Ni Estados Unidos ni Canadá se han sometido jamás a
la Comisión ni a la Corte Interamericana. Mejor aislarlos a ellos.
La Asamblea Nacional respaldó la salida de Venezuela de la CIDH |
-¿Qué son la Comisión y
la Corte Interamericana de Derechos Humanos?
Organismos que dependen
de la Organización de Estados Americanos, ente con sede en Washington dedicado
fundamentalmente a validar las políticas de Estados Unidos, el cual paga la más
de la mitad de su presupuesto.
¿La Comisión y la Corte
Interamericana de la OEA defienden los Derechos Humanos?
-Sólo si los viola un
Estado. Si los violan un empresario, un terrateniente, un banquero o una
transnacional, se cruzan de brazos. Tampoco se ocupan del derecho al trabajo, a
la tierra, al agua, a la educación, a la salud, a la seguridad social, a la
cultura a la información veraz: a todo lo que hace la vida digna y posible.
¿La Comisión
Interamericana es imparcial?
-Ni remotamente. Durante
las décadas horribles de la Cuarta República (en Venezuela), cuando había
masacres, campos de concentración, torturas, miles de desaparecidos y
suspensiones de garantías que duraban años, la Comisión procesó sólo seis
denuncias, una de ellas interpuesta por el terrorista Orlando Bosch y otra por
el terrorista Posada Carriles. Durante la década del
gobierno bolivariano, cuando todas esas prácticas desaparecieron, la Comisión
procesa 66 denuncias contra Venezuela.
¿La Comisión y la Corte
son eficaces?
-Sólo para defender los
derechos del capital. Nunca se pronunció contra la dictadura de los Somoza,
pero sí condenó a la Revolución Sandinista. Cuando el presidente Chávez fue
secuestrado por golpistas fascistas, la Comisión no movió un dedo para expedir
una medida cautelar a su favor, a pesar de que se lo exigió la organización
colombiana Minga. Nada hizo cuando el presidente Manuel Zelaya fue secuestrado.
Cuando el
presidente Rafael Correa fue secuestrado y balaceado por golpistas fascistas,
tampoco movió un dedo. Cuando Correa ganó legítimamente una demanda contra
monopolios comunicacionales que lo calumniaron, allí sí salió la Comisión a
pedir que los perdonara.
¿La Comisión
Interamericana acoge denuncias válidas?
-En su Informe de 2011
para el Examen Periódico Universal, la CIDH nos acusa en 233 párrafos. En 205
trata casos en los cuales no se han agotado los recursos internos, que su
propio Estatuto le prohíbe conocer. En 225 no precisa hechos tales como
nombres, fechas, lugares ni otros datos, que su Estatuto exige para admitir
denuncias. En 182 casos, juzga sobre suposiciones de hechos futuros e
inciertos, que “podrían” acontecer. En la casi totalidad, se funda en rumores o
recortes de prensa, que ningún tribunal digno de tal nombre acoge como prueba.
Incluso objeta proyectos de leyes, cuya sanción depende de la Asamblea
Nacional, y no de una oficina en Washington.
¿La Comisión está
prejuiciada contra Venezuela?
-En el citado Informe nos
colocan junto a Colombia, Honduras y Haití, como países que presentarían
“situaciones que afecten seria y gravemente el goce y disfrute de los derechos
fundamentales”. Asimilarnos a países ocupados por Estados Unidos o a gobiernos
surgidos de golpes o en guerra civil es una torpe injuria.
¿Quién paga a la Comisión
Interamericana y a la Corte Interamericana?
-La Comisión
Interamericana y la Corte Interamericana dependen de la Organización de Estados
Americanos (OEA), a la cual Estados Unidos aporta anualmente unos $44,2
millones, más de la mitad del presupuesto de aquella. El National Endowment
for Democracy (NED) sufraga con cantidades todavía no precisadas pero que
deben ser sustanciales una miríada de ONGs que fraguan incontables acusaciones
contra Venezuela. Esos jugosos estipendios podrían verse reducidos a iniciativa
del congresista Connie Mack, de Florida, para quien “La OEA es una organización
en América Latina que ha fracasado” (AFP, 3-5-2012). Por la plata baila el
perro, y por el dólar acosa a Venezuela la Comisión Interamericana.
¿Podemos evitar que
Venezuela sea juzgada por organismos que no reconocen su soberanía?
-Nada más fácil. El
artículo 236 de la Constitución establece que “Son atribuciones y obligaciones
del Presidente o Presidenta de la República (…) 4. Dirigir las relaciones
exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados, convenios o
acuerdos internacionales”. Así como puede celebrarlos, puede denunciarlos. El
artículo 187 de dicha norma pauta que “Corresponde a la Asamblea Nacional: (…)
18. Aprobar por ley los tratados o convenios internacionales que celebre el
Ejecutivo Nacional, salvo las excepciones consagradas en esta Constitución”.
Así como aprueba su celebración, puede aprobar su denuncia.
¿Sólo Venezuela formula
críticas contra los procedimientos ilegales de la Comisión y la Corte
Interamericana?
- En el Informe del
“Grupo de Trabajo Especial de Reflexión sobre el Funcionamiento de la Comisión
Interamericana”, de 13 de diciembre de 2011, los representantes de Brasil,
Bolivia, Ecuador, México y Perú recomiendan a dicha Comisión: “a) Reflexionar
sobre la eficacia del Capítulo IV del Informe Anual de la CIDH en la promoción
de los derechos humanos en el hemisferio. b) Revisar los criterios, metodología
y procedimiento para la elaboración del Capítulo IV, incluyendo el uso de
fuentes públicas y privadas. c) Ampliar el espectro del Capítulo IV del Informe
Anual de la CIDH para que se analice de manera objetiva e integral la situación
de los derechos humanos en todos los Estados de la región, independientemente
de que sean estados parte o no de los instrumentos interamericanos de derechos
humanos. d) Considerar en la elaboración del Capítulo IV no solo derechos
civiles y políticos, sino también los derechos económicos, sociales y
culturales”. No es desdeñable que tantos y tan importantes países ordenen a un
organismo que reconsidere su eficacia, sus criterios, metodologías, alcances y
estrechez de miras. Son países que comprenden cerca de la mitad del territorio
y de la población de América Latina y el Caribe.
-¿Si nos salimos de la Comisión y de la Corte
quedaremos aislados?
-Ni Estados Unidos ni Canadá se han sometido jamás
a la Comisión ni a la Corte Interamericana. Mejor aislarlos a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario