El diputado José María
Villalta, del Frente Amplio de Costa Rica, realiza un balance de la gestión de
la presidenta Chinchilla a mitad de su
mandato de cuatro años. Además, analiza la coyuntura de un
país donde el discurso de “la felicidad” –con el que los grupos hegemónicos
intentan disfrazar una realidad conflictiva- ya no da más para encubrir las
crisis política, económica, ambiental y social.
Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica
Dip. José María Villalta (Archivo FA) |
A dos años
de su llegada al poder, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla,
atraviesa por uno de los momentos más difíciles de su gestión: tanto las
escuestas de opinión realizadas por firmas consultoras, como el pulso ciudadano
que dan las distintas movilizaciones y manifestaciones sociales, muestran un
creciente malestar y descontento de los costarricenses con la situación del
país.
Un estudio
presentado recientemente por una empresa consultora internacional ubicó a
Chinchilla, del Partido Liberación Nacional (PLN), como la
presidenta latinoamericana con menor porcentaje de aprobación (solo un
26%), por debajo incluso del chileno Sebastián Piñera. Y una encuesta publicada
esta semana en Costa Rica reafirma esa tendencia: 44% de los
entrevistados califican al gobierno de Chinchilla como malo o muy malo, al tiempo
que señalan la falta de liderazgo, la ausencia de resultados concretos y la
corrupción en su gabinete de ministros, como las principales deficiencias.
Esta
percepción la comparte el diputado José María Villalta, del Frente Amplio (FA),
única fuerza política de izquierda con representación legislativa en Costa
Rica, quien considera que “para las
grandes transformaciones que necesita el país, los dos últimos han sido años
perdidos, se siguió aplicando lo peor de la administración del expresidente
Oscar Arias”.
Para
analizar la actual coyuntura política y sus perspectivas a mediano plazo, Con Nuestra América conversó con el
diputado Villalta en su despacho legislativo, en cuyas paredes destacan los
retratos del Che Guevara, Salvador Allende y los históricos dirigentes
comunistas costarricenses Manuel Mora y Carmen Lyra: figuras que, desde su
ejemplo y legado, parecen guiar el trabajo del más joven de los diputados (pronto cumplirá los 35 años) de la Asamblea Legislativa y una de las más combativas voces de la
oposición.
Continuismo neoliberal a la sombra de los
hermanos Arias
Con Nuestra América (CNA): En el marco del
creciente descontento que de distintas maneras expresa la sociedad
costarricense, nos gustaría conocer cuál es su balance de estos dos años de
gobierno de la presidenta Laura Chinchilla.
La presidenta Chinchilla en la OMC. "Es un gobierno del continuismo... conforme con la agenda neoliberal que tiene a la sociedad costarricense sumida en importantes crisis". |
José María Villalta (JMV): “Ha sido
un gobierno de más de lo mismo, que solamente se ha dedicado a administrar las
reformas que dejó instauradas el gobierno de los hermanos [Oscar y Rodrigo]
Arias, sin ninguna expectativa de cambiar o mejorar nada. Es un gobierno del continuismo de las políticas que se han
implantado en Costa Rica en los últimos 25 a 30 años, totalmente conforme con la agenda neoliberal que tiene a la sociedad costarricense sumida en
importantes crisis: la crisis ambiental, la crisis social, el crecimiento
de la desigualdad y la pobreza, el deterioro de las instituciones sociales, de
la seguridad social -que se ha venido gestando desde hace tiempo-; también la
crisis política, con un descrédito cada vez más palbable de la credibilidad y
de las instituciones de nuestro sistema democrático; la crisis de la
trasnparencia y de la corrupción.
“Pero
también está la crisis fiscal: el
gobierno de los hermanos Arias dijo que le dejaban la mesa servida a
Chinchilla, pero en realidad se la dejó servida a los más ricos del país,
gobernó para ellos y práctimente quebraron al Estado, porque aplicaron una vez
más un ciclo clientelista a costa del gasto público para ganar la elección del
2010.
“Ahora
bien, al gobierno también le estallaron
varias crisis en la cara, como la de la Caja Costarricense del Seguro
Social (CCSS). Pero la crisis de la CCSS no es provocada por Laura Chinchilla,
sino por la acumulación de décadas de gobiernos neliberales corruptos, que
meten la mano en la institución con intereses politiqueros, para favorecer el
negocio de las clínicas privadas; gobiernos que alcahuetearon a las empresas
que tienen deudas millonarias con la seguridad social.
