La compleja
situación en Venezuela solo puede demandar las soluciones que su propio pueblo
encuentre. Como institución de historiadores latinoamericanistas, la ADHILAC
denuncia al intervencionismo externo como una política que revive experiencias
recurrentes para imponer intereses particulares sobre las soberanías
nacionales.
La Asociación
de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC) a los ciudadanos de nuestra región:
Hace 200
años, en el Congreso de Angostura (1819), se creó la Gran Colombia, el sueño
del Libertador Simón Bolívar. La naciente república debía ser el inicio de la
unidad de toda la América antes española. Esa unidad debía construirse sobre la
base de la soberanía, la dignidad, la independencia y la felicidad de los
pueblos.
El
nacimiento de Nuestra América Latina se basó en la clara identidad de la
historia de la región, de sus intereses, de su naturaleza y ubicación en el
mundo. Toda imposición debía ser rechazada. Ninguna potencia podía intervenir
para torcer el camino de la libertad y de la democracia. Los Estados Unidos de
Norteamérica no formaban parte de los ideales emancipadores y republicanos de
una región que conquistaba por las armas su propia emancipación.
Desde esos
momentos fundacionales, la historia de Nuestra América Latina no ha estado
ajena a las amenazas neocoloniales, a las injerencias de las grandes potencias,
a los afanes de dominio imperialistas. Nuestra América Latina ha luchado no
solo para derrotar las formas de dominio internas, los poderes de oligarquías y
burguesías que han impedido la conquista de la felicidad en la que soñaba Bolívar,
sino también para preservar su soberanía y su dignidad contra el
intervencionismo extranjero, contra las acciones desestabilizadoras del
imperialismo y contra las amenazas a su propio destino.
Bajo estas
consideraciones, la situación de Venezuela demanda la clara comprensión
ciudadana de lo que está en riesgo: no solo se ha despertado nuevamente la
amenaza injerencista, la posibilidad de intervención directa por parte de
fuerzas imperialistas, sino la ruina institucional, la del derecho interno
tanto como del internacional, la ruptura de la constitucionalidad de un país en
el cual las reacciones políticas no han tenido límites para proclamar un
presidente usurpador, sin origen democrático alguno.
La compleja
situación en Venezuela solo puede demandar las soluciones que su propio pueblo
encuentre. Como institución de historiadores latinoamericanistas, la ADHILAC
denuncia al intervencionismo externo como una política que revive experiencias
recurrentes para imponer intereses particulares sobre las soberanías
nacionales. ADHILAC condena los atentados a la Constitución venezolana. ADHILAC
solo confía en el pueblo venezolano y el camino que decida. Nuestra institución
aboga por la paz, el diálogo y el respeto a la institucionalidad existente.
ADHILAC
reconoce el esfuerzo de Venezuela para transformar estructuras injustas y
dominaciones de sectores poderosos, que pretenden impedir cambios
revolucionarios para una vida mejor. ADHILAC exige que las manos imperialistas
queden fuera de Nuestra América Latina. ADHILAC recoge el pensamiento de
Bolívar, de Alfaro, de Juárez, Martí y de las grandes figuras latinoamericanas
que supieron comprender bien la marcha de la dignidad, la libertad, la
soberanía y la felicidad de nuestros pueblos. Venezuela, cuna de la Gran Colombia
y del sueño bolivariano, merece respeto. La historia venezolana es la de
Nuestra América Latina. Como señaló Benito Juárez, el “respeto al derecho ajeno
es la paz”.
29 de enero de 2019
Dr. Sergio
Guerra Vilaboy
Presidente
de la Directiva Internacional de ADHILAC
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