El FMLN mostró, con la unidad, que era posible pensar en el surgimiento de un nuevo país, justo, democrático, más humano y en progreso para la vida de la gente; supo que lograrlo requería sacrificio, firmeza, valentía e inteligencia; y los mejores hijos e hijas no rehuyeron pagar con sacrificio, incluso de su propia vida, el precio para abrir camino al cambio.
Norma Guevara de Ramirios / Diario Colatino (El Salvador)
Una sola lucha, dos etapas, en un solo esfuerzo para derrotar la dictadura que por décadas dominó al país, abrir paso a la democracia, al aseguramiento y vigencia de los derechos y libertades de cada persona y darle vida a la soberanía del país.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), surge como fuerza revolucionaria bajo la modalidad de un poderoso movimiento de liberación nacional enarbolando principios universales de solidaridad, de autodeterminación de los pueblos y no intervención, de solución pacífica de los conflictos; su visión comunicada a la patria y al mundo entusiasmó, dio sentido a la lucha, convocó a otros que vieron en el FMLN y el pueblo salvadoreño la llegada de una nueva época.
Así fue. El FMLN mostró, con la unidad, que era posible pensar en el surgimiento de un nuevo país, justo, democrático, más humano y en progreso para la vida de la gente; supo que lograrlo requería sacrificio, firmeza, valentía e inteligencia; y los mejores hijos e hijas no rehuyeron pagar con sacrificio, incluso de su propia vida, el precio para abrir camino al cambio.
Miles, decenas de miles, cientos de miles de salvadoreñas y salvadoreños dijeron presente; en manifestaciones, en organización de distintos niveles de compromiso, en distintas épocas.
El FMLN surgió el 10 de Octubre de 1980, era antecedido de otros esfuerzos unitarios del pueblo, el FORO POPULAR y la COORDINADORA REVOLUCIONARIA DE MASAS, EL FRENTE DEMOCRÁTICO Y EL FRENTE DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO.
Lo integraron organizaciones políticas que no eran reconocidas por el régimen de dictadura que imperaba entonces y que se expresaba con sobrada prepotencia controlando y persiguiendo a cualquiera que pensara diferente.
En ese entonces, la Fuerza Armada dirigía los cuerpos represivos conocidos como Guardia Nacional, Policía Nacional, Policía de Hacienda, Policía de Aduana, escuadrones de la muerte, organismos paramilitares y las llamadas reservas del ejercito; vivíamos una real militarización de la sociedad, que servía a una oligarquía que explotaba y arrebataba los derechos políticos a la gente, que irrespetaba los derechos humanos y además que dominaba e imponía su criterio en el sistema de justicia.
El FMLN entonces, no es un capricho de un grupo de líderes de izquierda, es la respuesta ante todo el cúmulo de injusticia que ocurría. De esto se habla poco en este tiempo, se habla más del enfrentamiento militar entre las fuerzas guerrilleras y el ejército; pero se deja de lado la brutalidad del régimen político.
Los efemelenistas estamos en el deber de conocer e imaginar cómo era aquella vida, ahora que todavía convive en nuestra sociedad un conjunto de generaciones que vivimos en esa época.
El saldo del conflicto es conocido nacional e internacionalmente, las transformaciones institucionales del Estado salvadoreño logrados con la lucha del pueblo y el FMLN están a la vista, los que perduran son tomados como naturales, y ello es bueno porque significa que hay apropiación de los logros por parte del pueblo.
Ahora tenemos una Fuerza Armada respetada, instituciones nuevas como la PNC, el Tribunal Supremo Electoral, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, el Consejo Nacional de la Judicatura; una Corte Suprema de Justicia con autonomía financiera para asegurar la independencia judicial y muchos otros cambios.
El FMLN ha transitado en estos 30 años un camino espinoso, la derecha esperaba que finalizado el conflicto, las cosas volvieran al pasado, trabajaron para que el movimiento guerrillero convertido en partido político electoral fuera desarticulado, que fracasara; pero el mismo pueblo que le dio soporte para su surgimiento al FMLN, le ha acompañado crecientemente y ha construido un camino que en este 30 aniversario, permite mostrar los resultados.
El FMLN llega a este momento en el gobierno y en el marco de la más grande crisis internacional que impacta severamente al país, crisis sólo comparable con la que estremeció al mundo en 1929, justo el momento histórico en que el reclamo de las capas más afectadas se alzaron y recibieron como respuesta de la derecha dictatorial una masacre que cobro más de 30 mil vidas en 1932.
Ahora en vez de ello un gobierno, el gobierno del cambio establece medidas para evitar que el impacto de la crisis afecte a los sectores más vulnerables; eso es una diferencia de fondo, y además en medio de la crisis y la respuesta gubernamental se encaminan cambios esenciales en la salud y la educación.
La lucha y los cambios son el homenaje para héroes y heroínas, los mártires de nuestro querido pueblo. En 30 años de luchas y victorias, como lo dijo Schafik, constructor de este partido: LA LUCHA CONTINUA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario