El
mandatario peruano, Ollanta Humala, no solo traicionó al electorado que lo
llevó a la silla presidencial, sino a los principios del movimiento
etnocacerista, al cual representó, que
bien la resume el diario BBC: El Movimiento Etnocacerista impulsa la creación
de una nueva república, en la que se respete el legado cultural Inca, se
nacionalice la industria y se instaure la pena de muerte y el libre cultivo de
coca.
José Toledo
Alcalde / Especial para Con Nuestra América
Desde Estados Unidos
Ollanta Humala, presidente de Perú. |
El peregrinaje del pueblo peruano,
excluido y explotado, hacia el calvario en una histórica agonía
socio-económica, empieza desde aquel trágico recodo histórico en el cual
jaurías europeas llegaron a sus tierras con fines nefastos, el saqueo. Las
luchas independentistas lideradas por Sucre, San Martin, Bolívar, abrieron una
nueva etapa en donde la independencia del poderío europeo no significó el final
de la cultura del extermino, expoliación y violencia institucionalizada. El
engranaje gubernamental cívico-militar ha sido caracterizado por una concesión
de la nación como reservorio de materias primas, como colonia, al servicio de
corporaciones nacionales y extranjeras. La voraz hambre de poder y ceguera de
la ambición no tienen límites. Este tipo de patología social no es reconocido
como tal, más aún, existen centros de preparación especializados en entrenar y
adiestrar eruditos y eruditas en hacer de esta enfermedad el remedio para todos
los males, conocida como la insensible cultura de la tecnocracia. Es así como
este vía crucis permanente, de
agonías y crucifixiones históricas, desde el vejamen de Francisco Pizarro hasta
Ollanta Humala hacen del Perú un país dividido entre el país botín arruinado por la política orientada desde
Washington-Europa y las corporaciones financieras y el crecimiento ilusorio de
millones de familias basado en la cultura del crédito y endeudamiento
financiero. Ideología del despojo conducido por felipillos de la política
barata en búsqueda de la perpetuidad de un sistema de acumulación y nefasta
destrucción.
Karl Marx en el primer tomo de El Capital no fue ajeno a este descomunal despojo: “El
descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de
exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población
aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la
conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos
hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos
procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales en el
movimiento de la acumulación originaria”. Continuando con la historia aberrante
de expoliación e impuesta miseria, el Perú se inscribe, una vez más, en la
lista de naciones invadidas y saqueadas con la permisibilidad de sus
gobernantes, testaferros políticos, que venden la nación en nombre del progreso
y el burdo desarrollo económico como es el caso del actual fraudulento régimen.
Así como los ensayos neoliberales en Chile (1973), Argentina (1976), Granada
(1983), Panamá (1989), Haití (2004), Honduras (2009) y Paraguay (2012), el
auto-golpe de Estado en el Perú (1992) legitimó la injerencia “constitucional”
del irónicamente de facto-de jure
capítulo económico peruano de orientación neoliberal contrarios a las
perspectivas soberanas del Proyecto Bolivariano.
La historia se repite dentro los mismos
esquemas de traición. Así es como el día de hoy, un mandatario que prometió
defender los ideales nacionalistas, es gestor y responsable del continuismo
político marcado por el vil y grosero entreguismo a los poderes facticos alineados
con Washington y Europa. Cual virrey, representante de la obscena corona
española e irónicamente vocero del movimiento denominado etnocacerista, fundado
por su padre, hace de la expoliación de los recursos nacionales el festín de
mafias económicas las cuales gozan de total impunidad para delinquir
“lícitamente” en contra la soberanía y
los principios de no injerencia. Modelo político-económico caracterizado por el
escándalo de la corrupción y la demagogia de libreto estudiados en base a
slogans aprendidos de memoria perfila la real esencia del modelo defendido a
capa y espada por los lobistas peruanos y sus prestigiosos embajadores de
opinión pública internacional como Hernando de Soto y Vargas Llosa.
