Una entrega más de la colección Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano, editado por CLACSO.
De todas maneras, es inevitable filiar a Bolivia como a un país perseguido, en un grado todavía mayor que las demás naciones latinoamericanas. Como semicolonia misma, es una semicolonia más desgraciada que las demás. Los hechos, las naciones, los intereses la asedian de una manera tan intensa que parecerían ser parte de una confabulación. Este acoso, que quiere hacer daño al país, o que, al servicio de sus intereses hace daño en efecto a un país que no le importa, crea un ritmo histórico en las clases nacionales, que son las que contienen la nación. Bajo el acecho extranjero, español o inglés o estado unidense, anglo-argentino o anglo-chileno, resistiendo a la invasión económica y a la invasión cultural, a la enajenación que fraguan sus agentes y sus clases-agentes dentro del esquema social del país, la nación sobrevive como un factum, disperso, consistente e inédito en las clases nacionales. Pocas veces consiguen ellas expresarse como poder y ni aun como pretensión coherente del poder, pero realizan una misión de resistencia, de conservación y de perseverancia en su propio ser, en medio de un país que, en todos los demás aspectos, está permanentemente ocupado. La nación fáctica, es decir, la nación inevitable y carnal, hecho a veces pasivo pero presente siempre y existente sin dudas, sobrevive así a pesar de un interminable acecho, de las catástrofes, de las mutilaciones territoriales, de la instalación pertinaz de la pedagogía oligárquica. Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario