Este 9 de mayo de 2017 fue
difundida la noticia de que México ya
ocupa el segundo lugar entre los países más violentos del mundo. Con sus 23 mil
asesinados en 2016, supera a la antaño región más violenta del mundo, el
Triángulo Norte de Centroamérica, la cual el año pasado contabilizó 16 mil
asesinatos. México solamente está por debajo de Siria (60 mil muertos), pero
este país está en guerra infernal. Estas son cifras del Instituto de Estudios
Estratégicos, con sede en Londres.
Desde Puebla,
México
Tras diez años de aquella
infortunada decisión, el país
contabilizaba 207 mil ejecuciones extrajudiciales y 28 mil desaparecidos
(éstos, en los últimos cuatro años). Y el problema del narcotráfico no se ha
resuelto. Los carteles siguen operando, tienen una enorme capacidad de
alternancia en sus liderazgos. A lo sumo ha variado el peso y la
diversificación de las distintas organizaciones criminales. Hoy el cartel del
Golfo y aún los Zetas están disminuidos y el Jalisco Nueva Generación parece
estar superando al de Sinaloa. La
derecha neoliberal no quiere entender que el problema del narcotráfico y en general
el del crimen organizado, no se resuelve con guerras.
Después de un enfrentamiento armado con una banda de ladrones de
combustible (hoy llamados coloquialmente "huachicoleros") el último 3
de mayo, en el que murieron cuatro efectivos del ejército y 7 habitantes del
poblado de Palmarito Tochapan (Puebla), el
impopular presidente Peña Nieto
le declaró la guerra a los huachicoleros y anunció el envío de 2 mil soldados a
la región conocida como "el triángulo rojo" del robo de combustible.
Olvida que detrás de éste, se encuentran las bandas locales que
"ordeñan" los ductos, la población rural empobrecida por las
políticas neoliberales, la mafia que les compra el combustible, los empresarios
corruptos que la compran, la mafia de Pemex que es cómplice de los robos y las
autoridades federales y estaduales que también obtienen ganancias de dicho
robo. No puede olvidarse cómo en julio de 2015, dos altos mandos de la
Secretaria de Seguridad Pública de Puebla, fueron capturados con 31 vehículos
con gasolina robada. No se necesita mucha inteligencia para suponer que su
jefe, el alto funcionario policiaco Facundo Rosas Rosas estaba involucrado en
el delito. Rosas fue un connotado jefe policiaco durante los gobiernos de
Vicente Fox y Felipe Calderón y luego en
el gobierno de Rafael Moreno Valle en Puebla (hoy aspirante presidencial).
Durante su gestión gubernamental (2011-2017) el robo de combustible en la
entidad aumentó 3,000%. No cabe duda que es certera la afirmación de Andrés
Manuel López Obrador: existen huachicoleros
de cuello blanco.
Escribo estas líneas mientras se difunden imágenes de un soldado rematando
a un habitante de Palmarito Tochapan y la indignación empieza a crecer. Hagan
esta nueva guerra señores neoliberales. Sólo
cosecharán violaciones a los derechos humanos y un nuevo baño de sangre.
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