“Es decir,
vemos un gobierno que intenta apagar los
incendios que aparecen por todas partes, pero que en lo esencial no intenta
cambiar ninguna de las causas que nos tienen hoy como estamos”.
CNA: ¿Cómo afectó al gobierno de Laura
Chinchilla esa relación ambigua que mantiene con el grupo de poder de Oscar
Arias, que fue fundamental para su triunfo en el 2010, pero del que se ha
distanciado en los últimos meses, por lo menos en términos formales?
Oscar Arias y Laura Chinchilla. "El PLN cree que va a seguir en el poder indefinidamente..." |
JMV: “El actual gobierno rápidamente perdió el rumbo, porque los hermanos
Arias, en un gesto de ambición desmedida nunca antes vista, lanzaron muy
temprano la candidatura de Rodrigo Arias para perpetuarse en el poder y eso
generó una fricción con el grupo que está en la Administración Chinchilla.
“Lo cierto
es que se acumula el descontento y el
PLN cree que, por inercia, va a seguir en
el poder indefinidamente, ante la debilidad de la oposición y su fragmentación.
Y como es un partido que acumula cada vez más poder, también se va corrompiendo
más: son notorias las prácticas de corrupción, de clientelismo, de uso del
Estado para fines personales, de confusión entre el interés público y el
privado.
“Hay un deterioro, una descomposición que
percibe la ciudadanía, pero eso tampoco se traduce en alternativas políticas
claras. Existe un discurso de descrédito, de la antipolítica, impulsado precisamente
por los mismos que están en el poder. Esto tiene la intencionalidad de
incrementar el abstencionismo en el país, que la gente crea que no hay nada que
hacer, que todos los políticos son iguales, para que el PLN pueda ganar una
elección tras otra, con porcentajes cada vez menores de apoyo, pero sostenido
por las redes clientelistas”.
CNA: ¿En cuáles aspectos es más evidente la
continuidad de las políticas neoliberales de la administración de Oscar Arias
en el gobierno de Laura Chinchilla?
"El gobierno de los Arias desató una guerra contra la naturaleza..." |
JMV: “Es que el continuismo es total. El gobierno de
Chinchilla intentó, al inicio, desmarcarse un poco en la agenda ambiental:
asumió el compromiso de apoyar la ley que impulsamos para prohibir la minería a
cielo abierto [aprobada en noviembre de 2010], que fue un tema muy polémico. El gobierno de los hermanos Arias desató
una guerra contra la naturaleza, un trabajo sin cuartel para debilitar la
legislación ambiental a través de decretazos y reformas, y de esta manera,
favorecer los intereses de inversionistas depredadores.
“De alguna manera, el gobierno Chinchilla,
aunque sigue en la misma línea, suavizó en algunas áreas, por ejemplo, puso un
poco de freno a la minería; también impulsó proyectos sociales como la Red
Nacional de Cuido, muy valiosa pero que es totalmente incompleta y no ha
cumplido sus objetivos. Pero en la mayoría de temas vemos total continuismo.
“En
política económica, por ejemplo, sigue
el patrón de los últimos gobiernos neoliberales, donde el hilo se corta
siempre por lo más delgado: culpar a la
clase trabajadora de los problemas fiscales del Estado; seguir debilitando
instituciones sociales que son clave para combatir la desigualdad; presupuestos
cada vez más restrictivos; las cíclicas crisis fiscales, una vez más, intentó
paliarlas –como hicieron los gobiernos de Figueres [1994-1998], Rodríguez
[1998-2002] y Pachecho [2002-2006]- con
reformas puntuales, parches en el sistema tributario que no combaten las
desigualdades imperantes, sino que se concentran en subir el impuesto de ventas
para atender lo inmediato, pero sin tocar los intereses de los grupos
económicos que se han enriquecido como nunca”.
CNA: ¿Cuáles son esos grupos económicos que se
benificiaron en el anterior gobierno y se benefician también ahora?
JMV: “Arias gobernó para
los banqueros, y Laura Chinchilla
gobierna también para los banqueros, para los exportadores de zonas francas
[plataformas de exportación que gozan de privilegios fiscales], que son los que
financian las campañas electorales y
los ganadores netos del modelo neoliberal.
