No quiero ser alarmista ni
perturbar tu sueño, estimado Peña, pero las cosas que se anda diciendo de
México por ahí son terribles y tú, como su presidente, deberías ponerle
atención, no vaya a ser que alguna resulte cierta y después se comente que no
hiciste nada por arreglar las cosas.
Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica
"Reconocimiento", ilustración de Hernández (LA JORNADA). |
¡No puede ser, Peña, ¿será
posible?! Porque el cuento no se queda ahí. Según se rumora, en todo ese lío
había intereses de políticos corrompidos por el tráfico de drogas y otras
linduras por el estilo.
Y lo peor, Peña, es que dicen
que los padres de estos muchachos y muchos más que los apoyan, llegaron hasta
la mismita Casa de los Pinos para dejarte las cosas claras y tú, con cara de
asustado, les dijiste que tu gobierno haría todo lo posible para esclarecer los
hechos, pero hasta el momento nada.
Así dicen que están las cosas,
Peña, gachas, feas y medio oscuras. Igual se llenan la boca con lo miles de
migrantes que dicen que han encontrado la muerte en tu suelo natal, en ese
hermoso y extenso México, que parece que cada vez les cuesta más atravesar a
quienes van camino del Norte para ver si logran mandar algo para los frijolitos
de los que se quedaron.
Los números que dan los que
murmuran de ti y tu gobierno dan miedo, Peña; es como si se hubiera desatado
una guerra contra esa pobre gente que, además de no tener nada, terminan
perseguidos y maltratados, cuando no muertos y enterrados en fosas comunes en
donde ni una equis les ponen en la tumba.
¿Ya viste cómo se está
cambiando de lugar de residencia la gente? Es impresionante, Peña, uno ya no
sabe ni qué pensar. Es que parece que la guerra entre las bandas de
narcotraficantes no deja en paz a nadie.
Andan mostrando unas fotos
terribles, presi, de gente descuartizada, decapitados, pedazos de cuerpos
tirados por todas partes y letreros que amenazan con hacer cosas peores con
quien se les atraviese por el camino.
Pero lo peor, mi estimado, es
que dicen que los de tu gobierno, que deberían estar combatiendo todo eso,
andan todos mezclados con ellos, con los narcotraficantes, y que sacan su
tajada de las idas y venidas de la droga, pero no solo de eso, porque también hablan
de armas.
¡Cómo ha de andar sintiéndose nerviosa doña Angélica, tu esposa! Ella, a la que solo le ha gustado siempre la
ropa linda y las casas confortables. Si lo sabremos todos después del bochinche
que les armaron por lo de su casita.
Y para terminar de armar el
bochinche, vienen esos ingleses del Instituto Internacional de Estudios
Estratégicos y dicen que México es el segundo país más violento del mundo.
¡Dios mío! Cómo si no tuvieras suficientes problemas con eso de la
privatización del petróleo, la reforma educativa para apretarle las tuercas a
esos maestros vagos y la subida en las encuestas de López Obrador.
Imagínate, México solo detrás
de Siria, y eso que, según dicen en ese informe, los mexicanos lo han logrado
sin cañones ni aviones de propulsión a chorro.
Está seria la cosa, Peña, más
bien está que arde. Ten cuidado, no vaya a ser que tus compatriotas te pasen la
factura. En ellos pienso, no en tus vecinos que son pocos y adinerados, sino en
los millones que cada vez la ven más a cuadritos.
Afortunadamente no todo está
tan color de hormiga, y eso estoy seguro que te da un buen respiro: la Deutsche
Welle, Televisión Internacional de España, Reuters, CNN y otros amigos del
montón no se han dado cuenta y no la agarrado contra ti y tu gobierno como han
hecho con Venezuela y Maduro.
Pero no te descuides, Peña,
porque, como ya sabes, a la par tuya está el tío Trump, y en ese no se puede
confiar.
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