La visión socialista de
la Grande de las Antillas es ante todo
cubana. Como otrora la aplicación de elementos del socialismo soviético a su
idiosincrasia político-económica permitieron el desarrollo del proceso revolucionario,
en la actualidad el revolucionario desarrollo del nuevo modelo cubano es la
fusión de experiencias económicas desarrolladas a nivel planetario.
José
Toledo Alcalde / Especial para Con
Nuestra América
Revolución es sentido del momento
histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad
plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos
por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas
fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender
valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia,
desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia,
inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es
convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la
fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es
luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la
base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Fidel
Castro Ruz
1ro. de
mayo de 2000
Estas líneas van dirigidas a las generaciones de los ’90. Las
generaciones anteriores a ella hartos están de información. Siento la necesidad
de remover mi memoria y ampliar lo que me queda de conciencia histórica en
medio de la esperanza del inmensamente soberano pueblo cubano, altivo,
solidario y magnánimo, hasta yo diría en vocablo quechua: Misqui (dulce). Como
lo aprendimos en medio del acto de gratitud del amoroso pueblo quechua del
Perú, en compañía de compañeros del alma como Efraín y Abner Barrera, Alejo y
Tata, mis compañeros de siempre, a ellos las líneas de esta divagación en medio
del éxodo.
En un contexto económico planetario, en donde las políticas fiscales,
financieras y económicas son dictadas por el conglomerado financiero
internacional, en la Grande de las Antillas, Cuba, el modelo socialista
actualiza su capítulo económico orientado hacia su adaptación a los retos que
la historia le demanda. El pasado 4 de Mayo de 2012, el Vicepresidente del
Consejo de Ministros, Jorge Marino Murillo, ofreció una conferencia de prensa
en el Hotel Nacional con motivo de la implementación de los lineamientos
aprobados en el Congreso del Partido Comunista cubano sobre la actualización
del capítulo económico. Estas líneas pretenden ser un diálogo originado por la
provocación del llamado nuevo modelo económico cubano.
Cabe resaltar, a manera de prologo, que no es práctica común que la
democracia representativa - defendida por el modelo democrático liberal –
proponga y apruebe leyes, reformas, actualizaciones y demás, en donde la
población sea el sujeto principal de dichas transformaciones, aun siendo el argumentum ad populum en favor de un
sistema democrático que no representa las necesidades reales de los pueblos,
sino de intereses foráneos.
Es consabido que gobiernos de corte liberal modifican y remodifican el
capitulo económico – y otros capítulos - de sus Constituciones teniendo como
principales asesores a corporaciones financiero-empresariales, agencias para
estatales, ONGs y fundaciones (loobies)
que son los que se encargan de delimitar la deontología jurídica que rigen la
política económica de las naciones. Como ejemplo, podemos citar el capítulo
económico de la Constitución de la República del Perú de 1993 producto del
golpe de Estado dirigido por Alberto Fujimori Fujimori y Vladimiro Montesinos
(05/04/1992).
La política económica de facta
en el Perú – vigente hasta el día de hoy – fue asesorada y redactada por
organizaciones como, la CONFIEP (Confederación Nacional de Instituciones
Empresariales Privadas), el Institute for
Liberty and Democracy de Hernando de Soto, la USAID (Agencia de los Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional), entre otros. Esta injerencia de los
poderes facticos en asuntos concernientes a política de Estado es una practica
llevada a cabo como estrategia hegemónica neocolonizadora que tiene como único
fin perpetuar el sistema de libre mercado bajo el control absoluto de
corporaciones financieras y emporios
transnacionales.
Desde la experiencia cubana, el vicepresidente Marino Murillo da inicio
a la conferencia de prensa dejando en claro que lo realizado fue la
actualización de los principios económicos, más no así se habla de una reforma
política. Los lineamientos de la política económica y social de la revolución
son aquellos que merecieron la atención del Congreso del Partido.
Énfasis económico del
congreso. Marino Murillo sostuvo: “el Congreso se
dejó sólo para los temas económicos, y no se trataron los temas de funcionamiento
del Partido”. Los principales críticos de la apertura del Socialismo cubano
hacia una actualización de su capítulo económico juzgan a Cuba de no realizar
las “reformas” hacia una “transición a la democracia”. En suma, objetan la
ausencia de “reformas políticas” al interior del Partido Comunista cubano. Es
interesante notar que los dardos críticos vienen de trincheras que se ufanan de
apoliticismo y tecnicidad. Son aquellos defensores de la unilateralidad
económica globalizada los que ahora juzgan a Cuba por plantear su “nuevo modelo
económico cubano”.
