Leyendo lo que publica el Movimiento Costa Rica Libre, es una lástima que Operación Milagro no pueda devolverles la vista a los ciegos de espíritu.
(Ilustración del Semanario Universidad)
El cadavérico Movimiento Costa Rica Libre, declarado nacionalista, anticomunista y fascista, trató en días pasados de hacer escuchar su voz desde el panteón, publicando en el periódico comercial La Nación de Costa Rica (29-03-09), una carta dirigida al presidente Oscar Arias.
Bajo el título “¡Cuba libre sí, relaciones diplomáticas no!”, manifiestan su rechazo al restablecimiento de las relaciones diplomáticas anunciado por Oscar Arias el 18 de marzo. Como es sabido, las relaciones fueron rotas en 1961 por el gobierno costarricense presidido por Mario Echandi, obedeciendo la presión de Washington durante la guerra fría.
Esta normalización de relaciones es un paso atrasado en la historia de parte del gobierno de Costa Rica, que fiel a la política aislacionista del Norte hacia la mayor de las Antillas, cumplía sumisamente sus órdenes. Puede verse que, con pocas excepciones, en todo este tiempo, no hubo “48 años de silencio” como señala la prensa, sino reiterados pronunciamientos y opiniones por parte de presidentes costarricenses atacando e interviniendo en asuntos interno de Cuba.
De modo que, en lugar de aplaudir la decisión de Arias, los costarricenses deben sentirse contritos y abochornados, por llegar tarde y vergonzosamente a esta cita. Ayer, con el nazifascista George W. Bush al frente del imperio, Arias “arremetía” contra Cuba tildándola de “sangrienta dictadura”, ahora con Obama y sus simulaciones de querer comportarse como buen vecino hacia América Latina, Arias dice "hoy el mundo es diametralmente distinto a aquellos días, por eso hoy voy a firmar un decreto para restablecer las relaciones con Cuba".
Erráticamente, Arias cree que el mundo cambió hace cuatro meses, cuando se fue el presidente más ignorante y guerrerista de los Estados Unidos y asumió el mando Obama. El mundo para Arias se reduce a quién es el nuevo mandamás de Washington. Pero en Cuba, los cambios que él soñaba no los ha visto ni los verá: no habrá un retorno al capitalismo; la revolución ha crecido y se ha fortalecido, es respetada y admirada por los pueblos. El mismo Obama tuvo que reconocer en Puerto España que los programas –ejemplo Operación Milagro- que realiza el Gobierno de Cuba, como el envío de miles de médicos a países de América Latina y el Caribe, pueden ser más efectivos que el poder militar de Washington a la hora de ganar influencia en la región. ¡Claro, Obama tampoco entiende que Cuba hace esto por principios y valores revolucionarios y no por ganar alguna influencia!
Es risible leer cuando el insepulto Movimiento Costa Rica Libre cree que estas relaciones traerán “repercusiones nefastas para nuestra patria”. Y lo que es peor, el moribundo grupúsculo habla o babea, igual a como lo suele hacer el periódico que publica la carta, atribuyéndose ser la voz de Costa Rica. Reiteradamente dice: “nuestro pueblo”, “nuestra gente”, “nuestros ciudadanos”, “nuestro país”, “nuestro sistema”. ¿A quiénes representan estos cuatro gatos viejos, ciegos y desorientados? Semejantes al terrorista y agente de la CIA Montaner, ellos también corean: “los G2 –la inteligencia Comunista Cubana- podrán ahora trabajar libremente y apoyar como lo han hecho en otros países del área a los grupos izquierdistas que quieren desestabilizar nuestra democracia y sus sistema político, más aún en un año electoral, nuestra paz se verá amenazada y Usted se será el responsable directo”.
Hoy sabemos de los avances de la medicina cubana y que gracias al programa Operación Milagro más de un millón 500 000 personas de 35 países, se han beneficiado con este proyecto de rehabilitación oftalmológica auspiciado gratuitamente por los gobiernos cubano y venezolano. El programa consiste en devolverles la vista a personas físicamente ciegas. Pero leyendo lo que publica el Movimiento Costa Rica Libre, es una lástima que Operación Milagro no pueda devolverles la vista a los ciegos de espíritu.
