Con
la finalidad de contribuir al desarrollo de la investigación y enseñanza de la
historia desde perspectivas latinoamericanas, nos reunimos días atrás, en la
ciudad de Mérida (México), historiadores, investigadores y profesores de
educación media y superior, para fundar el Capítulo Yucatán de la Asociación de
Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC).
Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Mérida,
Yucatán. México
Un
acercamiento a la producción historiográfica de Yucatán, deja como evidencia,
la falta de perspectivas latinoamericanas en las investigaciones realizadas en
la región y, si bien, ésta afirmación no pude ser considerada una idea
absoluta, pues sin duda investigadores y proyectos en ocasiones o coyunturas se
han acercado al panorama continental, si puede considerarse una regla cumplida
casi de manera ininterrumpida bajo lineamientos y preceptos establecidos por
las instituciones, cuyos postulados generales en la forma y objetivo de hacer
la investigación histórica, se han impregnado de teorías e interpretaciones
inducidas por las academias estadounidenses y europeas, dejando a un lado, los
principios filosóficos del pensamiento latinoamericano.
Temas
como la relación histórica entre Yucatán y Cuba, la presencia haitiana, el paso
de José Martí por el Mayab, procesos migratorios o la presencia de Augusto
Sandino y los procesos revolucionarios de Centroamérica, vienen a romper esa la
regla mencionada con anterioridad, pero una mirada profunda en las tesis,
reportes, artículos y libros publicados, hablan de una generalidad cargada de
localismo interpretado como regionalismo y de un continuo temático que no
necesariamente conceptual. La falta de apuestas más abiertas y referentes al
contexto latinoamericano, han generado una aparente desvinculación entre los
procesos locales y su raíz profunda regional, algo que en parte las
investigaciones arqueológicas han superado reconociendo la realidad
mesoamericana como la ubicación geográfica-cultural de los mayas peninsulares.
Entendiendo que el desarrollo de las culturas y civilizaciones no fue nunca un
hecho aislado de su circunstancias y que los hechos y sucesos históricos dan
sentido a los procesos vividos como la Colonia, ¿por qué en la escritura de la
historia se ha olvidado o dejado aún lado la inocultable conexión de los
procesos históricos latinoamericanos desde los tiempos de la conquista?, la
respuesta a ésta y otras interrogantes surcan el sendero ideológico, así como,
la comprensión misma de lo que hemos llamado historia e historia de Yucatán.
Replantearnos
la realidad de Yucatán desde su pertenencia a Latinoamérica y el Caribe, es un
pendiente de urgente convocatoria para los futuros proyectos de investigación,
conceptualizando la realidad desde una mirada que rompa el monopolio temático
local y la corta mirada de conexión entre sucesos, hechos y procesos,
circunscritos al devenir de las fronteras y no de las regiones culturales. Pero
además, este replanteamiento no puedo limitarse a ejes temáticos más amplios,
debe superar teorías importadas como impuestas, dando lugar al pensamiento
latinoamericano, sin que eso signifique, la generación de otra frontera, sino
más bien, signifique el reconocimiento negado u olvidado que Yucatán como
México, tienen en su historia forja latinoamericana.
Otra
de las barreras a superar, es la enseñanza de la historia, tanto en formas como
contenidos, no es posible seguir enseñando a Yucatán y México desde lecturas
colonialistas e imperialistas, debe superarse los sesgos de la ideología
occidental para dar lugar al conocimiento plural de la región como entidad
diversa y a la vez integrada. Es un reto sin duda, pero un ejercicio necesario
para el avance de la historia en Yucatán, el fortalecimiento de las identidades
y el conocimiento de nuestras raíces. Estas perspectivas se manifiestan en
otros países latinoamericanos y en el ejercicio colectivo de organizaciones de
investigadores que han reconocido la vigencia del planteamiento que Martí
realizara en su ensayo Nuestra América
al decir que: “La universidad europea ha de ceder a la universidad
americana. La historia de América, de los incas de acá, ha de enseñarse al dedillo,
aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible
a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria”. La vigencia del ideal
martiano como la urgencia de su aplicación pueden encontrase sin falta en el
contexto actual latinoamericano y en las formas difundidas del pensamiento
colonizador.
En
este sentido y con la finalidad de contribuir al desarrollo de la investigación
y enseñanza de la historia desde perspectivas latinoamericanas, nos reunimos
días atrás, en la ciudad de Mérida (México), historiadores, investigadores y
profesores de educación media y superior, para fundar el Capítulo Yucatán de la
Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC), regidos
por los estatutos generales de dicha asociación, pero procurando también, el
desarrollo de líneas de acción enfocadas en los siguientes términos: 1).
Contribuir a la formación y profesionalización de los historiadores,
revalorando su papel e importancia en la sociedad y favoreciendo el
mejoramiento de sus condiciones laborales; 2). Fomentar el desarrollo de la
investigación histórica, propiciando la generación de medios para la
publicación, divulgación y socialización del conocimiento histórico; 3)
Impulsar el análisis de la producción en materia de investigación histórica, de
su impacto e importancia social mediante la celebración de coloquios,
reuniones, encuentros, foros y demás actividades afines; 4) Promover las
relaciones interdisciplinarias, interinstitucionales y desarrollar la enseñanza
en el campo de las ciencias históricas, así como, fomentar el pensamiento
histórico en la sociedad; y 5) Coadyuvar a la valoración y conservación del
patrimonio cultural e histórico.
Los
integrantes del Capítulo Yucatán de la ADHILAC forman parte de instituciones
como la Universidad Autónoma de Yucatán, la Casa de la Historia de la Educación
de Yucatán, la Universidad de Oriente, la Escuela Modelo y el Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Confiamos en que
esta nueva colectividad, dará lugar al surgimiento de líneas de investigación,
replanteamientos interpretativos y a la reformulación del ejercicio docente en
materia de la historia, procurando siempre, impactar en la sociedad
reconociendo nuestra pertenencia latinoamericana y caribeña, esperamos que los
frutos den luz pronto y verás a las acciones pensadas.
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