sábado, 26 de julio de 2014

Vértigo

Hay mucho movimiento. Puede ser la famosa modernidad líquida, de la que nos habla Bauman. Desde esta perspectiva, las fuerzas de la guerra podrían marcar las pautas en lo que resta del año.

Fander Falconí / El Telégrafo (Ecuador)

No es una remembranza de la famosa película de Alfred Hitchcock. En su libro Modernidad líquida, de 1999, el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman adopta el concepto de ‘fluidez’ como una metáfora del momento actual en la denominada ‘era moderna’. Estamos en un momento líquido y fluido en la política, en las relaciones sentimentales, en todo. Bajo el enfoque de Bauman, la fluidez corre de manera vertiginosa en el tiempo y el espacio, y deja incertidumbres porque desconocemos la direccionalidad que pueden tener esos cambios.

¿Acaso esto no describe en forma adecuada el momento actual? La semana anterior fue intensa. Israel masacra palestinos en la Franja de Gaza. Malaysia Airlines pierde otro avión (fácilmente confundible con el de Putin) y mueren más de 300 civiles. El tema traerá cola. Habrá juicios por tantos pasajeros (muchos niños) muertos. Es justo. Aunque es injusto que no los haya por tantos palestinos (muchos niños) asesinados.

Durante décadas, el proceso de paz, mediado no de manera imparcial por EE.UU., entre israelíes y palestinos no ha conseguido ningún avance sustantivo. Más allá de las buenas palabras, la población palestina todos los días sufre marginación, exclusión, xenofobia, violación de los derechos humanos y apartheid a través de una ocupación militar injustificable. La comunidad internacional ha mirado para otro lado con el fin de no tener que enfrentar el horror de la situación palestina.

Rusia condona el 90% de la deuda externa cubana (cerca de $35 mil millones). Argentina se acerca al Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), por convencimiento y como una forma de lograr más apoyo internacional, ante la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de rechazar el pedido de reconsideración del fallo a favor de los fondos especulativos argentinos. Como sabemos, la resolución deja en firme un fallo de primera instancia del juez Griesa que obliga a Argentina a pagar unos $ 1.500 millones a los acreedores externos, sin plazo, en efectivo.

El Brics da a luz su propio banco de desarrollo, alternativo al Banco Mundial y al FMI, y a un fondo de reservas de emergencia con un capital conjunto de $ 100 mil millones. Fue invitado al parto Unasur. El alumbramiento ocurrió en Fortaleza, bonita ciudad situada en el sur, en un país del Sur, y ya no en Bretton Woods (en New Hampshire, Estados Unidos), como correspondía apenas terminada la guerra de los años 40 del siglo pasado.

De otra parte, luego de varios años de retraso, por fin entra en funcionamiento operativo el Banco del Sur, como una banca de desarrollo y para el manejo conjunto de la liquidez de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

Hay mucho movimiento. Puede ser la famosa modernidad líquida, de la que nos habla Bauman. Desde esta perspectiva, las fuerzas de la guerra podrían marcar las pautas en lo que resta del año. Los diálogos y las iniciativas pacificadoras se han vuelto ahora recursos muy débiles. Naciones Unidas, otra institución creada al concluir la II Guerra Mundial, no juega ningún rol concreto para garantizar la paz y la seguridad en el mundo. Una época de vértigo.

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