes fueron encausados y se encuentran bajo órdenes
cautelares. Las tres empresas tienen fuertes vínculos con políticos panameños
insertos en el engranaje gubernamental y también con altos funcionarios de
gobiernos pasados.
Los casos de soborno de
Brasil, según fuentes informativas, le causaron pérdidas por 2 mil millones de
dólares a la empresa pública Petrobras. La mayor parte del dinero obtenido por
los gigantes de la construcción brasileña Odebrecht y Andrade Gutiérrez,
mediante diferentes actos de corrupción, era depositada en cuentas en otros
países, entre los que sobresalen Panamá, Suiza y Mónaco.
Según los fiscales brasileños, “Odebrecht y Andrade Gutiérrez capitaneaban
un esquema de cartel dentro de Petrobras". Manejaban un sofisticado
esquema de pagos ilegales a ex-directivos de Petrobras en países como Panamá.
El fraude en la gigante petrolera “amañaba licitaciones para adjudicarse obras
contratadas por la estatal entre 2004 y 2014”. Según fuentes informativas, “los
sobornos pagados para obtener las concesiones fueron destinados a financiar
partidos políticos y a engrosar fortunas personales. Entre los investigados se
destacan dos gobernadores, 13 senadores y 22 diputados en funciones”.
Andrade opera en 40
países. A su vez, Odebrecht tiene oficinas en 21 países, facturó más de 40 mil
millones de dólares en 2014y tiene una planilla con 181 mil empleados. (El
gobierno panameño tiene una planilla con una cantidad similar de empleados). En
la actualidad, Odebrecht construye un par de metros en las ciudades de Río de
Janeiro y Panamá, respectivamente.
En Panamá, Odebrecht ha
facturado cerca de 8.5 mil millones de dólares en poco más de cinco años. Llegó
al país de la mano del presidente Martín Torrijos para construir la Cinta
Costera de la capital y desde entonces ha ganado licitaciones en los gobiernos
de Ricardo Martinelli (2009-2014) y Juan Carlos Varela (quien cumple su primer
año como presidente la próxima semana).
No se queda atrás otro
amigo de los gobernantes panameños, el empresario Luis Shucri Kafie, de
nacionalidad hondureña, quien se ha hecho renombre por su papel como líder de
Generadoras del Istmo SA – GENISA – constructora de la represa de Barro Blanco
realizada contra viento y marea. La represa -sobre el río Tabasará - afectará a
la Comarca Ngobe Buglé. Es rechazada por el pueblo indígena y la opinión
pública panameña.
Kafie perdió su
libertad recientemente en Honduras al ser acusado de desfalco contra la Caja de
Seguridad Social por 118 millones de dólares a través de DEMISA. Kafie es,
también, ejecutivo de Luz y Fuerza de San Lorenzo (LUFUSSA). Kafie, además, es
directivo de la generadora termal de La Chorrera en Panamá.
En estos momentos el
gobierno del presidente Varela negocia con dirigentes del pueblo ngobe sobre el
futuro de la represa de Barro Blanco. Los representantes indígenas rechazan
categóricamente la hidroeléctrica en Barro Blanco. Alegan que pondrá en peligro
la vida de muchas comunidades y la integridad de la comarca. Además, los
voceros populares señalan que la construcción de la represa fue posible gracias
a la intervención de la policía del ex-presidente Martinelli. En 2011 murieron
tres indígenas en incidentes relacionados con las protestas contra el proyecto.
Varela no descarta la
posibilidad de continuar el proyecto de Barro Blanco bajo la dirección de
GENISA de Kafie. También baraja la opción de poner fin a esa concesión y
entregarle el proyecto a una tercera empresa. El conflicto en Barro Blanco
trasciende los sobornos del empresario hondureño y sus posibles socios en
Panamá.
En la larga lista de
casos de corrupción en Panamá, también se destaca Hidalgo & Hidalgo,
empresa ecuatoriana que, junto con funcionarios del ex -mandatario Martinelli,
confabularon para ganarse en 2012 un proyecto de riego en el distrito de Tonosí
(provincia de Los Santos) por 155 millones de dólares que nunca despegó. En
este caso hay dos empresarios ecuatorianos privados de libertad y varios
funcionarios panameños con medidas cautelares. Entre los empresarios panameños
se destacan el ex-vicepresidente Felipe Virzi (con una medida de casa por
cárcel) y sus socios más allegados que se encuentran fuera del país.
25 de junio de 2015.
*Profesor de Sociología
de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA
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