La frustrante aparición del
administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en la Asamblea de
Diputados trajo a la memoria las explicaciones que el conde Delesseps le daba a
la República francesa por la aparatosa quiebra de la compañía constructora de
la vía acuática en el Istmo a fines del siglo XIX. Fue calificada como un
"escándalo". En Francia la palabra Panamá todavía en el siglo XXI es
sinónimo de escándalo.
Marco A. Gandásegui, h. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
El Frente Panamá Soberana (FPS) calificó
en un comunicado como "escandalosos" los atrasos, sobreprecios y
desgreño administrativo que está sufriendo la ampliación del Canal de Panamá.
Culpa al consorcio europeo encargada de la construcción, así como a la
Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y al gobierno nacional de la peligrosa
encrucijada en que se encuentra la obra.
Señala que "sólo si ocurriera algo
inesperado, el proyecto de ampliación será recordado como otro gran escándalo
que involucra al gobierno, la elite empresar¡al panameña e intereses
extranjeros". Continúa diciendo que "el pueblo panameño y las futuras
generaciones serán los grandes perjudicados". La propuesta de ampliación
del Canal – construcción de un tercer juego de esclusas con mayor capacidad que
las existentes – fue presentada por el presidente Martín Torrijos en 2006. La
Autoridad del Canal de Panamá (ACP) aseguró que el Canal ampliado le rendiría
al país enormes beneficios.
Sin embargo, dice el FPS, "han
pasado casi 10 años y el país está todavía enfrascado en un debate sobre las
bondades del proyecto presentado. Por un lado, todos los defectos previstos
están saliendo a flote. Por el otro, la corrupción de las empresas involucradas
e intereses especulativos locales, han aparecido en el corazón del
proyecto". En 2006 el Frente Panamá Soberana (FPS) realizó un esfuerzo
extraordinario para analizar la propuesta de la ACP y del presidente Martín
Torrijos. El resultado del estudio que efectuó arrojó como resultado serias
deficiencias e inconsistencias en la propuesta. Incluso, "el FPS recomendó
que se rechazara ese proyecto de ampliación del Canal de Panamá. No fuimos los
únicos. Desde diferentes sectores de la sociedad panameña surgieron dudas sobre
la propuesta".
El FPS reúne a diferentes organizaciones
que en 1997 nació al calor de la oposición popular que surgió en contra del
proyecto de un Centro Multilateral Anti-drogas (CMA). La propuesta pretendía
extender la presencia militar norteamericana en la salida sur del Canal de
Panamá de manera indefinida.
El comunicado recuerda que desde un
principio la propuesta de ampliación del Canal tenía defectos. "Desde el
punto de vista ambiental y de ingeniería, la propuesta de ampliación tenía
inconsistencias que ponen en peligro la seguridad del mismo proyecto".
El gobierno está planteando ahora el
problema del agua. El comunicado del FPS señala que "la ampliación del
Canal necesita nuevas fuentes de agua que no fueron incorporados al documento
aprobado (originalmente). Hay indicios, sin embargo, que la ACP y el gobierno
sabían que el proyecto de ampliación necesitaría más agua y no fue incluida por
razones políticas. A su vez, aún no hay seguridad alguna que el proyecto
presentado para construir el tercer juego de esclusas no contaminará las aguas
de los ríos y lagos que alimenta el complejo del Canal". A su vez, el FPS
"denunció en forma oportuna la dificultad que representa introducir los
barcos pos-Panamax a las nuevas esclusas mediante el uso de los
remolcadores".
El desgreño administrativo y la aparente
pugna de intereses dentro de los tres gobiernos que Panamá ha tenido desde 2006
y de la ACP, hace que "los panameños nos enfrentamos, en la actualidad, a
las maniobras financieras de las empresas contratadas para construir el tercer
juego de esclusas. La ACP le ha permitido a un consorcio europeo abusar del
fisco panameño y hacer demandas desmedidas de sus recursos en abierto desafío
de las leyes y contratos celebrados entre las partes". El FPS recuerda que
el costo de "la construcción del tercer juego de esclusas fue
presupuestado en 3.2 mil millones de dólares. A principios de 2016, con el 94
por ciento de la obra completada, el consorcio europeo ha recibido de la ACP
casi 4 mil millones de dólares. Además, está exigiendo otros 2.5 mil millones
de dólares en supuestos “sobrecostos”. Las demandas del consorcio son
inadmisibles y deben ser rechazadas por el pueblo y el gobierno
panameños".
El FPS apunta al problema principal que
tiene Panamá en estos momentos: "Las fallas de la ACP deben ser objeto de
un análisis profundo por las fuerzas sociales del país e, igualmente, por parte
del gobierno. Pero no sólo corresponde oponernos a estas demandas. Es necesario
redefinir el proyecto de ampliación del Canal y presentar una propuesta que
ponga el desarrollo del país como objetivo central de esta inversión enorme que
se ha realizado".
El comunicado concluye planteando que
"las generaciones que lucharon y dieron sus vidas por rescatar la
soberanía del país – 1947, 1959 y 1964 – no lo hicieron para que esta
generación de 2016 la entregara a una pequeña elite de malos panameños y sus
socios extranjeros. Todos los recursos del Canal de Panamá tienen que estar al
servicio del engrandecimiento del país y de su pueblo".
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