Sin lugar a dudas, no quiere decir esto, que la actualización del modelo
económico se encuentra desligada de un orgánico y coordinado trabajo político.
Marino Murillo remarcó la existencia de dos procesos mancomunados al
surgimiento del nuevo modelo económico: El Congreso y la Conferencia del
Partido. En el Congreso se discutieron los temas económicos y “en la
Conferencia los temas de funcionamiento del Partido”. Vale decir, el Congreso
abordó los tópicos concernientes a los lineamientos, mientras que la
Conferencia, de forma integrada, abordó lo concerniente a los objetivos y
directrices a seguir.
¿Cuál de los gobiernos liberales en América Latina discuten con el
pueblo los lineamientos generales de cualquier reforma o actualización de las
Instituciones o poderes del Estado?
La antesala de la aprobación de los 313 lineamientos de la actualización
económica cubana estuvo precedida por la magna consulta popular: “La Asamblea
Nacional aprobó también la actualización del modelo económico. Los lineamientos
fueron discutidos públicamente con todo el pueblo; los documentos se
publicaron; los lineamientos fueron discutidos, modificados y aprobados; y
también fueron informados y discutidos en el Parlamento y aprobados”. Fueron
291 lineamientos que circularon inicialmente a la población. Según Marino
Murillo el 68% de los lineamientos fueron modificados. Siendo aprobados
finalmente 313 lineamientos.
Muy a pesar del inicuo bloqueo financiero, económico y comercial
perpetrado en contra de Cuba, la solidaridad internacional quiebra
simbólicamente cualquier bloqueo existente. Como fue señalado en la
introducción a los 291 lineamientos del nuevo modelo económico cubano, la
inclusión de Cuba en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(ALBA), el apoyo medico-sanitario ofrecido por Cuba a Venezuela, Haití, Perú,
Chile, Bolivia es solo parte de la integración desarrollada en la región contra
cualquier capricho hegemónico. En esta línea, la última visita del presidente
de México Felipe Calderón, a la Grande de las Antillas, contribuye con la
consolidación del modelo económico socialista de cara a la economía mundial.
Desde otros hemisferios, el desarrollo de las relaciones comerciales y
financieras muestra mayor empoderamiento – en favor de Cuba - como aquellos
sostenidos con países como Angola, Argelia, Brasil, China, Irán, Rusia y
Vietnam. Este circuito de relaciones multilaterales afianza el nuevo modelo
económico cubano y hace de su modelo socialista el referente -
socio-político-económico - de convivencia planetaria el cual permite realizar
el contraste de valides y caducidad con el agonizante modelo neoliberal. Modelo
socialista vigente, que histórica y dialécticamente actualizado se reconstruye
como síntesis política-económica a ser considerada como teoría de Estado y
Gobernabilidad para el siglo XXI.
Lineamientos de la
política económica. Los lineamientos
encierran dos conceptos fundantes que rigen su desarrollo, promoción, aplicación y defensa: Los
lineamientos económicos son el fruto de las necesidades del pueblo cubano, por
lo cual surgen de sus mismas entrañas, sin provenir de esferas foráneas ajenas
a sus necesidades reales. Los dos matices del modelo propuesto son: El
desarrollo sostenible y la preservación de las conquistas de la revolución y
del socialismo. El marco general que contiene todas las actualizaciones – que
no es lo mismo a decir “ajustes” – la proporciona la economía desde el prisma
socialista.
La barbarie de las políticas económicas del modelo liberal ha intoxicado
en esencia la economía planetaria, como señala el comandante Fidel Castro Ruz,
estamos a punto de la destrucción total. Dentro de la descabellada concepción
de la economía según los lineamientos liberales las fuerzas de producción valen
en la medida que generen riqueza a pequeños corpúsculos financieros que
controlan la mayor cantidad de recursos en el planeta. Antagónicamente, el
sentido estratégico de los lineamientos del nuevo modelo de la economía cubana
se basa en el desarrollo de las fuerzas de producción y del sector
agropecuario. De igual forma el desarrollo de sectores como el turismo, el
metalúrgico (níquel), biotecnología y medicamentos. La economía cubana se
desarrolla en todas sus variantes y no solo en la acumulativa.
