Una revolución inteligente es la que tiene buen oído, la que sabe procesar las opiniones del colectivo. Por ello es preciso ser autocríticos desde el pueblo y no dejar la crítica en manos de la oligarquía.
Aram Aharonian / ALAI
En los últimos doce años, no cabe duda que la Revolución Bolivariana ha logrado metas sumamente fascinantes, sobretodo en la inclusión social, pero tampoco cabe duda que se ha equivocado, como todas las revoluciones, tal como lo revela el constante llamado a rectificaciones en el discurso y la acción revolucionaria, que ha desarrollado en las últimas semanas el presidente Hugo Chávez
Frente a su enfermedad (advirtió que en los próximos días comenzará a caérsele el cabello a causa de la quimioterapia), el mandatario lanzó una advertencia general: la Revolución debe dejar de autosuicidarse (Carlos Andrés Pérez dixit) y comenzar a vivirse. Estos llamados –con cierto sabor a autocrítica y guiños a intelectuales, empresarios y clase media- deben ser analizados y debatidos con mucho detenimiento por el colectivo (no solo la dirigencia, claro) chavista. Lea el artículo completo aquí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario