Durante los primeros
quince años del Siglo XXI, la corriente
emigratoria de puertorriqueños hacia Estados Unidos aumentó notablemente. Las
graves condiciones económicas causadas por la recesión mundial es la causa principal
de esta salida de puertorriqueños.
Carlos Pérez Morales* / Especial
para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico
La migración de los
seres humanos ha sido una constante desde que el Homo Sapiens surgiera a través
de distintos procesos evolutivos. Este movimiento poblacional ha tenido
diversas razones desde su propia existencia. Hay diversas razones que
justifican estos movimientos. La primera que mencionaremos es la económica.
Cuando los seres
humanos sobrevivían como recolectores de alimentos, al éste acabarse, tenían
que mudarse a otro lugar donde existiera el mismo. Este fenómeno provocaba una
emigración constante de este grupo. La lucha por el poder causaba escisión en
el mismo, teniendo que mudarse la facción perdedora. Los movimientos poblacionales
cotinuaron en la Tierra por otras razones. Un ejemplo de estas razones es la
búsqueda de agua y suelos fértiles para desarrollar la agricultura y asentarse
en el lugar. Otras razones eran de índole religiosa, considerando algún lugar
en específico como sagrado para sus prácticas religiosas. La guerra entre los
distintos grupos y organizaciones tribales causaba un éxodo hacia distintos
lugares.
Desde la segunda mitad
del Siglo XIX, existe un movimiento poblacional en muchos países del mundo
desde las zonas rurales hacia las zonas urbanas. Podemos señalar la revolución
industrial como el principal factor del crecimiento de nuestras ciudades. Este
movimiento ha causado en muchos países el abandono de la agricultura, principal
fuente de alimento del ser humano.
Durante los Siglo XX y
XXI se han producido movimientos masivos poblacionales, principalmente
emigratorios. Esto quiere decir que la gente abandona su país de origen para
radicarse en otro país. Estos grandes movimientos emigratorios se registraron principalmente
en Europa, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. En América se han
registrado enormes movimientos emigratorios. Uno de ellos sucedió en Puerto
Rico durante la década de los ’40, incrementándose a partir del final de la
Segunda Guerra Mundial. Esta emigración se considera como la más grande que
existió por vía aérea. La misma fue estimulada por el gobierno de Puerto Rico,
el cual consideraba que la sobrepoblación era un obstáculo para el desarrollo.
Ocurrió como resultado
de la implantación de un modelo económico basado en la industrialización y en
el abandono del sector agrícola. Miles de campesinos y trabajadores
puertorriqueños emigraron hacia Estados Unidos, principalmente a la Ciudad de
Nueva York y algunos estados del éste, entre los cuales estaban Connecticut,
Pensilvania, e Illinois. Muchos emigrantes buscaron trabajo en la agricultura,
lo que dio origen a un movimiento estacional. Los que se quedaron en las
ciudades hacían labores que ya otros emigrantes no querían hacer, como lavaplatos,
limpieza en edificios, costura y pequeñas labores rutinarias en la manufactura,
etc.
Entre las
características predominantes en este grupo de emigrantes estaba su bajo nivel
educativo y su desconocimiento del inglés.
Poco a poco se asentaron en lo que hoy son guetos, como en el caso del
Bronx, el Norte de Filadelfia y Chicago. Cuando las condiciones económicas en
Estados Unidos se afectan y hay una disminución de las actividades productivas,
la corriente migratoria cambia hacia Puerto Rico. Tal parece que el
puertorriqueño prefiere pasarla mal en Puerto Rico junto a su familia, que en
Estados Unidos.
Durante la década del
’65 al ’75, la corriente se invirtió y llegaron a Puerto Rico numerosos
puertorriqueños procedente de Estados Unidos. Durante los primeros quince
años del Siglo XXI, la corriente
emigratoria de puertorriqueños hacia Estados Unidos aumentó notablemente. Las
graves condiciones económicas causadas por la recesión mundial es la causa principal
de esta salida de puertorriqueños. Algo notable en esta situación es que estos
emigrantes se dirigen principalmente a la Florida Central. Ya no sólo emigran
las personas sin empleo, sin capacitación y destrezas laborales sino que junto
a este grupo emigran numerosos profesionales como médicos y especialistas de la
medicina, profesionales de la enfermería, maestros, ingenieros, abogados,
contadores, farmacéuticos, obreros diestros y otros profesionales. Muchos de
éstos tienen empleos en Puerto Rico, pero emigran por el bajo salario que reciben
y buscan mejores oportunidades educativas y de salud para sus hijos. Además de la grave crisis económica que sufre
Puerto Rico, la misma está acompañada por un grave deterioro social y un
aumento significativo de la violencia.
El gobierno actual del PPD,
con el licenciado Alejandro García Padilla como gobernador, ha recurrido a
cargar de impuestos a la clase trabajadora y ha aplicado medidas neoliberales
para la solución de esta crisis. Estas medidas han ido en detrimento de la
clase trabajadora, mientras los ricos han aumentado su fortuna. ¡Es hora de
ponerle el cascabel al gato!
* Docente Jubilado, Universidad de Puerto Rico
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