Estas elecciones ayudarán a hombres y mujeres de todo el mundo a
pensar y actuar como individuos libres, no como esclavos. Estas elecciones son
un paso más y de todos. Estas elecciones hablarán de la alegría, franca, noble
de Venezuela hoy… su condición esencial de alma revolucionaria que nos inspira
e incentiva.
Atilio Borón y Fernando Buen
Abad Domínguez / Rebelion
Fernando Buen Abad, Hugo Chávez y Atilio Borón. |
Vienen las elecciones venezolanas a lomos de la Historia, a todo
galope; vienen con su ejemplo decisivo y urgente, ratificación de la clase
trabajadora, del campo y la ciudad, protagonista clave de la revolución. Estas
elecciones son de una importancia excepcional para acelerar la transición
revolucionaria; para poner punto final a todo control imperial y la
omnipotencia de la explotación y el saqueo… Vienen las elecciones, ya se
avizoran, con su deseo ardiente de impulsar su Revolución hacia delante. Hay
que ganar las elecciones con Venezuela, ganarlas entre todos para legitimar,
del dicho al hecho, el avance Revolucionario del socialismo, en Venezuela y en
el mundo entero. Estas elecciones serán un paso más contra el poder económico
de la oligarquía, un paso más para expropiar a la oligarquía e introducir la
economía socialista planificada y para resolver los problemas de la población
venezolana. Para que estas esperanzas no se esfumen será preciso debatir,
participar y votar; conquistar una aplastante mayoría que asegure la
continuidad del proceso revolucionario.
Se ha hablado tanto de Venezuela y se ha dicho tan poco en verdad de
la Verdad de Venezuela. Muy poco sobre su solidaridad inmensa, de sus
cicatrices, de las injusticias que a diario se cometen en su contra. Muy poco
de los grandes avances de la Revolución Bolivariana, de la exitosa guerra
contra el hambre, la insalubridad y el desamparo de los más pobres. Muy poco se
dice de su guerra contra los burocratismos, contra la ignorancia, contra los
complejos y contra el pesimismo. Se ha hablado tanto de Venezuela, han sido
tantos tus críticos... sus detractores, que por doler nos duelen las calumnias
burguesas, el petróleo robado en aquellos interminables años de la fraudulenta “democracia”
de la Cuarta República, las penurias de la clase trabajadora y la injusticia
económica, política y social que reinó hasta que la revolución apresuró la
escritura de la historia… nos ha dolido Venezuela en todo el mundo… y hoy
también nos alegra y da esperanzas, nos alegra en ella la humanidad entera que
cuenta ahora con las elecciones como guía y compromiso mundial para la construcción
de una nueva sociedad.
Vienen las elecciones inflamadas de interés por las ideas y por la
naciente experiencia práctica del socialismo y el ambiente general
revolucionario. Vienen las elecciones con un empuje inédito y sin abandonar sus
debates primordiales… nadie se equivoque. Es nada menos que el futuro con
pasión venezolana que fecunda en cada voto un rito de la revolución, un rito de
confirmación que por su naturaleza volcánica vendrá del ejercicio de la
libertad y el ejercicio de la revolución para el derrocamiento absoluto de toda
forma de alienación, saqueo y explotación y para la construcción de una sociedad,
vida, amores y relaciones humanas nuevas… Y este es definitivamente el sentido
primero y último que entraña la revolución permanente… conjugar el socialismo
siempre en verbo futuro, tenerlo a la mano como la más alta y brillante luz de
la mañana.
Nadie se engañe, todos sabemos de los peligros internacionales que
acechan a la Revolución Bolivariana además del riesgo que se anida en las
tendencias burocráticas, en la corrupción y en el peligro de enfrentar a las
oligarquías. Eso es el corazón de una revolución. Vienen las elecciones y los
trabajadores quieren demostrar que pueden dirigir la industria sin
capitalistas. Vienen las elecciones y nadie quiere la revolución a medias.
Las elecciones próximas mostrarán al mundo entero el corazón de la
Revolución percutido por los trabajadores, el alma en los ojos y en las manos…
el alma en el dedo índice que dirá con su voto hacia dónde han de ir las
relaciones económicas y políticas, la historia contemporánea, la batalla de las
ideas, la lucha anti-imperialista y la Revolución Bonita.
Las elecciones no serán “milagrosas”, no resolverán todo por “arte de
magia”, y el paso siguiente será batir el récord de votación en cantidad de
votos y con calidad de ideas. No puede volver a ocurrir lo que pasó en el
referendo constitucional. Será una gran victoria para los trabajadores y será
ratificación de la señal para que muchos otros trabajadores, de Venezuela y del
mundo, sigamos ese ejemplo. Demostrarán que el control obrero sólo podría
desarrollarse seriamente si se nacionalizan las fuentes de trabajo con un
programa claro y socialista en pleno siglo XXI, contra todo lo que haga
peligrar sus triunfos. Las elecciones serán fundamentales en la lucha contra el
Capitalismo, privado o de estado. No son unas elecciones cualquiera; estas
elecciones son absolutamente decisivas para el futuro de la Revolución
Bolivariana. Y si bien ésta debe ser perfeccionada, pues, como toda empresa
humana, tiene sus falencias, la Revolución Bolivariana hace una diferencia
monumental con toda la historia previa de Venezuela. Esa es su matriz y su
fuerza.
Combatamos la indiferencia al voto revolucionario en todas sus formas;
combatamos al juego irresponsable de la distracción, la palabrería
abstencionista erudita, la especulación pura; combatamos todas las cobardías,
todas las abdicaciones, todas las traiciones, ratifiquemos el rumbo de la
revolución concurriendo masivamente a votar por su continuidad y su
profundización. Estas elecciones probarán cómo los venezolanos luchan por el
cambio a pesar de los pesares, contra todo tipo de frenos y obstáculos, contra
la oligarquía y contra el burocratismo, la corrupción y el arribismo. Contra
todo lo que desde dentro y desde fuera intenta frenar el avance del socialismo
y la conciencia de los trabajadores. Estas elecciones fortalecerán la columna
vertebral de la revolución para que la clase trabajadora dirija no sólo las
empresas, sino también la sociedad y la vida misma. Fortalecerá la dirección de
los trabajadores en una economía socialista planificada basada en la
nacionalización de la tierra, los bancos y las grandes empresas.
Estas elecciones venezolanas sabrán a gloria. Estas elecciones
ayudarán a hombres y mujeres de todo el mundo a pensar y actuar como individuos
libres, no como esclavos. Estas elecciones son un paso más y de todos. Estas
elecciones hablarán de la alegría, franca, noble de Venezuela hoy… su condición
esencial de alma revolucionaria que nos inspira e incentiva. Los votos ahora se
preparan en los corazones como un frente que representa en todo el mundo a
centenares de millones de mujeres y hombres que por doquier anhelan decir a
cada venezolano cuánto importa que triunfe nuevamente, magníficamente, su
Revolución en las urnas, en las fábricas recuperadas, en las tierras
reapropiadas, en sus debates y en sus escuelas… Coro mundial de sueños
venezolanos y de todos nosotros. Los votos que andan ya sobrevolando Venezuela
como pájaros que buscan nido en la primavera de la voluntad revolucionaria, son
votos que nos importan a todo el mundo, al socialismo… nuestro, al de ellos, al
de todos... del futuro hoy. En cada voto un sol revolucionario que alumbre no
sólo la gran patria de Bolívar sino toda la humanidad.
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