El gobierno de los
Estados Unidos tiene claro –y por eso su preocupación-, que Vladimir Putin está
promoviendo el comercio de Rusia con Cuba, un mercado que les está prohibido a
las empresas estadounidenses debido al bloqueo económico, comercial y
financiero de Washington a la isla.
Ángel Bravo / Especial para Con Nuestra América
El presidente Vladimir Putin fue recibido en La Habana por su homólogo Raúl Castro. |
El pasado viernes 11 de
julio Vladimir Putin Presidente de la Federación de Rusia, llegó a La Habana en
la primera parada de una histórica gira por América Latina. Luego de La Habana visitó
Nicaragua, Argentina y Brasil. En la ciudad brasileña de Fortaleza participó en
la cumbre del grupo BRICS de potencias emergentes que integran Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica.
La noticia del arribo
del mandatario ruso a la isla no pudo ser soslayada por los grandes medios. Se
trató de una visita oficial para repasar y profundizar el desarrollo de los
vínculos económico-comerciales.
La presencia del
presidente ruso en Cuba reviste gran importancia para ambas naciones, pero
incomoda a Washington, toda vez que este lleva más de cincuenta años tratando
de asfixiar la economía cubana y la revolución socialista, sin lograrlo. Ahora
“desde lejos” ve a una de las grandes potencias económicas del mundo vigorizar
sus relaciones económicas con Cuba (detrás de Rusia vendrá China).
Entre ambas naciones
-Cuba y Rusia- hay mucha historia compartida, por eso rindieron homenaje a 67
militares soviéticos que fallecieron mientras servían en la isla en tiempos de
la Guerra Fría.
A diferencia de otras
grandes naciones, cuyos gobiernos aliados a Estados Unidos son sumisos a su
política respecto a la isla, el gobernante ruso dijo que con Cuba “se estudian
grandes proyectos en el campo de la industria y las altas tecnologías, la
energía, la aviación civil, el uso pacífico del espacio cósmico, la medicina y
la biofarmacéutica”. Fue contundente al comentar que ayudará a que se pueda
erradicar el "bloqueo ilegal" que Estados Unidos ha colocado a Cuba.
Mostrando que Rusia es libre e independiente, y que no comparte la política
guerrerista del gobierno de los Estados Unidos hacia la isla, Vladimir Putin
afirmó que se están realizando buenos acuerdos entre Cuba y Rusia para un
crecimiento de ambos países, incluso señaló que está interesado en colocar en
la isla las estaciones terrestres GLONASS (que es un Sistema Global de
Navegación por Satélite, administrado por la Federación Rusa y que representa
la contraparte del GPS estadounidense).
El gobierno de los
Estados Unidos tiene claro –y por eso su preocupación-, que Vladimir Putin está
promoviendo el comercio de Rusia con Cuba, un mercado que les está prohibido a
las empresas estadounidenses debido al bloqueo económico, comercial y
financiero de Washington a la isla.
Una semana antes del
viaje de Putin a Cuba, la Duma Estatal rusa aprobó un acuerdo para condonar un
90 por ciento de la deuda contraída por Cuba (casi 32,000 millones de dólares),
la mayor parte procedente de préstamos soviéticos. El 10 por ciento restante
(3,500 millones de dólares) se acordó que fuera pagado mediante proyectos de
inversiones conjuntas en Cuba; la idea es invertir en un aeropuerto
internacional, que sirva de comunicación entre la parte euroasiática (donde
está China, Rusia) y la isla.
Todos estos acuerdos
han puesto a temblar a la Casa Blanca, y ya se oyen voces de que la Guerra Fría
retornará más caliente que antes (aunque la Guerra Fría de Estados Unidos
contra Cuba nunca ha cesado).
En Moscú, antes de
partir hacia Cuba, Vladimir Putin expresó la necesidad de reunirse con el líder
histórico Fidel Castro (no fue el Comandante quien lo solicitó). La reunión de
Putin con Fidel fue para hablar de los conflictos internacionales que vive el
mundo. Ha sido reportado por los cables, que Putin le consultó de todo. Hoy
nadie puede negar que Fidel es el hombre que posee la experiencia que ningún
político tiene en el mundo. Él es uno de los hombres que mejor conoce Estados
Unidos; lleva más de cincuenta años estudiando al imperio y conoce bien los
mecanismos norteamericanos; cómo funciona la derecha norteamericana; cuáles son
las pretensiones políticas de Estados Unidos, etc.
En el 2008, Fidel
anunció que dejaba el poder. Ese anuncio fue celebrado por los enemigos de la
revolución, quienes creyeron que ahora sí, estaban a las puertas de derrotar a
la revolución o de que ella implosionaría (¡pesadillas de trasnochados!).
Después de esa fecha, cada Reflexión y aparición pública de Fidel los ha
seguido perturbando. Y cuando por algunos meses cesaba de ellas, entonces sus
enemigos llenos de morbo y odio “reclamaban” su presencia.
Se equivocan quienes
creen que Fidel se ha retirado de la política para descansar (un revolucionario
nunca deja de luchar). Fidel se retiró del poder, pero no de la vida política.
En alguna ocasión él mismo dijo que, al igual que un doctor es doctor hasta que
se muere, y un artista es artista hasta el final de sus días, también él es y
será un político toda la vida.
La mafia terrorista
cubanoamericana de Miami y los enemigos de la revolución cubana en cualquier
lugar que se encuentren, otra vez fueron sorprendidos por la aparición y las
nuevas batallas del Guerrillero del Tiempo; reapareció hoy para dar cátedra de
política internacional a uno de los grandes líderes mundiales como es Vladimir
Putin (Rusia) y mañana lo hará con Xi Jinping (China).
¿Acaso Washington no
tiene suficientes razones para desesperarse?
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