Economía con sentido no
acumulativo. Marino Murillo enfatiza la
existencia de diferentes formas de propiedad haciendo alusión al lineamiento
número 2 que a la letra señala: “El modelo de gestión debe reconocer y
estimular, además de la empresa estatal socialista, que es la forma principal
en la economía nacional, las empresas de capital mixto, las cooperativas, los
usufructuarios de tierras, los arrendadores de establecimientos, los
trabajadores por cuenta propia y otras formas que pudieran contribuir a elevar
la eficiencia del trabajo social”.
El ensayo económico cubano propone nuevas formas de gestión y dirección
de la economía nacional. En cuanto a la propiedad, es la entidad que concentra
la atención, tanto en su perfil ontológico, como jurídico. Como punto de
partida, Marino Murillo sostiene: “En la agricultura damos la tierra en
usufructo, no les vendemos la tierra a los campesinos. El Estado es el dueño y
nosotros damos la tierra en usufructo”. Este principio, será quizá, uno – por
no decir el único- de aquellos más cuestionados por los defensores del extinto
sistema de la acumulación.
Como sabemos una de las principales taras del “capitalismo salvaje” es
la acumulación desde todo punto de vista. Basta darle un vistazo al mundo y
veremos la ignominiosa concentración, acumulación y explotación de tierras y
todo tipo de propiedades en manos de aquel 1% de la población mundial.
Economía con sentido
eco-teológico. Queda claro que según el modelo
socialista cubano, el Estado es administrador y gestor principal de la tierra. La tierra es entregada en
usufructo y el campesino se responsabilizará por su producción sin ser
propietario de la misma, como lo señaló Marino Murillo: “Yo creo que si
permitiéramos vender la tierra, los que tengan mayores resultados le van a
comprar la tierra a los que tienen menos resultados, y estaríamos en corto
tiempo hablando de un tema de latifundio en Cuba. Ya los cubanos vivimos qué
cosa es el latifundio antes del año ´59”.
Como es de nuestro conocimiento la etimología del vocablo economía
proviene del griego oikos (οἶκος
= casa) y nemo (νέμω=
administrar). La administración de la tierra habitada (οἰκουμένη, oikumene)
- de donde proviene el vocablo ecumenismo – no es materia generada por los
clásicos o modernos, la economía de la justa administración de los recursos de
la creación es la actividad que ocupa a la humanidad desde sus inicios y ahora
tiene al nuevo modelo económico cubano como el paradigma del siglo XXI.
El nuevo modelo económico cubano propone la actualización de la
administración de la tierra (agraria y no agrariamente) en donde, sobre todo,
no se crean condiciones inicuas de relaciones sociales, de producción y
comercialización donde la acumulación sea el principio normativo.
El desequilibrio planetario, la peligrosa situación en la cual se
encuentran los diferentes ecosistemas esta devastando no solo los recursos
naturales de la naturaleza, sino los éticos y morales. Petróleo, minerales,
arboles, mares y animales en todas sus especies vivimos con el grito en el
cuello y la tierra gime por su destrucción.
Teológicamente, en la antigüedad los pueblos preveían escases y todo
tipo de desequilibrio socio-ambiental concibiendo la tierra como un espacio de
realización personal y colectiva en condiciones de justa relación social y
productiva. El Jubileo de Levítico cáp. 25 lo podríamos catalogar como el himno
ético por antonomasia. Las indicaciones jurídicas que el libro de Levíticos
propone la creación de condiciones socio-ambientales teniendo la mutualidad y reciprocidad
como estandartes de espiritualidad. Evidentemente esta visión ética de las
relaciones sociales, de producción, comerciales y ambientales no coinciden con
la visión del “orden natural de las cosas” según la no-colectiva ideología
liberal.
¿Quién decentemente podría seguir sosteniendo que en el salvaje método
del imperialismo existe equidad y justicia? ¿Quién decentemente podría seguir
sosteniendo que el pensamiento único fundamentalistamente neoliberal tiene
vigencia? ¿Quién decentemente podría seguir sosteniendo que poseer “títulos de
propiedad” es signo de desarrollo y riqueza?
Si sostienen que es viable las alternativas liberales, lamento sostener
que su conciencia me suena a indecencia, por decir lo mínimo.
Economía con propiedades
con sentido colectivo. Escuchar decir al interlocutor del Estado
cubano “el Estado es propietario de la tierra” hace encender una serie de
críticas respecto al sentido de la democracia en Cuba. Se suele asociar
básicamente democracia con acceso a la propiedad privada, con poseer metros de
tierra y darlas en propiedad a los que poseen el Capital “no muerto”, en
movilidad, que dará los préstamos requeridos.
