El malestar social, por largo tiempo presente en nuestra sociedad, podría ser un antecedente, incluso una causa de la actual rebeldía de los movimientos sociales. Esta, sin embargo, ya no es malestar. Es propuesta, proyecto, acción dirigida a objetivos. Es vitalidad social.
Manuel Barrera / http://chilehaciadondevas.blogspot.com/
Es curioso que autoridades de gobierno, políticos en general y aún analistas provenientes de las ciencias sociales estén descubriendo recién ahora (julio/agosto de 2011) un fenómeno por largo tiempo presente en nuestra sociedad. El malestar social no es nuevo en Chile. Lo que ha surgido en estos meses es una protesta masiva, de origen puramente social, que emana de un profundo descontento con la orientación que han venido tomando algunas áreas del desarrollo económico, político y social del país. Es posible que una de las causas de la fortaleza de esta protesta sea la prolongada experiencia de "malestar social", soportada en especial por los adultos que han adherido a ella. Es dudoso, sin embargo, que las protestas masivas que se experimentan actualmente en Chile, en España, en Israel o la "primavera árabe", correspondan a lo que tradicionalmente se ha entendido por malestar social. Sobre su conceptualización aplicada a la realidad chilena el autor de este escrito publicó en el año 1998 dos artículos en el diario El Mercurio con fechas 29 de abril y 9 de julio, ambos en la página A2. El primero se titulaba "Desarrollo y Malestar Social" y el segundo simplemente "Malestar Social". En ese mismo año el PNUD publicó un estudio que intentaba medir una sensación de miedo e inseguridad en los chilenos, que llamaba malestar social. Ello es una indicación que en ese entonces este fenómeno inquietaba tanto a la sociedad como a los medios.
Para entender cabalmente la agitación social que se vive actualmente en el país conviene distinguir el malestar social propiamente tal de la movilización ciudadana en pro de objetivos políticos y sociales. El ánimo insatisfecho, la inquietud difusa, la frustración subjetiva son conceptos definitorios del malestar social. No la acción inteligente, con visión estratégica, dirigida a cambiar una situación objetiva. Obviamente que malestar social y protesta que tienda al logro de objetivos sectoriales o generales pueden coexistir en una sociedad, aunque es más difícil que lo hagan en un individuo. Lea el artículo completo aquí...
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