“Este
modelo ha fabricado pobres, ha destruido sectores productivos como la
agricultura tradicional, la pequeña industria y la economía social; también se
ha visto debilidada la distribución de la riqueza y la propiedad de la tierra:
en Costa Rica, en los últimos 30 años, se ha venido concentrando la tenencia de
la tierra, y hemos pasado de un país que tenía pequena propiedad, a uno
dominado por los monocultivos y los latifundios.
“Se han
privatizado bienes públicos como las telecomunicaciones y los seguros que,
aunque no se administraban bien por la corrupción política, eran patrimonio del
pueblo: sus ganancias eran para el pueblo de Costa Rica, pero hoy van al
bolsillo de Carlos Slim o la Telefónica de España. El pueblo costarricense ha perdido parte de su patrimonio y Laura
Chinchilla se ha dedicado a administrar las reformas impuestas por el TLC con los Estados Unidos”.
La corrupción: modus operandi de la clase política
CNA: En las últimas semanas, distintas
investigaciones periodísticas han dado a conocer casos de corrupción en instituciones públicas
y ministerios, relacionados con evasión fiscal y el otorgamiento irregular (a
familiares y socios de miembros del gobierno) de contratos que involucran fondos públicos y recursos de la cooperación internacional. Estos escándalos no solo provocaron renuncias
cambios en el gabinete, sino que despertaron un profundo repudio y la
indignación de los costarricenses. ¿Considera que estos hechos pueden ser
atribuidos a un rasgo del gobierno Chinchilla y su equipo de colaboradores o,
por el contrario, señalan un problema más amplio de nuestro sistema político?
JMV: “Se trata de un problema enquistado en el sistema
político y es parte del ADN de un partido como Liberación Nacional. La
corrupción que está saliendo a la luz pública es apenas la punta del iceberg y
no son casos aislados: son ejemplos llamativos de redes de corrupción que se
han desarrollado transversalmente en el Estado costarricense en los últimos
gobiernos. Muchos de los funcionarios que están siendo cuestionados ahora,
también formaron parte del gobierno de los Arias y ahí empezaron sus prácticas.
“No
hay que perder de vista lo siguiente: sectores
de la prensa comercial que en
aquel momento, cuando interesaba aprobar
el TLC a como diera lugar, callaron ante las evidencias, ahora sí hacen
públicos estos hechos, porque quieren congraciarse con una población que les
cree menos, y porque seguramente están preocupados por la concentración de
poder en el PLN.
El exministro de Hacienda, Fernando Herrero, investigado por evasión fiscal. "Estas denuncias de corrupción no son hechos aislados, sino el modus operandi de la clase política." |
“Incluso a
los que se han beneficiado de esa concentración de poder les preocupa el
fenómeno, porque se hace más reducido el grupo de los que se sirven con cuchara
grande. Como decimos en Costa Rica, es cada vez más cerrada la argolla de los que ganan, y otros grupos empresariales que apoyan el
modelo neoliberal, ahora sienten que están quedando fuera de la repartición de
un pastel que se lo dejan unos pocos, cada vez más corruptos.
“Pero lo
cierto es que estas denuncias de corrupción no son
hechos aislados, sino el modus operandi de
la clase política que nos viene gobernando. Existe una relación directa
entre lo que pasó con la empresa
Procesos, el exministro de Hacienda y el Ministro de Educación, y el llamado
Estado paralelo que denunciamos desde hace más de una década. Es el mismo mecanismo
con el que vienen saqueando instituciones, en forma descarada e impune. Se
trata de un cáncer que ya está haciendo metástasis por todas partes, y hay
órganos del Estado que quizás tendrían que extirparse”.
El gobierno no se entera de la crisis del
capitalismo
En el contexto de la crisis mundial del
capitalismo, parece que el gobierno y
los grupos económicos afines intentan “huir hacia adelante”, es decir, apuestan
por profundizar las políticas neoliberales. Ahora, incluso, echan mano de un
consultor de organismos financieros internacionales como el BID, el Banco
Mundial y el FMI para que asuma el Ministerio de Hacienda. ¿Cómo analiza el rumbo económico y fiscal de
la administración Chinchilla?