Los gurúes liberales – como Hernando de Soto, en el caso peruano (en delante
el “gurú liberal”) del Instituto Libertad y Democracia – cuentan con la
“titulación de propiedad” como uno de sus tesis principales, sobre todo en el
contexto de la demagogia electorera.
En entrevista realizada por la agencia británica BBC al “gurú
liberal” confirmó el inicuo bloqueo de
la soberanía de las naciones. En breve, para el “gurú liberal”, el antídoto
liberador de la pobreza consiste en otorgar títulos de propiedad a los pobres.
Según dicha audiencia, este proceso de “despobreización” tiene como eje
principal la intervención de la Banca nacional e internacional. Vale decir, sin
“crédito”, “hipoteca” e “inversión” no existe salida de la pobreza. Con esto no
queremos insinuar que Cuba no tiene “deuda interna” y “deuda externa”, las
tiene, pero otro es el enfoque; son deudas asumidas en contextos de un bloqueo
asfixiante e inhumanamente tolerante.
Contraria a la ética económica de la Grande de las Antillas, para la
economía liberal la legalidad de las personas será evaluada en la medida que
califican como prestamistas dentro del sistema financiero. Fuera del sistema
financiero las personas son consideradas “ilegales”; la “legalidad” será
cuestión de “rentabilidad”. En EEUU se puede pagar impuestos mediante el Número
de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN) sin ser – necesariamente –
legal en la nación del Norte; la idea es contribuir al fisco, este hecho crea
legalidad fiscal, para nosotros mero acto inmoral.
La legalidad según la
economía liberal. El “gurú liberal” sostuvo: “El Perú
ha logrado incorporar cerca de 2 a 2 y medio millones de personas que estaban fuera del sistema legal. No solamente en
cuanto a sus terrenos, sino en cuanto a sus negocios y empresas. Están algo más
integrados al sistema legal. Desde esta perspectiva la legalidad e inclusión
social se da en la medida que su “desarrollo o riqueza” sea el resultado de su
capital (fondo económico) acumulado en la Banca y no en un desarrollo obtenido
por el resultado directo de su trabajo.
Adam Smith cuando abordó el tema “De La División Del Fondo”, en su
obra Investigación
de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (An Inquiry into the
Nature and Causes of the Wealth of Nations, 1776) [1]
, consideró la “acumulación de los fondos” como proveniente de un “orden
natural de las cosas”; las cosas deberían de darse de aquella forma y fuera de
ellas son “antinatura”, fuera de los “designios de Dios”. Esta división del
fondo asume que los “trabajadores pobres” son aquellos que viven de su trabajo,
de su jornal, de un salario. El Capital, propiamente dicho, no sería el
obtenido como resultado directo de su trabajo, sino como resultado de su
“Caudal” depositado en la Banca:
Cuando el caudal
o fondo de un hombre (sic) es solo el suficiente para mantenerle un corto
número de días, ò muy pocas semanas, rara vez piensa en sacar él ganancia alguna. Lo va consumiendo con la
mayor economía posible, y procura adquirir con su trabajo algo más con que
poder llenar su lugar antes de acabar de consumirlo, En este caso su renta, ò
su ganancia no se deriva del fondo sino de su trabajo: y este es el estado de
la mayor parte de los trabajadores pobres en todos los países del mundo.[2]
El “gurú liberal”, a la pregunta, ¿Usted sigue creyendo
firmemente que la solución principal para salir de la pobreza en los así
llamados países en desarrollo, es la titulación de tierras? Respondió, fiel a
los mandamientos de Adam Smith:
El mayor
obstáculo para salir de la pobreza, son sistemas legales que no ayudan a la
gente pobre a juntar recursos. Siempre se confunde. Creo que se resume lo que nosotros
decimos por titulación. Pero en el fondo es muchísimo más. Le explico. La
titulación siempre ha habido. Lo que no ha habido es buena titulación. En otras
palabras, la solución es que la gente administre las cosas de las cuales son
dueñas. Que son terrenos, que son animales, que son máquinas, que son empresas,
que son contratos, que son créditos, que es la creación de capital dentro del
sistema legal. Ese es el mensaje.[3]
Para Smith cualquier actualización
económica tendría que sujetarse a un “orden natural de las cosas” impuesto por
la racional matemática emanada de las escribanías de los banqueros ingleses.
