De cara a la arremetida
imperialista contra los pueblos de nuestra América, se hace necesario crear
canales y redes de comunicación alternativas. No es esta una tarea subsidiaria;
el proceso comunicacional es medular, es articulador en la crítica al sistema
capitalista en su fase neoliberal.
Exeario Sosa Ocanto / Especial para Con Nuestra América
La influencia que
ejerce la mass mediática (empresas de comunicación social) en el común de los
pueblos, determina hegemónicamente sus preferencias, hábitos, actitudes y en la
formación de opinión acerca de la agenda pública. La guerra mediática se
configura en el Siglo XXI como uno de los más importantes de campos de batalla
por manipular el sentir y el pensar de los consumidores, abandonando la clásica
categoría de ciudadanía, por una mas conveniente a la globalización económica.
Germán Saltrón la
define de la siguiente manera: “Las
guerras mediáticas son el enfrentamiento de los poderes económicos y políticos
que al no poder usar a las fuerzas armadas para dar golpes de Estados, como lo
hacían antes en América Latina, ahora utilizan también algunos medios de
comunicación nacional e internacional para levantar campañas mediáticas de
descréditos contra los gobiernos democráticos y populares que no responden a
sus intereses.” En estos últimos meses observamos como el sistema de
comunicación global capitalista se articuló en un solo sentido, posicionar al
autojuramentado Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela, desconocer
a Nicolás Maduro como el presidente legítimo del país, utilizando el falso
argumento de la entrada de una “ayuda humanitaria”, minimizando el efecto de un
cruento bloqueo financiero al país que impide la entrada alimentos y medicinas
al país. Frente a esta guerra mediática el pueblo venezolano viene resistiendo
con diversas herramientas comunicacionales.
Ahora bien esta
capacidad de resistencia no es nueva, los movimientos populares en Venezuela,
históricamente se han organizado en torno a la guerra comunicacional. En la
década de los 80`s del siglo pasado, los movimientos estudiantiles, obreros,
iglesias evangélicas y comunidades eclesiales de base, configuraron redes de
comunicación alternativa y comunitaria. Con la implementación de talleres de
lectura crítica de los medios de comunicación, la publicación de carteleras y
periódicos comunitarios, la realización de cine-foros, videos-foros, para
reflexionar sobre el papel de la industria del entretenimiento en el mantenimiento
del sistema capitalista, servirían como germen de la masa crítica necesaria
para el surgimiento de la revolución bolivariana.
Con la llegada del
presidente Chávez al poder político, se impulsa con mayor fuerza la creación de
radios comunitarias en todo el país y el crecimiento del sistema nacional de
medios públicos. De igual forma, se regula el espectro radioeléctrico,
promulgándose la Ley de Responsabilidad Social en Medios de Comunicación
Social, donde las familias, movimientos sociales, comunidad organizada, se
vinculan al órgano regulador en la materia, conformando comités de usuario, que
constantemente ejercen control social a las empresas de comunicación, en el
marco de las leyes venezolanas.
La revolución del
internet 2.0 trae consigo un nuevo medio de difusión, las redes sociales
(RRSS), Empresas como FACEBOOK, WHATSAPP, INSTAGRAM, YOUTUBE, son utilizadas en
las llamadas revoluciones de colores y en la “Primavera Árabe” para derrocar
regímenes militares caídos en desgracia ante la Unión Europea y los Estados
Unidos, dando nacimiento al ciberactivismo y a la creación de empresas de
creación de contenidos especiales en RRSS (laboratorios de FAKE NEWS, CPA,
entre otros). En estos momentos, mas la mitad de la población venezolana afirma
informarse sobre la realidad nacional a través de las RRSS.
La respuesta del
gobierno de Nicolás Maduro y del movimiento popular venezolano, ha sido la
implementación de talleres formación de jóvenes y adultos en una gran red de
ciberactivistas. Páginas web como: Misionverdad.org, aporrea.org, grupos de
whatsapp para la difusión de logros de la revolución, contrarrestar FAKE NEWS, impulsando
la capacitación de influencers en Youtube y el fortalecimiento del Sistema
Público de Medios de Comunicación. Cabe destacar la labor realizada por VIVE TV
el canal del poder popular y TELESUR, medio encargado de cubrir el acontecer
internacional.
De cara a la arremetida
imperialista contra los
pueblos de nuestra América, se hace necesario crear canales y redes de comunicación alternativas.
No es esta una tarea
subsidiaria;
el proceso comunicacional es medular, es articulador en la crítica al sistema
capitalista en su fase neoliberal. Se
basa en la premisa de transmitir lo que estamos haciendo, nuestro quehacer en
pro y hacia la transformación, rompiendo la cultura hedonista del nuevo
milenio, quebrando la dominación cultural, poniendo la mirada, la escucha y el
corazón, en la vida misma de los pueblos.
Politólogo, Obispo de la Unión Evangélica
Pentecostal Venezolana
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