El mandatario peruano, Ollanta Humala,
no solo traicionó al electorado que lo llevó a la silla presidencial, sino a
los principios del movimiento etnocacerista, al cual representó, que bien la resume el diario BBC: El
Movimiento Etnocacerista impulsa la creación de una nueva república, en la que
se respete el legado cultural Inca, se nacionalice la industria y se instaure
la pena de muerte y el libre cultivo de coca.[1]
Estas son las bases político-ideológicas por las cuales luchó Ollanta Humala y
su hermano, el reo, Antauro Humala, bases que supuestamente defenderían la
independencia de un Perú soberano, entregado hoy a los poderes foráneos. El
mandatario peruano califica su gestión como no ideológica, técnica y moderna,
el resultado el fracaso del modelo y no solo a niveles económicos, sino de índole
ético-moral como lo testifica la censura a la primera ministra Ana Jara – por
espionaje - y la puesta en jaque de todo el consejo de ministros. Las
concesiones de tierras al emporio minero en Cajamarca y la eliminación de
Petroperú[2]
favoreciendo a grupos como Graña y
Montero y El Comercio lo único
que hace es confirmar la clara orientación neoliberal auto-destructiva
impuesta, por lo que llamaríamos, el golpe
ético-moral, la estafa electoral, atentado contra la soberanía y la
confianza del pueblo.
Así como el famoso ventrílocuo Edgar
Bergen (1903-1978) y su increíble capacidad de manejar a su inseparable muñeco
"Charlie McCarthy", la fracasada orientación politico-economica de la
administración Ollanta Humala es manejada cual ventrílocuo desde Washington. Lo
impresionante de esta “invisible” presencia es su capacidad para agendar la
discusión nivel nacional. Todos hablan
de los muñecos, pero nadie hace, ni por casualidad, alusión al artista detrás
del muñeco. Los intereses geoestratégicos de Washington y sus preocupaciones
por preservar sus aliados de la Alianza del Pacifico serán defendidos a como dé
lugar. No nos llamaría la atención que en la agenda de Washington-Ollanta
Humala estaría apoyar la candidatura de Alan García Pérez y para esto tendría que
disolver el congreso desbaratando las investigaciones y acusaciones
constitucionales en contra de García Pérez lo cual inhabilitaría su candidatura
para los próximos comicios presidenciales 2016. El ventrículo sabe que su
actual muñeco es un fracaso. Los grupos de poder de han cansado de usar al
testaferro andino, útil mientras lea los guiones que le redactan, más aun con
las conocidas manipulaciones de Mario Vargas Llosa debido a la no entrevista
concedida, por el mandatario peruano, con los representantes conspiradores
contra el gobierno bolivariano de Venezuela.[3]
Washington y sus
representantes en el Perú son omitidos de la discusión sobre la ruptura del
modelo neoliberal. La retrograda política extractivista, minería-petróleo, el
próximo paro de trabajadores de Petroperú el 8 de abril, las revueltas de las comunidades campesinas
en el Valle del Tambo exigiendo la salida de la controversial minera Southern Copper, filial del Grupo México[4]
y el quiebre de la estabilidad y credibilidad del consejo de ministros,
perfilan una anomalía gubernamental enemiga de los intereses nacionales y
cómplice conspirativo de los grupos de poder. La presencia de USAID (UnitedStates Agency for International
Development)[5] como representante de
Washington, ha sido naturalizada dentro de la estructura de gobierno sin
mayores observaciones. La política de la dadiva generosa de Washington, el
favoritismo entreguista de las políticas arancelarias, el control del Estudio
de Impacto Ambiental (EIA) a favor de la venta de tierras a consorcios mineros
extranjeros, hace del Perú el perfecto aliado del ventrílocuo del norte y punta
de lanza, con Colombia y México, de la
sistemática conspiración contra las organizaciones de orientación bolivariana como
UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas)
, CELAC (La Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños) , ALBA-TCP (La Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos) y CARICOM (Comunidad del
Caribe) quienes han manifestado su apoyo al gobierno democrático de la
Republica Bolivariana de Venezuela y el rechazo rotundo a la política
violentamente injerencista de Washington.