Será desde este prisma en donde se origina la falacia del ser “Capitalista”
como innato a la naturaleza humana. Fuera del Capital, entendido como fondo
proveniente de los intereses entregados por la Banca, no existe teoría
económica. Según la teoría decadente del “gurú liberal” el movimiento del
capital obtenido como resultado del trabajo debe encontrar su circulación
natural a través de la Banca (sistema económico-financiero):
Cuando el hombre
posée (sic) un fondo suficiente para mantenerle meses y años, procura
regularmente sacar alguna utilidad de la parte principal de su Caudal;
reservando solamente aquella menor porción que falta para sostenerle mientras
llega el caso de ser efectiva aquella utilidad; con lo que todo su haber, ò
todo su fondo queda dividido en los partes distintas, de las cuales aquella de
que promete sacar la ventaja de producto o utilidad se llama propiamente se llama
Capital.[4]
Desde esta perspectiva el Estado sería
el sistema paralelo – al bancario – el cual mediante la recaudación de
impuestos, así como la Banca, mediante la recaudación de intereses, imponen una
doble cruz en el espinazo del pueblo: la del Estado y la de la Banca. El
trabajo sería solo el medio para enriquecer a los propietarios del sistema
económico-financiero, quienes son aquellos – que dentro del sistema liberal y
del viejo sistema socialista del Este europeo – se apropian y apropiaron del
valor del trabajo. En la experiencia cubana y atraves de su nuevo capítulo
económico queda claro que el trabajo es la fuente principal del desarrollo de
ser humano y sobre esta sentencia no hay ley que valga. El sentido del trabajo
es concomitante al sentido del espacio, tiempo y movimiento revolucionariamente
social. Marino Murillo al respecto del trabajo sostuvo:
El modelo nuestro
es igualdad de condiciones para el desarrollo del ser humano. Y eso implica
también, que vamos a un proceso donde estamos implementando los lineamientos de
la política económica y social, donde el principal ingreso de las personas
tiene que ser el trabajo. No puede ser otra forma. Cuando la persona los
principales ingresos que tiene son los del trabajo, ante todo estamos
desarrollando valores desde el punto de vista socialista.
De allí que el sentido de la visión de
la propiedad siempre será un factor discordante dependiendo del frente político
en cual nos encontremos. La perspectiva liberal siempre mantendrá la
Banca como la entidad suprema a toda relación social, de producción, comercial
y ambiental existente; desde la orientación socialista será el Estado el ente
regulador de las relaciones existentes en una Nación. Allí radica la soberanía
de las naciones y esto se materializará en la medida que los poderes del Estado
sean gestionados directamente por el pueblo o atraves de su permanente
participación por medio de sus representantes en los poderes públicos y no por
intermediarios (loobies asalariados)
de intereses foráneos.
Por lo dicho, la legalidad defendida por
el nuevo modelo económico cubano tiene como pilares la satisfacción de las
necesidades - del ser humando - a través de su trabajo y no como resultado de
las inversiones que este pueda prodigar al sistema financiero. Su legalidad en
el sistema económico-financiero pasa no por la obtención de propiedades – las
cuales al final de cuentas pasan a ser propiedad de la Banca cuando adquiere
los títulos de propiedad como garantía hipotecaria - sino esta legalidad se da en la medida que su
relación con la tierra y sus diversas actividades le permita desarrollarse
dignamente individual y colectivamente. Para De Soto la titulación de propiedad
- por si sola - no genera legalidad al propietario, sino los beneficios que
este puede obtener como resultado de su hipoteca.
El ente – por antonomasia– mediador
entre el Estado y el Pueblo es la Banca. Esta trilogía –dogmáticamente
religiosa en su concepción- se basa, una vez más, en la necesidad de acumular
recursos. La decadente política económica liberal se han dedicado a influir en
las instituciones públicas del Estado con la finalidad de crear condiciones
jurídicas que abran las puertas al sentido privado de las relaciones sociales,
de producción, comerciales y ambientales. Estas puertas abiertas fueron
entregadas al imperio de la acumulación y la usura.
El “gurú liberal” señaló: “El mayor obstáculo para salir de la
pobreza, son sistemas legales que no ayudan a la gente pobre a juntar
recursos”. Esta falsa receta lo único que acrecienta son las ganancias
obtenidas por el sistema bancario por medio de las tasa de intereses y el valor
de las propiedades confiscadas a sus clientes.
