Hay
mucho movimiento. Puede ser la famosa modernidad líquida, de la que nos habla
Bauman. Desde esta perspectiva, las fuerzas de la guerra podrían marcar las
pautas en lo que resta del año.
No
es una remembranza de la famosa película de Alfred Hitchcock. En su libro Modernidad líquida, de 1999, el
sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman adopta el concepto de ‘fluidez’ como
una metáfora del momento actual en la denominada ‘era moderna’. Estamos en un
momento líquido y fluido en la política, en las relaciones sentimentales, en
todo. Bajo el enfoque de Bauman, la fluidez corre de manera vertiginosa en el
tiempo y el espacio, y deja incertidumbres porque desconocemos la
direccionalidad que pueden tener esos cambios.
¿Acaso
esto no describe en forma adecuada el momento actual? La semana anterior fue
intensa. Israel masacra palestinos en la Franja de Gaza. Malaysia Airlines
pierde otro avión (fácilmente confundible con el de Putin) y mueren más de 300
civiles. El tema traerá cola. Habrá juicios por tantos pasajeros (muchos niños)
muertos. Es justo. Aunque es injusto que no los haya por tantos palestinos
(muchos niños) asesinados.
Durante
décadas, el proceso de paz, mediado no de manera imparcial por EE.UU., entre
israelíes y palestinos no ha conseguido ningún avance sustantivo. Más allá de
las buenas palabras, la población palestina todos los días sufre marginación,
exclusión, xenofobia, violación de los derechos humanos y apartheid a través de
una ocupación militar injustificable. La comunidad internacional ha mirado para
otro lado con el fin de no tener que enfrentar el horror de la situación palestina.
Rusia
condona el 90% de la deuda externa cubana (cerca de $35 mil millones).
Argentina se acerca al Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), por
convencimiento y como una forma de lograr más apoyo internacional, ante la
decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de rechazar el pedido de reconsideración
del fallo a favor de los fondos especulativos argentinos. Como sabemos, la
resolución deja en firme un fallo de primera instancia del juez Griesa que
obliga a Argentina a pagar unos $ 1.500 millones a los acreedores externos, sin
plazo, en efectivo.
El
Brics da a luz su propio banco de desarrollo, alternativo al Banco Mundial y al
FMI, y a un fondo de reservas de emergencia con un capital conjunto de $ 100
mil millones. Fue invitado al parto Unasur. El alumbramiento ocurrió en
Fortaleza, bonita ciudad situada en el sur, en un país del Sur, y ya no en
Bretton Woods (en New Hampshire, Estados Unidos), como correspondía apenas
terminada la guerra de los años 40 del siglo pasado.
De
otra parte, luego de varios años de retraso, por fin entra en funcionamiento
operativo el Banco del Sur, como una banca de desarrollo y para el manejo
conjunto de la liquidez de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay,
Uruguay y Venezuela.
Hay
mucho movimiento. Puede ser la famosa modernidad líquida, de la que nos habla
Bauman. Desde esta perspectiva, las fuerzas de la guerra podrían marcar las
pautas en lo que resta del año. Los diálogos y las iniciativas pacificadoras se
han vuelto ahora recursos muy débiles. Naciones Unidas, otra institución creada
al concluir la II Guerra Mundial, no juega ningún rol concreto para garantizar
la paz y la seguridad en el mundo. Una época de vértigo.
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