Si Israel se encuentra en un vecindario rodeado de tantos supuestos
‘amigos’, ¿por qué no puede resolver sus problemas con los palestinos? ¿Por qué
insiste en construir murallas en Cisjordania y masacrar sistemáticamente a la
población de la Franja de Gaza?
Marco A. Gandásegui, hijo / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
En la segunda parte de este artículo, concluimos que Israel es un
aliado de EEUU en sus planes geopolíticos en el Medio Oriente. Los judíos del
siglo XXI que viven en tierras palestinas se sienten como los migrantes
europeos que poblaban a sangre y fuego el oeste norteamericano a fines del
siglo XIX o los holandeses (boer) en África del Sur. Al igual que los
‘conquistadores’ del ‘Wild West’ (bajo la hábil dirección de Wall St. y los
barones ferroviarios), las diversas corrientes que constituyeron el Estado de
Israel a fines de la década de 1940 nunca plantearon un régimen de convivencia
con los palestinos. Al contrario, éstos fueron expulsados a la fuerza de sus
comunidades. La derechización reciente de los gobiernos israelís parece
reiterar esta política utilizando aún más violencia. La idea dominante en el
establishment israelí es acabar con los palestinos, su proyecto de Estado y
ocupar la totalidad de sus tierras.
El problema con esta política es que para hacerla viable, Israel
tendría que trazar un objetivo estratégico de ocupación de la totalidad de la
región árabe (desde Marruecos hasta Irak). EEUU no contempla esa variable y,
sin su aliada, Israel debe mantenerse dentro de Palestina. Washington, a su
vez, está obligada a seguir armando al Estado de Israel.
Los altos mandos de EEUU no contemplan un Estado de Israel
conquistando el mundo árabe. Para Washington, Israel es su ‘portaviones’,
anclado en el Medio Oriente. Israel ha convertido en protectorados a Jordania,
al Kurdistán y al nuevo ‘califato’ de Irak. Es aliado de Arabia Saudita y
Egipto. Mantiene, a pesar de sus errores, relaciones con Turquía. Si Israel se
encuentra en un vecindario rodeado de tantos supuestos ‘amigos’, ¿por qué no
puede resolver sus problemas con los palestinos? ¿Por qué insiste en construir
murallas en Cisjordania y masacrar sistemáticamente a la población de la Franja
de Gaza?
La respuesta a estas preguntas creo que descansa en tres factores. 1.
El estado de guerra permanente en que se encuentra Israel tiene que identificar
un enemigo. Ese enemigo es la Autoridad Palestina y el Partido Hamas. Los
perseguirán, los masacrarán, pero no pueden acabar con ellos. No hay ‘solución
final’. 2. Aún más importante, Israel no tiene verdaderos ‘amigos’ en el Medio
Oriente, a pesar de las simulaciones de sus vecinos. Arabia Saudita es enemiga
de Egipto y el país del Nilo no tiene buenas relaciones con Turquía. El Califato
(una mezcla de sunni, baath y otros grupos), los shii en Bagdad, Assad en
Damasco y los kurdos se muerden las colas, instigados por Israel. Finalmente,
los emiratos árabes, Kuwait y los otros antros que mantiene EEUU en el Golfo
Pérsico pagarían igualmente a sus mercenarios para invadir a Israel como hoy
subvencionan al emir Bagdadi en Mosul. Por último, 3. EEUU puede cambiar de
aliado en el Medio Oriente tan rápido como cuando decidió abandonar sus jeques
árabes y optó por Israel. Una situación como ésta no se ve en el horizonte. Sin
embargo, Israel no la descarta. Por algo sus relaciones con China son muy
buenas. Con Rusia quizás nunca han estado mejores. Alemania y sus aliados no
quieren caer nuevamente en una trampa como la montada por EEUU recientemente en
Ucrania.
¿Hasta cuándo seguirá la masacre en la Franja de Gaza y los asesinatos
en los territorios ocupados?
Para esta pregunta también hay tres respuestas: 1. Los palestinos
seguirán siendo castigados sin piedad mientras que el desarrollo del
capitalismo sea dependiente del petróleo que sale de las entrañas de los
desiertos del Medio Oriente. Cuando el petróleo se convierta nuevamente en una
mercancía de poco valor, los ejércitos ocupantes se retirarán, las guerras se
acabarán y los árabes regresarán a ser productores eficientes como lo fueron
entre los siglos VII y XVIII. 2. Mientras que los árabes no recuperen su
capacidad de organizar un Estado soberano y promuevan un proyecto de Nación,
basado en sus propios intereses, los palestinos no se liberarán del yugo
israelí. ¿Tendrán que esperar que el sistema capitalista mundial cambie de
fuente de energía? y 3. El sufrimiento terminará cuando el Estado de Israel
termine disolviéndose y su población judía se integre a esa futura nación
árabe. Por más de mil años, judíos y árabes convivieron pacíficamente en los
califatos de Córdoba y Damasco, juntos con otros pueblos.
Ambos pueblos pueden vivir en paz.
7 de agosto de 2014.
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