Para la
Banca, fuera de ella, no existe posibilidad de desarrollo. Desacreditar al
Estado ha sido siempre su misión y ante la destrucción del Estado siempre
apareció la presencia de la Banca en su metáfora redentora, fuera de ella no
existía “salvación”, “desarrollo” y “progreso”. Para el “gurú liberal” hacer de
cada ciudadano un propietario que ponga a disposición de la Banca su “titulo de
propiedad” es signo de “crecimiento”, “progreso”, “desarrollo”, “legalidad”,
“riqueza”, la “evolución” va de la mano de la capacidad de inversión y
desarrollo del Capital:
La riqueza sale
de la posibilidad de combinar cosas. Y la posibilidad de combinar cosas resulta
posible y cada vez más eficiente si los derechos de propiedad sobre las cosas
están tan bien definidos que los contratos pueden ser claros y que las
transacciones entre propiedades se vuelven cada vez menos costosas y más
eficientes.
Lo absurdo de la lógica capitalista se
mueve en la ausencia de auto censura. No existe la más mínima decencia, es un
eterno canto entre la cultura versus la estupidez, como bien lo señaló el
analista político Abner Barrera Rivera.[5]
Estamos hartos que con todo desparpajo los tecnócratas neoliberales
expandan indecentemente slogans como los que sostienen que sin
inversión no existe desarrollo y esta inversión no es posible sino se accede a
la misericordia bancaria, trasmutada en préstamo. Lamentablemente las
autoridades de los poderes del Estado – casi siempre al servicio de intereses
foráneos – hacen del sistema económico-financiero internacional la entidad sin
la cual no se puede generar desarrollo interno. Pese a cualquier desquiciada teoría,
la entrega de títulos de propiedad – según la perspectiva liberal – no tiene
por meta final empoderar al ciudadano, sino a las sociedades bancarias con
representatividad en los poderes del Estado, siempre al servicio de sus
intereses, ¿alguien podría sostener lo contrario?
En la antesala de la primavera árabe en
Egipto y todo el apoyo – material e ideológico - que recibieron de Gene Sharp
(Instituto Albert Einstein) y Hernando de Soto (Instituto Libertad y
Democracia) la ideología colonialista liberal se levanta como soporte teórico
de los golpes de Estado al estilo democrático desarrollados en la actualidad.
Hernando de Soto, por lo visto, con una clara falta de honestidad en la autoría
de sus escritos asumió el viejo concepto “capital muerto” de Smith como propio:
Sin que sus
activos y propiedades tengan un título legal claro, estos emprendedores, en
suma, poseen lo que he denominado "capital muerto": propiedades que
no se pueden utilizar como garantía para conseguir préstamos, obtener capital
de inversión o como un seguro para acuerdos contractuales a largo plazo.
Entonces, la mayoría de estos emprendimientos egipcios siguen siendo pequeños y
relativamente pobres. Lo único que los pueden emancipar es una reforma legal. Y
sólo el liderazgo político de Egipto puede hacerlo.[6]
Míster Hernando de Soto ha pasado su
gran trayectoria asumiendo como propio teorías ajenas, para muestra lo
sostenido por Adam Smith sobre el “Capital muerto”. A estas alturas nos
interesa integrar esfuerzos para salvar toda expresión de vida en el planeta y
fuera de ella. No es más una discusión entre rojos y verdes, sino entre
justicia e injusticia, iniquidad y equidad, decencia e indecencia. Estas
exigencias morales bien se pueden dar dentro y fuera de cualquier sistema.
Claro nos esta que en la medula del liberalismo cartesiano y su pensamiento
hegemónicamente único será difícil – imposible – hallar reciproca convergencia
revolucionaria.
Economía
socialista vs economía imperialista. Evidentemente, nos estamos refiriendo a dos maneras
- ontológicas y epistemológicamente – antagónicas de resolver sus problemas. El
nuevo modelo económico cubano es fiel a la visión de gestión de los recursos en
donde la relación del Estado se desarrolla de forma directa con el pueblo sin
necesitar de intermediarios (entiéndase, loobies,
Banca, asesores, fundaciones, y demás). El archiconocido “Capitalismo Popular”
del credo tacheriano, en donde cada ciudadano es un “empresario” y “propietario
capitalista” es solo el burdo remedo de las elucubraciones coloniales de la
Gran Bretaña de Smith, todo una visión colonialista que es necesario que las
nuevas generaciones esten al tanto de su persistencia en la historia.