Recibimos con especial atención y
expectativa el pedido de UNASUR para acabar con la presencia de centros de
operación militar extranjeras en Latinoamérica y el Caribe; seguramente punto
de agenda en la próxima Reunión de las Américas a celebrarse en Panamá el
próximo 11-12 de abril.[6]
Este vía
crucis del mandatario Ollanta Humala ojalá repotencie las fuerzas sociales
y políticas estafadas por el actual régimen quien hizo de la Gran Transformación un triste recuerdo
de un nefasto periodo electoral.[7]
La política del doble rasero, en donde usando – con fines electorales –
retorica progresista-ambiental y posteriormente gobernando con guiones
supervisados por Washington debe encontrar su punto final y esta transformación
radica en la posibilidad de aproximar fuerzas socio-políticas alternativas a la
voraz y salvaje política neoliberal que lo único que busca es su continuidad y
perpetuación ya sea en la persona de Alan García Pérez, Keiko Fujimori o
cualquier otro. Como sabemos, el poder no radica en quien se sienta en el
“trono presidencial”, como reza el dicho, el poder radica en quienes se
encuentran detrás del trono. Llega la hora de revertir este inicuo vía crisis en un caminar de esperanza y cultura solidaria sin darles la espalda a
los intereses de las mayorías por siglos excluidas y no es retorica, no se
puede llamar no pobre a una persona por el hecho de tener servicio de televisión
digital, internet, smart phono o
tarjetas de crédito, hablo de las mayorías, hay gente, como en todo lugar que
les va muy bien económicamente y celebro esta realidad, pero esto no quiere
decir que sea el reflejo de una política
gubernamental soberanamente consolidada, sin injerencias invasivas.
Lamentablemente, esperanza y solidaridad son vocablos ajenos al vocabulario del
capitalismo salvaje. A diferencia del vía
crucis de Jesús de Nazaret quien se opuso al esquema inhumanamente imperial
de Roma y la cúpula religiosa, el mandatario peruano, perfecto representante de
último periodo del neoliberalismo, transita su camino al calvario político
auto-sentenciado por defender el rapto del Estado y mostrar su
incondicionalidad al modelo agobiante.
De no dar su voto de confianza, el
Congreso de la Republica del Perú, al nuevo y controversial presidente del
Consejo de Ministro Pedro Cateriano,[8]
convicto, confeso y radical político neoliberal, propuesto por Ollanta Humala,
se correría el riesgo que el mandatario disuelva el Congreso y convoque a
nuevas elecciones a solo un año del término de su gestión, de ser aprobado, por
cuestiones estratégicas, seriamos testigos del desastre final de la gestión
testaférrica del actual mandatario. Esta
en las fuerzas progresistas, los movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles, asociaciones
laborales y probos representantes de la política nacional cerrar filas, mas
allá de las diferencias, reorientar la política económica hacia terrenos de
mayor convergencia y participación de la sociedad en su conjunto, proponer
políticas en donde la soberanía sea institucionalizada y desplazada la cruda e
inhumana violencia con rostro económico y político. Creemos en la fe del pueblo
en donde su capital moral es su mayor riqueza. Fe en su capacidad y fuerza de
trabajo, recursos básicos para emprender una de sus más grandes
responsabilidades, transformar las bases entreguistas de una inicua ideología
colonial por una cultura donde la soberanía y la concertación de los diferentes
frentes sociales sean el pilar fundamental de la convivencia con bases de
equidad y justicia social inspirado en la compleja originalidad que nos inspira
lo señalado por el Amauta José Carlos Mariátegui: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia.
Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad,
en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano. He aquí una misión
digna de una generación nueva” (JCM, “Aniversario y Balance”, Septiembre
de 1928).[9]
[2] Importante e histórica
participación del congresista Manuel Dammert https://www.youtube.com/user/Dammert7
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