Al salir de su reunión
con Pence, el presidente Varela dijo que Panamá se sumaba al Consenso del grupo
de 11 cancilleres en Lima, que se pronunciaron en contra del gobierno
bolivariano de Venezuela. La prioridad de EEUU y los once cancilleres es
derrocar al presidente Nicolás Maduro de Venezuela.
Marco A. Gandásegui, h. / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad Panamá
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, y el vicepresidente de EE.UU, Mike Pence. |
La visita a Panamá del
vicepresidente de EEUU, Mike Pence, dejó un saldo negativo y, más encima,
desconcertó a los estamentos gubernamentales y empresariales del país. En
primera instancia, las protestas populares contra el mensajero de Washington
fueron reprimidas dejando dos estudiantes universitarios detenidos. En segundo
lugar, el presidente Juan Carlos Varela se sintió obligado (sin razón) a
realizar unas declaraciones ajenas a los intereses del país y en contra del
resto de la región latinoamericana. Por último, Pence se percató que su gira
fue un fracaso ante el frío recibimiento de sus propuestas bélicas contra
Venezuela.
Siguiendo la nueva
táctica impuesta por los asesores de seguridad de EEUU, la policía panameña
sacó a relucir sus fuerzas especiales antimotines para sofocar una protesta
estudiantil frente a la Universidad de Panamá. Mientras Pence hablaba en las
nuevas esclusas del Canal de Panamá, los jóvenes gritaban consignas frente a la
‘casa de Octavio Méndez Pereira’. La Policía Nacional tiene sus órdenes, que no
incluye el diálogo y privilegia el uso de la violencia desproporcionada. Cuando
el vicerrector de Asuntos Estudiantiles, Germán Beitia, en la puerta del campus
universitario esperaba explicarle a los oficiales el motivo de la protesta
estudiantil, éste fue embestido y un estudiante – Gilberto Solís – fue
arrastrado por los uniformados a un vehículo policial. En su defensa salió la
estudiante (miembro del Consejo General Universitario), Rita Ramos, quien fue
levantada literalmente y trasladada a la misma camioneta. No fueron golpeados
ni arrestados más jóvenes porque estaban dentro de los predios universitarios.
Rita Ramos –también
dirigente del grupo estudiantil Pensamiento y Acción Transformadora (PAT)- fue
acusada de agredir a un agente de la Policía, quien según el parte oficial se
le quebró una uña. La joven pasó dos noches detenida sin justificación alguna.
La dirigente de la
Escuela de Economía, Ileana Corea consideró inadmisible que el gobierno de
Varela, recibiera con “venias y aplausos” al representante de un gobierno
“racista e intervencionista como el de Donald Trump”. El estudiante de
Sociología, Mario de León, señaló que la
protesta colocó a la Universidad en “el epicentro de las batallas entre
estudiantes patriotas y los toletes del represor estatal”. Agregó que la “lucha de los estudiantes es
tan solo con la palabra” que “es nuestra herramienta, aprendida en la aulas
universitarias”. Se usa contra los “gases, perdigones y toletes”, señaló. El
vicerrector Beitia dijo que los “estudiantes estaban manifestando
pacíficamente” y que “fue la fuerza pública que cerró la vía, no los
universitarios”.
Los estudiantes tenían
buena razón para protestar. Mientras los jóvenes eran conducidos ilegalmente a
diferentes estaciones de la Policía, Varela y Pence conversaban sobre los
planes de ambos gobiernos para seguir desestabilizando al gobierno venezolano.
Varela se asomó a la puerta del Palacio de las Garzas para decir, sin
sonrojarse, que “en los próximos días
Panamá tomará medidas que respaldan el retorno al orden democrático a
Venezuela”. Acababa de violar la ley y los derechos humanos de los panameños
reprimiendo a los estudiantes y llevándose dos jóvenes detenidos. Agregó que las medidas contra Venezuela lo
haría “siempre en el marco del respeto a los derechos humanos de los
migrantes”. No necesariamente de los panameños.
Además, le pidió al
presidente venezolano, Nicolás Maduro, que respetara a los golpistas y aliados
de EEUU. Pidió que el gobierno venezolano hiciera lo que la oposición no hace:
Respetar la separación de poderes, los derechos humanos, las libertades y
negociar una salida política a la situación actual, en el marco de la
constitución vigente en Venezuela. EEUU y la oposición han intentado sacar a
los presidentes bolivarianos mediante golpes militares y, más recientemente,
por un golpe parlamentario. En ambos casos han fracasado.
Al salir de su reunión
con Pence, Varela dijo que Panamá se sumaba al Consenso del grupo de 11 cancilleres
en Lima, que se pronunciaron en contra del gobierno bolivariano de Venezuela.
La prioridad de EEUU y los once cancilleres es derrocar al presidente Nicolás
Maduro de Venezuela. Varela también hizo un llamado a fortalecer el diálogo
político entre las naciones para mantener la paz en el continente americano.
Los observadores señalaron que Varela podría estar dirigiendo su inquietud
hacia el presidente norteamericano, Donald Trump, quien ha amenazado con
aplicar una ’opción militar’ contra Venezuela.
Los estudiantes
universitarios Rita Ramos y Gilberto Solís le dieron la respuesta del pueblo
panameño tanto al presidente Varela como al vicepresidente Pence.
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