La derecha reaccionaria internacional se moviliza con el propósito de desprestigiar a la revolución cubana. Es así que en Costa Rica, España, Bélgica, Venezuela, Chile y Colombia la fauna latinoamericana organiza foros, seminarios y conferencias, para hablar de democracia y presentarse como analistas y defensores de los derechos humanos en Cuba. Hay que preguntarles ¿quién financia sus viajes, estadías, eventos y publicaciones?
(Fotografía del Diario Extra)
Según la ‘noticia’ del Diario Extra (19-05-09), existe un grupo de cubanos exiliados que mantiene una lucha constante por dar a conocer al mundo la situación de irrespeto a los derechos humanos en Cuba. El pasado 18 de mayo, dicho grupo no logró realizar un foro en el salón de ex presidentes de la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
Con tan sólo una lectura cablegráfica de las agencias de prensa internacional es fácil percibir que Cuba cada vez más se abre paso en el mundo. A pesar del criminal bloqueo comercial, económico y financiero impuesto por los Estados Unidos por casi ya medio siglo, en los últimos años la mayor de las Antillas ha fortalecido sus relaciones diplomáticas y políticas en el mundo, y ha firmado importantes acuerdos de cooperación bilateral, colaboración económica-comercial y científico-técnico con países como China y Rusia. Y en América Latina a diferencia de 1962 cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) al servicio de los Estrados Unidos expulsó a Cuba de dicho organismo, hoy la nación de José Martí mantiene buenas relaciones diplomáticas con todos los países de la región y con varios de ellos tiene convenios de cooperación.
Ya nadie discute el reconocimiento internacional que tiene la isla por sus logros sociales, que no son otra cosa que derechos humanos, en educación, salud, empleo, deporte, etc. Y como si esto fuera poco, en la reciente Cumbre de la Américas en Trinidad y Tobago, el presidente Barack Obama -nuevo administrador del imperio-, con sonrisa fingida o no, fue interpelado y fustigado por parte de varios presidentes latinoamericanos por el bloqueo criminal que mantiene hacia la isla. Es decir, Cuba digna, se ha ganado un sitial en la historia y eso no se lo perdonan los defensores del imperio. ¿Qué otro país puede mostrar al mundo lo que ha hecho por los derechos humanos en su pueblo?
Ante ese reconocimiento y por los titubeos del imperio (de levantar o no el bloqueo), la derecha reaccionaria internacional se moviliza con el propósito de desprestigiar a la revolución cubana. Es así que en Costa Rica, España, Bélgica, Venezuela, Chile y Colombia la fauna latinoamericana organiza foros, seminarios y conferencias, para hablar de democracia y presentarse como analistas y defensores de los derechos humanos en Cuba. Hay que preguntarles ¿quién financia sus viajes, estadías, eventos y publicaciones?
En el reciente articulo “El reencuentro de la derecha latinoamericana en Caracas” (http://www.rebelion.org/), la escritora e investigadora Eva Golinger, doctora en Derecho Internacional, con abundante documentación desenmascara cómo funciona este negocio, quiénes son los actores, de dónde proviene la plata y todas las payasadas y bailes que deben hacer los títeres para recibir sus salarios. Los actores son variados, entre ellos se encuentran Alvaro y Mario Vargas Llosa, María Aznar, Carlos Alberto Montaner, Plinio Apuleyo, Jorge Quiroga, Francisco Flores, Jorge Castañeda entre otros. Con sólo ver sus nombres es fácil saber que se trata de una vieja pandilla, caracterizada por la orfandad de ideas. Algunos de ellos queriendo dar aportes a sus delirios anti latinoamericanos, han escrito algunos panfletos que han sido premiados por organismos fantasmas que pertenecen a la misma mafia. Como puede apreciarse la fauna es variada, pero el objetivo es el mismo: desprestigiar a la revolución cubana.
Se trata de un grupo de neoliberales ‘duros’ y trasnochados que todavía recetan sus delirios del pasado; son lo que hablan de libertad de pensamiento –frase que suele repetir como un papagayo embriagado el peruano españolizado Mario Vargas Losa-, pero que no acepta otro pensamiento que no sea el neoliberal. Es el literato que hace unos días dijo en Caracas que el liberalismo sólo trae abundancia y justicia y que los países que han seguido esa receta son y serán los más prósperos. Se trata de frasecitas e ideas, propias de alguien que sólo sabe escribir novelas; el pobrecito de Vargas desconoce el mundo e ignora el estiércol que esas recetas han producido en América Latina.
Entre los defensores de los derechos humanos en Cuba, que llegaron para el foro en Costa Rica, estaba nada menos que Huber Matius (sic), de quien el Diario Extra registra que dijo: “Estamos convencidos que esto no representa la voluntad del pueblo de Costa Rica y sus instituciones verdaderamente éticas. Nos disgusta este acto de algunos miembros de la Asamblea Legislativa, pero queda a salvo la historia de Costa Rica y sus luchadores por la libertad”. ¿Sabe la gente que Huber Matos, traidor de la revolución cubana, es un mafioso narcotraficante, jefe del grupo terrorista Cuba Independiente y Democrática?