San José: masivo rechazo de los ciudadanos al plan fiscal. "Los neoliberales criollos no se han percatado del fracaso del neoliberalismo y de que esas teorías son cuestionadas a nivel mundial" |
JMV: “El gobierno de Costa
Rica no se ha enterado de la crisis del
capitalismo global. Siguen aplicando la misma receta que tiene a nuestra
planeta al borde del hundimiento. Los neoliberales criollos no se han percatado
del fracaso del neoliberalismo y de que esas teorías son cuestionadas a nivel
mundial. Es realmente lamentable el
autismo del gobierno: se desata la crisis del gabinete y la crisis fiscal, ¿y a quiénes
llama Laura Chinchilla para que la asesoren? A Eduardo Lizano, Alberto Dent,
Alberto Trejos, Francisco de Paula Gutiérrez, los neoliberales que han estado a
la cabeza de la gestación de la crisis fiscal que el gobierno dice que quiere
solucionar".
CNA: Entonces, la presidenta tampoco tiene claro el
impacto de sus planes de reforma fiscal sobre los sectores de menores ingresos…
JMV: “No lo creo, porque el gobierno y sus aliados celebraron con
bombos y platillos la aprobación del plan fiscal, a pesar de que habían
cometido atropellos innombrables [el trámite de este plan de impuestos fue
declarado inconstitucional por la Sala Constitucional], y en todas esas
celebraciones ni siquiera escuchamos una
mención a ese daño colateral que están acostumbrados a producir: el que
sufre esa inmensa mayoría de la población que está al borde de la de línea de
pobreza”.
La política exterior de Costa Rica es la
política de Washington
CNA: En materia de política exterior, el
gobierno se ha alineado claramente con los Estados Unidos y su geopolítica de
la guerra contra el narcotráfico.
¿Cómo valora en este rubro a la administración Chinchilla? ¿Hay cambios o
también aquí observa una continuidad con lo hecho por el gobierno anterior?
Hillary Clinton y la Presidenta de Costa Rica "Chinchilla sigue al pie de la letra los lineamientos de EE.UU" |
JMV: “Con respecto del
gobierno de Arias, hemos retrocedido. Laura
Chinchilla no tiene política exterior, o mejor dicho, su política exterior
es esconderse debajo de la alfombra. La señora presidenta parece estar feliz entre menos se mencione y menos influencia tenga
Costa Rica en los foros internacionales, y sin tener que dar la cara frente
a otros gobernantes sobre las grandes discusiones de la política internacional.
“En este
sentido ha habido un deterioro, porque el gobierno de Arias tenía en la política exterior uno de sus puntos más fuertes
–por razones que podríamos discutir, como su ego inagotable-, y tomó decisiones audaces y polémicas, como
restablecer las relaciones con Cuba y China; dio signos de una política más
independiente en algunos temas. En cambio, Chinchilla
sigue al pie de la letra los lineamientos del gobierno de Estados Unidos y
su principal preocupación es no quedarle mal a los gringos”.
CNA: Sin embargo, el conflicto con Nicaragua
por el dragado del Río San Juan, en la frontera entre ambos países, ha sido una
ventana de oportunidad para que el gobierno despliegue algún tipo de iniciativa
a nivel de política exterior…
"El gobierno ha instrumentalizado el conflicto (con Nicaragua)... para cubrir su falta de agenda nacional y frenar la pérdida de popularidad" |
JMV: “Sí, pero el gobierno ha intrumentalizado ese
conflicto de un modo idéntico al que lo hace el gobierno de Nicaragua: solo
para efectos internos; en el caso de Chinchilla, lo ha usado para cubrir su
falta de agenda nacional y frenar la pérdida de popularidad de su gobierno,
pero recurriendo al nacionalismo más
burdo.
“Lo cierto
es que en el plano internacional no ha tenido ningún peso, tampoco hay intentos de fortalecer los vínculos con la naciones
latinoamericanas donde se están desarrollando procesos muy interesantes de
integración desde el Sur.
“Es más,
tampoco ha hecho esfuerzos por mantener líneas políticas que lanzó el gobierno
anterior, y que son cuestiones de diginidad y derechos humanos, como por
ejemplo el apoyo a la constitución del Estado palestino: ahí más bien retrocedimos, al posicionarnos como
país junto a los sectores más
reaccionarios e intolerantes, que son
cómplices del genocidio que se está produciendo en Palestina”.
