La
noción del Buen Vivir se hace pertinente en el debate político y se apunta con
fuerza en el horizonte de posibilidades humanas, hacia la plenitud de vida que
tanto necesitan y anhelan nuestros pueblos y por el que luchan
incesantemente.
José A. Amesty / Especial para Con Nuestra América
Desde
Caracas, Venezuela
El Buen Vivir expresa una propuesta alternativa desde nuestra América profunda. |
Sin
duda alguna, la expresión El Buen Vivir
es referida por el Comandante Chávez desde lo profundo de la idiosincrasia,
sabiduría y creencias de los pueblos indígenas. Denota una nueva categoría
socialista que contrasta con las categorías capitalistas. Investiguemos su
origen: los
indígenas de Ecuador, Bolivia y Perú han propuesto este concepto para entender
la relación entre el ser humano con la naturaleza, la historia, la sociedad, la
democracia, en contradicción con el concepto neoliberal de desarrollo y
crecimiento económico; en lengua indígena se denomina Sumak Kawsay, también traducida como Vida en Plenitud.
Desde
la etimología de las palabras, Sumak
significa lo ideal, lo hermoso, lo bueno, la realización; y Kawsay, la vida, vida digna en armonía y
equilibrio con el universo y el ser humano, como ya indicamos La Plenitud de la Vida.
En
general, desarrollo, economía, salud, espiritualidad, política, cultura,
soberanía alimentaria y otras traducen como Sumak-Kawsay,
abarcando lo humano, lo natural, lo ancestral y lo divino, significando que
este vocablo expresa el modelo de vida de los pueblos originarios.
Por
esto afirmamos que el Buen Vivir es
una nueva categoría de vida sustentada por el Socialismo y en total
contradicción con el paradigma de vida capitalista. Esta es una categoría
social que no es nueva, ya que por ejemplo los zapatistas la conciben como: Mandar obedeciendo, yla demanda de Conviavilidad de Iván Ilich, la ecología profunda de Arnold Naes. El Buen Vivir también recoge las
propuestas de descolonización de
varios pensadores latinoamericanos, que buscan descolonizar la vida, la
historia, el futuro de nuestra Abya Yala.
Podemos
afirmar igualmente que esta noción subraya el elemento de respeto, ya que es
una oportunidad para devolverle la ética a la convivencia humana, la
posibilidad de coexistencia de la unidad en la diversidad y la oportunidad de
contrarrestar la violencia del sistema.
Asimismo,
los pueblos indígenas nos han mostrado que es posible resistir al capitalismo,
a la modernidad, y que hay alternativas al capitalismo salvaje.
Finalmente,
esta noción se hace pertinente en el debate político y se apunta con fuerza en
el horizonte de posibilidades humanas, hacia la plenitud de vida que tanto necesitan y anhelan nuestros pueblos y
por el que luchan incesantemente.
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