Al triturar los restos de la democracia política, las instituciones financieras están echando las bases para hacer avanzar aún más este proceso letal de decadencia... en tanto sus víctimas estén dispuestas a sufrirlo en silencio.
Noam Chomsky / LA JORNADA
“Es un tema común” que Estados Unidos, que “apenas hace unos años era visto como un coloso que recorrería el mundo con un poder sin paralelo y un atractivo sin igual (...) está en decadencia, enfrentado fatalmente a la perspectiva de su deterioro definitivo”, señala Giacomo Chiozza en el número actual de Political Science Quarterly.
La creencia en este tema, efectivamente, está muy difundida. Y con cierta razón, si bien habría que hacer cierto número de precisiones. Para empezar, la decadencia ha sido constante desde el punto culminante del poderío de Estados Unidos, luego de la Segunda Guerra Mundial, y el notable triunfalismo de los años 90, después de la guerra del Golfo, fue básicamente un autoengaño. Lea el artículo completo aquí…
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