CNA: Entonces, hay una mayor influencia de la
comunidad judía sobre el gobierno, como no ocurrió en la anterior
administración…
JMV: “Claro que hay más
influencia de la comunidad judía, y también una mayor sumisión ante los lineamientos de Washington”.
¿Es posible derrotar al neoliberalismo en
Costa Rica?
CNA: Ante la descomposición del sistema
político en los últimos doce años, ha cobrado fuerza, una vez más, la idea de
unir fuerzas para derrotar al neoliberalismo en las elecciones del 2014. ¿Considera posible la conformación de una
alianza progresista en Costa Rica?
JMV: “No tengo claro qué
tan viable sea ese escenario, si se presentará finalmente o no, pero creo que es un escenario indispensable si queremos
frenar la concentración y el abuso del poder que viene ejerciendo el PLN.
"Hace falta una coalición de fuerzas progresistas para enfrentar a la maquinaria clientelista del gobierno". |
“Hace falta
la constitución de una coalición de fuerzas progresistas para enfrentar a la maquinaria clientelista del gobierno. Ahora bien, no se trata de
reconstituir el bipartidismo con otros nombres, como quiere Ottón Solís [líder
del Partido Acción Ciudadana, segunda fuerza en el Congreso], ni desbancar al
PLN para seguir aplicando las mismas políticas. Se trataría de conformar una coalición de centroizquierda,
progresista, que plantee una alternativa real, con una agenda que rompa con
las políticas neoliberales que se han aplicado en los últimos 30 años”.
CNA: ¿Cuáles elementos debería contemplar, como
mínimo, una agenda progresista de ese tipo?
JMV: “En primer lugar, la recuperación del patromonio nacional en
todos sus campos: los bienes públicos, los servicios públicos, las empresas
públicas y los recursos naturales, para ponerlos al servicio del pueblo
costarricense y no de las transnacionales.
"Necesitamos avanzar hacia una democracia verdaderamente participativa, no solo formal-representativa como la que tenemos hoy..." |
“También, una economía que ponga énfasis en el apoyo
a micro y pequeña empresa, y no solo a las grandes ganancias de las transnacionales;
la reactivación de la producción interna para el mercado interno; frenar la concentración de la riqueza
–del capital y la tierra- y democratizar,
de nuevo, el acceso a los bienes productivos.
“Hacer que se respeten las conquistas sociales y
los derechos laborales, y fortalecerlos porque se han deteriorado; rescatar
a la CCSS por medio del pago total de la deuda del Estado con esta
institución, garantizando que no se va a
volver a gestar esta situación de deterioro y politización que hoy padece; es necesario avanzar hacia una democracia verdaderamente
participativa, no solo formal-representativa como la que tenemos hoy, cada
vez más carencial: esto significa impulsar los presupuestos participativos, las
consultas populares a nivel local y nacional, la participación directa de la
gente en el gobierno y la toma de decisiones.
“Además, se
requiere entrarle de lleno al combate a
la desigualdad, y eso implica poner en marcha políticas agresivas que
distribuyan la riqueza, tanto a nivel de clases sociales como de regiones
geográficas, porque tenemos un país centralizado en el Valle Central, pero las
comunidades y zonas periféricas, rurales y costeras, permanecen abandonadas. Se
requieren propuestas que descentralicen el poder y la distribución
de los recursos.
“Y por
supuesto, debemos recuperar la agenda ambiental, en la que el país retrocedió…”
CNA: A pesar del discurso oficial que
promociona a Costa Rica como un país verde, sin ingredientes artificiales…
JMV: “Es que tenemos un
discurso de la Costa Rica verde, pero la realidad es totalmente distinta: aquí se viene depredando la naturaleza y
los recursos naturales de un modo descomunal, y al mismo tiempo, se
debilita y torpedea sistemáticamente la institucionalidad ambiental que
logramos construir, y todo para facilitar los negocios de unos pocos. Habría
que eliminar ese doble discurso”.
CNA: A partir de la experiencia de la
resistencia contra el TLC con Estados Unidos y las luchas contra la minería a
cielo abierto, por citar dos casos recientes, ha quedado claro que en Costa
Rica también existe una fuerza social muy importante, pero que todavía no se
identifica políticamente con un partido u opción electoral concreta. Desde su perspectiva, ¿qué papel podrían jugar
estas organizaciones y movimientos sociales en el futuro inmediato del país
–las elecciones del 2014- y en el mediano plazo?
