El sentimiento bolivariano volvió a triunfar en las sabanas llaneras.
A un año de la última aparición pública del
exmandatario bolivariano, Comandante Hugo Chávez Frías, y contra toda
especulación, las fuerzas revolucionarias bolivarianas avasallaron en las
últimas elecciones municipales en la República Bolivariana de Venezuela. La oposición –como reacción inmediata–
denunció la existencia de un país dividido y sin dueño.
José
Toledo Alcalde
Especial para Con Nuestra América
Desde Estados Unidos
Los cuadros opositores no se dejaron esperar. Valiéndose de todos sus
medios de comunicación habidos, manifestaron su desacuerdo. Entre ellos, el ex
candidato presidencial Henrique Capriles Radonski se rasgó las vestiduras
denunciando que el triunfo bolivariano lo único que demuestra es la “división”
del país y la inexistencia de dueños: “Para mí hoy el mensaje del país es muy
claro: Venezuela es un país dividido, nuestro país no tiene dueño y los que
aquí estamos para construir una alternativa de país no descansaremos hasta unir
a Venezuela”.
El manifiesto del tristemente célebre candidato por la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) exprime la receta discursiva retóricamente
desestabilizadora. ¿Cuál es su perspectiva cuando sostiene que Venezuela es un
país dividido y sin dueño, más allá de la alusión a los partidos políticos?
Será que “la isla de la fantasía” que
avizora Capriles es aquel pueblo que en sus elecciones votara en su totalidad
por un mismo candidato? Aquí nos preguntamos al estilo llanero: ¿Y entonces chamo, donde la democracia
que dices tanto defender?
Solo por citar un par de ejemplos. Acaso el ex candidato Capriles y
las fuerzas que representa no están enteradas que el discurso que enarbola - en
favor de una Venezuela unida y con dueño – fue desnudado en las canteras del
fascismo italiano como bien lo señaló el Duce:
“La organización corporativa del Estado, ya es un hecho consumado. Ese estado
democrático y liberal, débil y agnóstico, ya no existe. En su lugar ha surgido
el Estado Fascista. Por primera vez en la historia, una revolución constructiva
como la nuestra creó un terreno pacífico para las actividades productoras,
incorporando todas las fuerzas económicas e intelectuales a una sola
organización y encauzándolas hacia un propósito común”. (B. Mussolini, Roma, 19
de mayo de 1926). La historia es clara en señalar lo que sucedió con los
abanderados de este discurso proclive a la uniformidad – más no a la unidad – e
instauración de pensamientos hegemónicamente unilaterales.
Acaso las fuerzas anti Bolivarianas ¿No están enteradas que el país
modelo de sus ensueños económicos, EEUU, cuenta con más de ocho agrupaciones
políticas las cuales se presentan en elecciones y no votan por una uniforme
visión político-económica? Entre los cuales citamos: Partido Comunista de los
Estados Unidos, Partido Laborista Progresista, Partido Centrista (Estados
Unidos), Partido Comunista Revolucionario de los Estados Unidos, Partido
Demócrata NPL de Dakota del Norte, Partido Demócrata de los Estados Unidos,
Partido Demócrata-Republicano de los Estados Unidos, Partido Federalista,
Partido Independentista Puertorriqueño Partido Laboral Estadounidense Partido
Libertario Partido Pantera Negra Partido Republicano de los Estados Unidos
Partido Socialista EUA Partido Socialista de América Partido Verde (Estados
Unidos) Partido Whig de los Estados Unidos Partido de la Constitución Partido
de la Opción Personal Partido de la Prohibición Partido Socialista Laborista de
América. Todo esto no como muestra de perfección o modelo político a emular,
sino como signo de sistemas estructurados sobre bases sociales y de producción
dialécticamente antagónicas.
Señalar que Venezuela es un país dividido y sin dueño -como consecuencia
de una perdida electoral- no es solo muestra de grosera provocación, sino
perfila una vez más hacia donde son orientadas las tendencias
desestabilizadoras del orden constitucional y del sistema democrático de la
República Bolivariana. La perspectiva de unidad y el sentido de adueñamiento
del país, cual pedazo de tierra otrora repartido entre gamonales y
terratenientes, puede ser claramente visualizado en la historia política de
Capriles y el modelo al cual representa.
De la misma manera, los informes señalan que Capriles desde su llegada
al poder en el Estado de Miranda, la tasa de homicidios aumentó más de un 15% y
como si fuera poco entre el 2008 y 2012 despidio a mas de mil funcionarios por
ser considerados seguidores del ex gobernador chavista Diosdado Cabello,
clausurado –como consecuencia– decenas de bibliotecas. (Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/03/19/50-verdades-sobre-henrique-capriles-radonsky-candidato-a-la-presidencia-de-venezuela/)
Si el problema del ex candidato liberal es que sean desarraigadas de
una vez por todas las redes de usura y especulación - por medio de normas
jurídicas como La Ley Habilitante –
entonces queda claro que la unidad que él y su modelo pregona es la unidad de
las fuerzas antagónicas (Pueblo vs Corporaciones) en favor de los dueños de los
medios de producción y comercialización, así de coyunturalmente simple e
históricamente complejo. Y en la búsqueda de bautismo bolivariano al espíritu
teológico de la revolución , ya el Papa Juan XXIII lo señaló en alusión a lo
manifestado por el Papa León XIII : “…razones de justicia y de equidad pueden
exigir, a veces, que los hombres de gobierno tengan especial cuidado de los
ciudadanos más débiles, que puedan hallarse en condiciones de inferioridad,
para defender sus propios derechos y asegurar sus legítimos intereses (Juan XXIII [41]. León XIII, Pacem in Terris, Roma 11 de abril del
año 1963 - León XIII, Rerum novarum, Roma 15 de mayo de 1891).
No menos profético lo dicho por el Comandante Hugo Chávez Frías: “los
adversarios, los enemigos del país no descansan ni descansarán en la intriga,
en tratar de dividir y sobre todo aprovechando circunstancias como estas, pues.
Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta? Unidad, unidad y más unidad, esa debe ser
nuestra divisa, mi amada Fuerza Aérea, mi amada Guardia Nacional, mi amada
Milicia: la unidad, la unidad, la unidad. El Partido Socialista Unido de
Venezuela, los partidos aliados, el gran Polo Patriótico, las corrientes
populares revolucionarias, las corrientes nacionalistas: Unidad, unidad,
unidad, unidad. Decía Bolívar: “Unámonos o la anarquía nos devorará.” “Solo la
unidad nos falta” —dijo después o antes había dicho— “para completar la obra de
nuestra regeneración” (http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/12/09/hugo-chavez-unidad-unidad-y-mas-unidad-esa-debe-ser-nuestra-divisa/).
Sin dueños, ni propietarios del bien común. Sin especuladores de la
verdad y la decencia colectiva. Sin testaferros maniatados de escenarios ajenos
al pueblo, Venezuela demuestra al mundo entero – duela a quien le duela – que
se puede ser soberanamente digno - si
solo si - los designios del pueblo son dictados desde sus mismas entrañas y
ejecutados con la coherencia y honestidad que no tienen porque ser virtudes
ajenas al quehacer político. Unidad, Unidad, Unidad – es y será el joropo que
acompañe al pueblo bolivariano en sus luchas ejemplarmente cotidianas.
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