Ya, para el Amauta José Carlos
Mariátegui, el colonialismo subyacente en la aparente distribución de las
propiedades y el empoderamiento del pueblo a través de la titulación de la s
propiedades era un hecho innegable, como
lo señaló:
La creación de la
pequeña propiedad, la expropiación de los latifundios, la liquidación de los
privilegios feudales, no son contrarios a los intereses del imperialismo, de un
modo inmediato. Por el contrario, en la medida en que los rezagos de feudalidad
entraban el desenvolvimiento de una economía capitalista, ese movimiento de
liquidación de feudalidad coincide con las exigencias del crecimiento
capitalista, promovido por las inversiones y los técnicos del imperialismo.[7]
La vigencia del análisis del Amauta nos
viene al encuentro y desempolva de obsoletas teorías contrarias al nuevo modelo
económico cubano. La estructura y coyuntura en materia de política económica de
corte liberal se derrumba atraída por un peso gravitatorio que no permite más
su sostenimiento. Para violar las leyes de la justa gravedad de los pueblos
empobrecidos tendría que intentar seguir imponiendo la fuerza de leyes (civiles
y militares) que violan los “ordenes justos”
de las relaciones sociales, de producción, comerciales y ambientales.
Para el Estado cubano la propiedad tiene 2 concepciones: la propiedad como
propiedad y como gestión. En contra de toda concentración del poder en manos de
pocos, el Estado – representado por los poderes populares – es propietario de
la tierra la cual la entrega como usufructo, la cual no es vendida.
El ciudadano responsable es propietario
en la medida que administra y gestiona la propiedad. Es así como el Estado
tendría que velar por la no monopolización de la tierra, gestionándola con
responsabilidad socialistamente revolucionaria y no liberalmente mercantilista.
Economía
cubana, referente ético-moral. La claudicación de las teorías liberales, el descalabro de sus
métodos y el desespero sus tristes defensores hace de la actual coyuntura - en el segundo
decenio del siglo XXI- el panorama perfecto para la radicalización de las polaridades.
A mayor materialización de la inmoralidad en el planeta las fuerzas morales
tendrán la oportunidad de empoderarse y ganar espacio la creación de los nuevos
tiempos en camino. De allí que el triunfo de las fuerzas republicanas en las
próximas elecciones estadounidense le haría un gran favor a las fuerzas
sociales que en aquel país luchan anónima y no anónimamente por el cambio de
paradigma.
La visión socialista de la Grande de las
Antillas es ante todo cubana. Como
otrora la aplicación de elementos del socialismo soviético a su idiosincrasia
político-económica permitieron el desarrollo del proceso revolucionario, en la
actualidad el revolucionario desarrollo del nuevo modelo cubano es la fusión de
experiencias económicas desarrolladas a nivel planetario. Esto no quiere decir,
de manera ninguna, calco, ni copia de sistemas ajenos a la realidad histórica
del pueblo cubano. Marino Murillo señaló:
Nosotros hemos
estado estudiando lo que ha hecho todo el mundo en términos de modificación de
su modelo económico. Nosotros hemos
estudiando la experiencia china; hemos estudiado la experiencia de Vietnam;
hemos estudiado la experiencia rusa y de otros países europeos. Lo hemos hecho
con el ánimo de aprender y de entender metodológicamente los conceptos
económicos y políticos que esos países han aplicado. Lo cual no quiere decir
que vayamos a copiar automáticamente lo que hicieron otros. Siempre es válido
aprender de todo el que ha hecho algo en el mundo; el error sería copiarlo en
automático.
El Amauta Mariátegui coincide con el
principio creador de la visión del socialismo cubano: “No queremos,
ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación
heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio
lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una
generación nueva”.[8] La
infranqueable moral del socialismo cubano radica en haber hecho de la defensa
de los derechos inalienables a todo ser humano y a la creación en su conjunto
el estandarte ético-moral que acompaña el proceso revolucionario hasta nuestros
días. Esto exige una visión de la economía de los pueblos a partir de un cambio
de mentalidad de las relaciones sociales, de producción, comercial y ambiental.
Relaciones éticas de mutualidad y reciprocidad que solo pueden ser aseguradas
desde la experiencia socialista.
Ernesto “Che” Guevara nos lo recuerda
desde su “Discurso de Argel” (Febrero, 1965): "no puede existir socialismo
si en las conciencias no se opera un cambio que provoque una nueva actitud
fraternal frente a la humanidad, tanto de índole individual, en la sociedad que
se construye o esta construido el socialismo, como de índole mundial en
relación a todos los pueblos que sufren la opresión imperialista".