A Matos como a otros facinerosos les desespera que a diferencia de otros años cuando solían pasearse a cuerpo de rey con beneplácito de los políticos de turno, por los pasillos de las Asambleas Legislativas y calumniar a Cuba, hoy no puedan hacer lo mismo. Luego de haberse restablecido las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, Costa Rica no puede prestarse para este tipo de provocaciones. Matos ignora que cada vez más son los pueblos quienes saben el negocio que hay detrás. Estos, dizque, defensores de los derechos humanos ya llevan varias décadas recibiendo dólares y temen que la teta que los amamanta les corte la leche.
Con tan sólo una lectura cablegráfica de las agencias de prensa internacional es fácil percibir que Cuba cada vez más se abre paso en el mundo. A pesar del criminal bloqueo comercial, económico y financiero impuesto por los Estados Unidos por casi ya medio siglo, en los últimos años la mayor de las Antillas ha fortalecido sus relaciones diplomáticas y políticas en el mundo, y ha firmado importantes acuerdos de cooperación bilateral, colaboración económica-comercial y científico-técnico con países como China y Rusia. Y en América Latina a diferencia de 1962 cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) al servicio de los Estrados Unidos expulsó a Cuba de dicho organismo, hoy la nación de José Martí mantiene buenas relaciones diplomáticas con todos los países de la región y con varios de ellos tiene convenios de cooperación.
Ya nadie discute el reconocimiento internacional que tiene la isla por sus logros sociales, que no son otra cosa que derechos humanos, en educación, salud, empleo, deporte, etc. Y como si esto fuera poco, en la reciente Cumbre de la Américas en Trinidad y Tobago, el presidente Barack Obama -nuevo administrador del imperio-, con sonrisa fingida o no, fue interpelado y fustigado por parte de varios presidentes latinoamericanos por el bloqueo criminal que mantiene hacia la isla. Es decir, Cuba digna, se ha ganado un sitial en la historia y eso no se lo perdonan los defensores del imperio. ¿Qué otro país puede mostrar al mundo lo que ha hecho por los derechos humanos en su pueblo?
Ante ese reconocimiento y por los titubeos del imperio (de levantar o no el bloqueo), la derecha reaccionaria internacional se moviliza con el propósito de desprestigiar a la revolución cubana. Es así que en Costa Rica, España, Bélgica, Venezuela, Chile y Colombia la fauna latinoamericana organiza foros, seminarios y conferencias, para hablar de democracia y presentarse como analistas y defensores de los derechos humanos en Cuba. Hay que preguntarles ¿quién financia sus viajes, estadías, eventos y publicaciones?
En el reciente articulo “El reencuentro de la derecha latinoamericana en Caracas” (http://www.rebelion.org/), la escritora e investigadora Eva Golinger, doctora en Derecho Internacional, con abundante documentación desenmascara cómo funciona este negocio, quiénes son los actores, de dónde proviene la plata y todas las payasadas y bailes que deben hacer los títeres para recibir sus salarios. Los actores son variados, entre ellos se encuentran Alvaro y Mario Vargas Llosa, María Aznar, Carlos Alberto Montaner, Plinio Apuleyo, Jorge Quiroga, Francisco Flores, Jorge Castañeda entre otros. Con sólo ver sus nombres es fácil saber que se trata de una vieja pandilla, caracterizada por la orfandad de ideas. Algunos de ellos queriendo dar aportes a sus delirios anti latinoamericanos, han escrito algunos panfletos que han sido premiados por organismos fantasmas que pertenecen a la misma mafia. Como puede apreciarse la fauna es variada, pero el objetivo es el mismo: desprestigiar a la revolución cubana.
Se trata de un grupo de neoliberales ‘duros’ y trasnochados que todavía recetan sus delirios del pasado; son lo que hablan de libertad de pensamiento –frase que suele repetir como un papagayo embriagado el peruano españolizado Mario Vargas Losa-, pero que no acepta otro pensamiento que no sea el neoliberal. Es el literato que hace unos días dijo en Caracas que el liberalismo sólo trae abundancia y justicia y que los países que han seguido esa receta son y serán los más prósperos. Se trata de frasecitas e ideas, propias de alguien que sólo sabe escribir novelas; el pobrecito de Vargas desconoce el mundo e ignora el estiércol que esas recetas han producido en América Latina.
Entre los defensores de los derechos humanos en Cuba, que llegaron para el foro en Costa Rica, estaba nada menos que Huber Matius (sic), de quien el Diario Extra registra que dijo: “Estamos convencidos que esto no representa la voluntad del pueblo de Costa Rica y sus instituciones verdaderamente éticas. Nos disgusta este acto de algunos miembros de la Asamblea Legislativa, pero queda a salvo la historia de Costa Rica y sus luchadores por la libertad”. ¿Sabe la gente que Huber Matos, traidor de la revolución cubana, es un mafioso narcotraficante, jefe del grupo terrorista Cuba Independiente y Democrática?
A Matos como a otros facinerosos les desespera que a diferencia de otros años cuando solían pasearse a cuerpo de rey con beneplácito de los políticos de turno, por los pasillos de las Asambleas Legislativas y calumniar a Cuba, hoy no puedan hacer lo mismo. Luego de haberse restablecido las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, Costa Rica no puede prestarse para este tipo de provocaciones. Matos ignora que cada vez más son los pueblos quienes saben el negocio que hay detrás. Estos, dizque, defensores de los derechos humanos ya llevan varias décadas recibiendo dólares y temen que la teta que los amamanta les corte la leche.
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