En su propuesta de
plan de gobierno, Chávez plantea, entre otros aspectos, convertir a Venezuela
en un país-potencia económica, política y social dentro de la Gran Potencia
Naciente de América Latina y el Caribe que garantice la conformación de una
zona de paz en nuestra América.
Angel Guerra Cabrera / LA PUPILA INSOMNE
Chávez en el acto de presentación de su candidatura. |
El lunes 11 el
presidente Hugo Chávez explicó a una
gigantesca marea humana los ejes del programa político para su candidatura a la
presidencia en el periodo 2013-2019. El acto dio inicio al proceso de consulta
ciudadana sobre el documento, del que surgirá el Segunda Plan Socialista Simón
Bolívar. La multitud colmaba la Plaza Diego Ibarra, cercana al Consejo Nacional
Electoral(CNE), y se desbordaba a lo largo de la extensa Avenida Bolívar y las
arterias y plazas aledañas siguiendo el discurso en grandes pantallas. Chávez
acababa de inscribirse ante el CNE como candidato a las elecciones del próximo
7 de octubre y de entregarle su propuesta política, un documento de gran valor
histórico y político, sustentado en una lúcida mirada al presente y al futuro
desde la historia, el pensamiento y la ética humanistas de raíz
indolatinoafricana y universal (www.chavez.org.ve/Programa-Patria-2013-2019.pdf).
El programa desglosa
numerosos objetivos nacionales y estratégicos que deben cumplirse para alcanzar
5 objetivos históricos. 1) consolidación de la independencia “definitiva” a
través de un conjunto de medidas en lo económico, político, social, cultural,
militar y de seguridad nacional. Sostiene que la independencia exige romper
totalmente con los lazos neocoloniales impuestos por el imperialismo, sean
económicos o de cualquier tipo. Cabe recordar que Venezuela, junto a Bolivia,
Ecuador y Nicaragua denunciaron recientemente el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca, infame instrumento de subordinación a Estados Unidos dentro de la OEA. 2) continuar construyendo el
socialismo bolivariano del siglo 21 para proporcionar “la mayor suma” de
seguridad social, de estabilidad política y de felicidad al pueblo, objetivo
que pasa, “en primer lugar, por acelerar el cambio del sistema económico”
rentista petrolero capitalista al modelo productivo socialista y también por
“pulverizar” la forma de Estado burguesa heredada que “reproduce sus nefastas
prácticas”. “Éste es un programa de
transición al socialismo y de radicalización de la democracia participativa y
protagónica. Partimos del principio de que acelerar la transición pasa
necesariamente por… acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo”. 3)
convertir a Venezuela en un país-potencia económica, política y social dentro
de la Gran Potencia Naciente de América
Latina y el Caribe que garantice la conformación de una zona de paz en
nuestra América. 4) contribuir a una nueva geopolítica internacional con un
mundo multicéntrico y pluripolar, que –evocando a Bolívar- permita lograr el
equilibrio del universo y la paz planetaria. 5) Preservar la vida en el planeta
y salvar a la especie humana, que hace necesarios la construcción de un modelo
productivo eco-socialista basado en la
relación armónica del hombre y la naturaleza desde la idea andina del buen
vivir e impulsar un movimiento mundial con ese objetivo.
Todo esto expuesto
por un Chávez que no sólo desgranó las razones que sustentan su propuesta,
también bromeó con el público, cantó, bailó, abrazó a sus hijas y a compañeros
de la primera hora hoy en responsabilidades de gobierno y concluyó con una
emotiva e inflamada alocución. Las encuestas le dan una cómoda victoria
electoral así que advirtió a la apátrida
oposición que no intente la violencia
“porque se va a arrepentir”. A cada agresión del imperialismo y de la burguesía
responderemos con más revolución, aseguró.
La propuesta incluye
metas muy ambiciosas como una gran ampliación de la industrialización de los
hidrocarburos, diversificación industrial, importantes avances en
infraestructura y soberanía alimentaria, así como continuar desarrollando las
exitosas misiones sociales que ya se llevan a cabo en educación, salud,
vivienda y otros rubros. Enfatiza en el
control por la nación sobre los recursos naturales, perfeccionando el que ya
existe sobre los hidrocarburos, defender el abasto de agua como derecho humano
y fortalecer el control de la minería por un ente estatal que evite la
depredación típica de las trasnacionales.
Necesitamos –dice un
elocuente párrafo- de un poder popular capaz de desarticular las tramas de
opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana, de
configurar una nueva socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y
la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de
planificar y producir la vida material de nuestro pueblo.
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