Para el Che, la magnanimidad del pueblo
esta sobre cualquier gurú ilustrado o receta financiera selectivamente impuesta
como credo dogmático:
En contradicción con una concepción del plan
como decisión económica de las masas conscientes de los intereses populares, se
ofrece un placebo, en el cual sólo los elementos económicos deciden del destino
colectivo. Es un procedimiento mecanicista, antimarxista. Las masas deben de
tener la posibilidad de dirigir su destino, de decidir cuál es la parte de la
producción que irá a la acumulación y cuál será consumida. La técnica económica
debe operar en los límites de estas indicaciones y la consciencia de las masas
debe asegurar su implementación.[9]
El futuro económico del planeta no pasa solo por la habilidad de
administrar los recursos en favor de unos y en desmedro de los más. El nuevo ser humano deberá transitar el
camino de la solidaridad como economía relacional y no lo contrario. El Capital
simbólico del cual nos habló Pierre Bourdieu es la nueva creación en permanente
construcción; novedad que irrumpe la historia distorsionando los parámetros de
los poderosos, aliándose con el clamor de los empobrecidos de la Tierra. El
nuevo modelo cubano, como signo de nueva creación, invita abrirse al mundo
hacia lo nuevo en medio del caos y el imperio del Capital hegemónico.
Fidel Castro Ruz visionariamente nos advirtió: “No se podrá hablar de
capitalismo o socialismo. Sólo se abrirá una etapa de administración de los
bienes y servicios disponibles en esta parte del continente. Inevitablemente
seguirán gobernando cada país los que hoy están al frente del gobierno, varios
muy cercanos al socialismo, otros llenos de euforia por la apertura de un
mercado mundial que hoy se abre para los combustibles, el uranio, el cobre, el
litio, el aluminio, el hierro, y otros metales que hoy se envían a los países
desarrollados y ricos mercados, que desaparecerán repentinamente”.[10]
Hacemos eco de lo dicho por el viceministro Marino Murillo: “En Cuba
estamos hablando de la actualización del modelo económico cubano; que haga
nuestro socialismo sustentable, y que tiene que ver con el bienestar de nuestro
pueblo”. Grandes lecciones de las propuestas económicas de Cuba, todas ellas abiertas
a un nuevo mundo y un mundo nuevo, en donde sin solidaridad no hay economía que
valga, donde sin reciprocidad no hay acumulación que resista al moho del
egoísmo y la cancerígena avaricia. Será en la unión de la Gran Patria de
Bolívar donde encontraremos juntos salir de la zozobra sostenida por el imperio
del terror y la muerte.
Por último, como lo sintetizó José Martí: "… Es ¡Ay de nosotros!
que el veneno de 3 siglos, 3 siglos ha de tardar en desaparecer. Así nos dejó la dueña España extraños, rivales,
divididos, cuando las perlas del río Guayote
son iguales a las perlas del sur de Cuba, cuando unos son las nieves del
Tequendoma y Orizaba; cuando uno mismo es el oro que corre por las aguas del
río Bravo y del venturoso Potosí”.[11]
NOTAS
[1] Adam Smith. Investigación de la naturaleza y causas de
la riqueza de las naciones. Londres: W. Strahan & T. Cadell. Libro II,
capitulo I, pág.5, 1776.
[2] Op.cit., pág. 5
[3] Op.cit., pág.5.
[4] Op.cit., pág.5.
[5]Fuente:http://www.cubadebate.cu/opinion/2009/09/20/cultura-versus-estupidez/. Revisado: 14/05/12.
[6]Fuente:http://online.wsj.com/article/SB129678069272983081.html.Revisado: 13/05/12.
[7] José Carlos Mariátegui.
“Punto de vista anti-imperialista” de 21 de Mayo de 1929, en Ideología y Política. Lima: Biblioteca
Amauta. 1969, pàg.93.
[8] José Carlos Mariátegui.
“Aniversario y balance” Lima: Editorial “Amauta”. No 17, año II, septiembre de
1928.
[9] Fuente: http://www.rebelion.org/hemeroteca/argentina/lowy050802.htm. Revisado: 13705/12.
[11]Fuente:http://www.monografias.com/trabajos65/pensamiento-economico-marti/pensamiento-economico-marti2.shtml. Revisado: 14/05/12.
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