Bajo el título “¡Cuba libre sí, relaciones diplomáticas no!”, manifiestan su rechazo al restablecimiento de las relaciones diplomáticas anunciado por Oscar Arias el 18 de marzo. Como es sabido, las relaciones fueron rotas en 1961 por el gobierno costarricense presidido por Mario Echandi, obedeciendo la presión de Washington durante la guerra fría.
Esta normalización de relaciones es un paso atrasado en la historia de parte del gobierno de Costa Rica, que fiel a la política aislacionista del Norte hacia la mayor de las Antillas, cumplía sumisamente sus órdenes. Puede verse que, con pocas excepciones, en todo este tiempo, no hubo “48 años de silencio” como señala la prensa, sino reiterados pronunciamientos y opiniones por parte de presidentes costarricenses atacando e interviniendo en asuntos interno de Cuba.
De modo que, en lugar de aplaudir la decisión de Arias, los costarricenses deben sentirse contritos y abochornados, por llegar tarde y vergonzosamente a esta cita. Ayer, con el nazifascista George W. Bush al frente del imperio, Arias “arremetía” contra Cuba tildándola de “sangrienta dictadura”, ahora con Obama y sus simulaciones de querer comportarse como buen vecino hacia América Latina, Arias dice "hoy el mundo es diametralmente distinto a aquellos días, por eso hoy voy a firmar un decreto para restablecer las relaciones con Cuba".
Erráticamente, Arias cree que el mundo cambió hace cuatro meses, cuando se fue el presidente más ignorante y guerrerista de los Estados Unidos y asumió el mando Obama. El mundo para Arias se reduce a quién es el nuevo mandamás de Washington. Pero en Cuba, los cambios que él soñaba no los ha visto ni los verá: no habrá un retorno al capitalismo; la revolución ha crecido y se ha fortalecido, es respetada y admirada por los pueblos. El mismo Obama tuvo que reconocer en Puerto España que los programas –ejemplo Operación Milagro- que realiza el Gobierno de Cuba, como el envío de miles de médicos a países de América Latina y el Caribe, pueden ser más efectivos que el poder militar de Washington a la hora de ganar influencia en la región. ¡Claro, Obama tampoco entiende que Cuba hace esto por principios y valores revolucionarios y no por ganar alguna influencia!
Es risible leer cuando el insepulto Movimiento Costa Rica Libre cree que estas relaciones traerán “repercusiones nefastas para nuestra patria”. Y lo que es peor, el moribundo grupúsculo habla o babea, igual a como lo suele hacer el periódico que publica la carta, atribuyéndose ser la voz de Costa Rica. Reiteradamente dice: “nuestro pueblo”, “nuestra gente”, “nuestros ciudadanos”, “nuestro país”, “nuestro sistema”. ¿A quiénes representan estos cuatro gatos viejos, ciegos y desorientados? Semejantes al terrorista y agente de la CIA Montaner, ellos también corean: “los G2 –la inteligencia Comunista Cubana- podrán ahora trabajar libremente y apoyar como lo han hecho en otros países del área a los grupos izquierdistas que quieren desestabilizar nuestra democracia y sus sistema político, más aún en un año electoral, nuestra paz se verá amenazada y Usted se será el responsable directo”.
Hoy sabemos de los avances de la medicina cubana y que gracias al programa Operación Milagro más de un millón 500 000 personas de 35 países, se han beneficiado con este proyecto de rehabilitación oftalmológica auspiciado gratuitamente por los gobiernos cubano y venezolano. El programa consiste en devolverles la vista a personas físicamente ciegas. Pero leyendo lo que publica el Movimiento Costa Rica Libre, es una lástima que Operación Milagro no pueda devolverles la vista a los ciegos de espíritu.
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