JMV: “La conformación de
una eventual coalición progresista tiene que hacerse de una forma distinta, no
puede ser fruto de un pacto de cúpulas, sino de un proceso abierto a la participación ciudadana, donde los movimientos
y organizaciones sociales tengan una incidencia directa.
"Costa Rica ha tenido una vigorosa presencia de movimientos que han luchado y confrontado abiertamente al statu quo..." |
“Ahora
bien, en Costa Rica debe replantearse la forma en que las organizaciones
sociales se relacionan con la política. Durante mucho tiempo, los partidos de
todos los signos vieron a las organizaciones como simples correas de
transmisión, como instrumentos para alcanzar objetivos y las usaron como
simples apéndices o aparatos, manipulándolos según su interés. Pero también
hemos caído en el otro extremo: algunas organizaciones sociales tienen un
discurso ambivalente y niegan la importancia de la política electoral para hacer las transformaciones; y en otras ocasiones, tienden a instrumentalizar los partidos, porque no
participan de lleno en los procesos electorales, pero después buscan a los
partidos únicamente para impulsar proyectos específicos.
“Si queremos que la agenda de las
organizaciones y movimientos influya más en la política nacional, tiene que
darse un cambio en las dos vías. Costa Rica ha tenido una vigorosa presencia
de movimientos que han luchado y confrontado abiertamente al statu quo, lo que colocaría a un sector
importante de la población en una posición que podríamos llamar desde la izquierda, pero eso no se ha
traducido en expresiones políticas que canalicen esa fuerza y ese descontento
social. Más bien, la presencia de la izquierda es marginal en la vida política
nacional. Obviamente, esto obedece a razones históricas, a errores de los
partidos, pero también a esta relación ambivalente y confusa que entablan las
organizaciones sociales con los partidos políticos”.
El Frente Amplio y su futuro
CNA: Finalmente, en un país cuya cultura política
ha estado marcada por el “anticomunismo” y la censura oficial de todo aquello
que se presenta como alternativo al sistema dominante, ¿cómo visualiza el futuro del Frente
Amplio, tras dos legislaturas consecutivas de ganar una representación en el
Congreso?
"En Costa Rica hacen falta contrapesos, entre ellos una fuerza de izquierda..." |
JMV: “El futuro del FA es positivo, promisorio, si se hacen bien las cosas.
Es un partido en franco crecimiento. Creo que puede dar el salto de tener un
diputado a una fracción legislativa de mayor peso, pero también considero que
no hay relación entre el número de diputados del FA y su presencia en los
debates nacionales, su influencia en el parlamento y, sobre todo, en las
expectativas de la gente, que son mucho mayores, aunque, de nuevo, por
distintas razones esa simpatía y respaldo no se ha traducido en mayor cantidad
de votos. Esto podría cambiar si hacemos nuestra parte, y no cometemos los
errores del pasado en las campañas políticas, en la organización electoral.
“En Costa Rica hacen faltan contrapesos,
entre ellos una fuerza de izquierda que sea interlocutora y canalice todo eso
que se está gestando en el campo social: el descontento, el clamor popular
por un cambio de modelo económico y de políticas.
“Podemos convertirnos en un referente de la
oposición, un referente político para un sector importante de la población.
Ese proceso podría verse acelarado por la descomposición de algunos partidos
que habían generado expectativas entre los costarricenses, pero no las han
cumplido. Sin embargo, el FA tiene una tarea interna considerable porque sus
estructuras están pensadas para ser un partido de resistencia, que da la lucha
cuesta arriba, y no para ser un partido que recibe un apoyo popular mayor.
Por otra
parte, hay otros factores a considerar: la falta de cultura política en Costa
Rica, los prejuicios, las desigualdades muy marcadas en el acceso a los medios
de comunicación, las campañas electorales donde impera el poder del dinero y
otras opciones son invisibilizadas, una legislación electoral hecha para
excluir a los partidos alternativos y favorecer a los tradicionales, problemas
en el discurso y el mensaje.
En fin, no
doy nada por sentado, pero veo un futuro
con posibilidades importantes”.
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