Aquí no ha habido un cambio estructural del país. Lo que ha habido es un gobierno que ha cambiado las prioridades del Estado, colocando en primer lugar el ayudar a salir de la extrema pobreza a un segmento de la población y el promover políticas que ayuden a elevar el nivel de vida de toda la población.
William Grigsby / CEPRID
En estos cuatro años en los que el Frente Sandinista ha ejercido el poder, el Frente se ha ocupado, en primer lugar, en reconstituir las prioridades del país desde el punto de vista económico y social. Y ha tenido bastante éxito en la re-dirección de las políticas económicas en las nuevas circunstancias.
El Frente Sandinista tiene su película clara. Además de lo que ya conocemos –la gratuidad de la educación y de la salud y los programas sociales que son banderas de este gobierno–, uno de los logros más importantes de este gobierno ha sido recuperar paulatinamente la función del Estado como rector de las políticas económicas. Aunque esto no lo ha logrado plenamente, sí ha iniciado el proceso para lograrlo. Cito, por ejemplo, la refundación –podríamos llamarla así– de ENABAS (Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos), encargada de regular el precio de algunos alimentos, lo que la convierte en un pivote fundamental para mantener el equilibrio de la economía familiar. Otro ejemplo: las estratégicas políticas del Estado en inversiones en energía, que han logrado una clara rectoría del Estado en todo el sector energético. Otro ejemplo: la redefinición de las prioridades en la construcción de caminos y carreteras. Hasta hace cuatro años la prioridad eran los corredores internacionales o las carreteras troncales, ahora son otras las prioridades. Lea el texto completo aquí…
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